Los jueces autorizaron a 337 j¨®venes a emanciparse de sus padres
La cifra de bodas se redujo en 2001, y 1.304 personas solicitaron cambiarse de nombre
M¨¢s de 300 adolescentes madrile?os decidieron el a?o pasado emanciparse de sus padres, seg¨²n la estad¨ªstica del Registro Civil de Madrid, situado en la calle de Pradillo. Se trata de j¨®venes de entre 16 y 17 a?os que, bien por iniciativa propia o bien en connivencia con sus padres, acudieron al juez para que ¨¦ste les adelantase la mayor¨ªa de edad civil (18 a?os) y poder as¨ª independizarse legalmente de sus progenitores. La citada estad¨ªstica revela tambi¨¦n que en 2001 se registraron 12.550 bodas (874 menos que en 2000) y que 1.304 personas solicitaron cambiarse el nombre.
La cifra de j¨®venes que se emanciparon en la capital el a?o pasado -337- es similar a la de los ¨²ltimos a?os. Para optar a independizarse hay que tener m¨¢s de 16 a?os. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, la mayor¨ªa de peticiones de este tipo procede de adolescentes de entre 16 y 17 a?os que, de acuerdo con sus padres, desean alcanzar antes de tiempo la capacidad jur¨ªdica civil intr¨ªnseca a los 18 a?os. Muchas veces, los j¨®venes piden emanciparse para hacerse cargo de, por ejemplo, una herencia y poder disponer de ella. 'Para emanciparse es preciso contar con el permiso de los padres, si bien la ley recoge la posibilidad de que el juez la autorice a petici¨®n del menor cuando, por ejemplo, sus padres est¨¢n separados', destacan las citadas fuentes. Son pocos, en cambio, los casos en que los j¨®venes acuden a la emancipaci¨®n para abandonar el hogar familiar. 'La experiencia demuestra que los que se van de casa, se van y ya est¨¢'.
La mayor¨ªa de las peticiones de emancipaci¨®n las efect¨²an padres e hijos, de com¨²n acuerdo, ante un notario, que luego remite la documentaci¨®n al Registro Civil. La v¨ªa menos utilizada, que es gratuita, pasa por pedir la emancipaci¨®n directamente ante el registro.
Matrimonios
La estad¨ªstica del Registro Civil correspondiente a 2001 refleja, asimismo, que la mayor¨ªa de las parejas de la capital -siete de cada 10- prefiere desposarse ante el altar, en lugar de hacerlo ante un juez o un cargo p¨²blico. As¨ª, en 2001 se registraron 9.400 bodas can¨®nicas, 2.102 ante el juez y 1.048 ante cargos municipales. Esta desproporci¨®n entre enlaces can¨®nicos y civiles apenas ha variado en el ¨²ltimo lustro. En 2000, un total de 10.246 parejas optaron por la Iglesia (frente a las 2.070 que prefirieron el juzgado y las 1.108 que eligieron que los uniesen alcaldes o concejales). En 1999 se registraron menos bodas que en 2000, si bien la preferencia por la Iglesia fue tambi¨¦n abrumadoramente superior.
El Registro Civil es tambi¨¦n el lugar donde se inscriben las resoluciones judiciales que modifican la situaci¨®n legal de una pareja. El a?o pasado se registraron 13.239 anotaciones de divorcio, separaci¨®n y nulidad matrimonial. Antes de llegar a esta inscripci¨®n, las parejas que desean desunirse tienen que presentar una demanda ante los juzgados de familia de la capital (ocho en total). Las parejas madrile?as presentaron en 2001 un total de 7.518 demandas de separaci¨®n o divorcio, 420 menos que en 2000. En el 60% de los casos, estas parejas se presentan ante el juez de mutuo acuerdo, aunque en algunas ocasiones, ese consenso se rompe durante el proceso y ¨¦ste deviene en contencioso.
Otro dato que figura en la estad¨ªstica del Registro Civil es la cifra de personas que solicita cambiarse el nombre y que, en buena parte de los casos, se les concede. Un total de 1.304 residentes en Madrid cambiaron su nombre en 2001 de acuerdo con la ley, que permite la traslaci¨®n del nombre a la lengua de su comunidad. Por ejemplo, Jos¨¦ por Joseba; o Ignacio por I?aki, en lo que respecta al euskera; Pedro por Pere (catal¨¢n), o Jos¨¦ por Xos¨¦ (gallego).
El Registro Civil es tambi¨¦n el lugar donde se inscriben las personas que obtienen la nacionalidad, as¨ª como los natalicios y las defunciones. En 2001, los jueces iniciaron 9.794 expedientes a favor de ciudadanos que hab¨ªan logrado la nacionalidad espa?ola.
Respecto a los natalicios, en 2001 se produjo un repunte respecto a a?os anteriores. Se inscribieron 38.070 ni?os; esto es, 2.797 m¨¢s que en 2000. Ese mismo a?o se produjo, adem¨¢s, una muy ligera ca¨ªda -563 ni?os menos- respecto a los natalicios de 1999. De los 35.836 natalicios de 1999 se pas¨® en 2000 a 35.273. En el ¨²ltimo lustro, el a?o que m¨¢s nacimientos registr¨® fue 1998. Entonces vinieron al mundo en la capital 36.385 beb¨¦s.
Sigue habiendo m¨¢s nacimientos que defunciones en la capital. 1998, con 28.153 fallecimientos, fue el a?o, de los ¨²ltimos cinco, que contabiliz¨® m¨¢s muertes. En 2001, la cifra de defunciones ha sido de 27.752; es decir, 223 menos que en 2000 (27.975). En 1999 fallecieron 27.206 personas.
Incapacidad mental
La estad¨ªstica del Registro Civil se?ala que en 2001 se inscribieron 183 casos de ni?os que hab¨ªan sido adoptados o acogidos por familias de la capital madrile?a. Una vez tramitada la adopci¨®n o el acogimiento, el ni?o debe ser inscrito en el registro como un miembro m¨¢s de la familia adoptante o que le acoge.
Tambi¨¦n recoge esta estad¨ªstica el n¨²mero de abortos registrados en los hospitales madrile?os en 2001 y las declaraciones de incapacidad que decretan los jueces contra quienes no pueden valerse por s¨ª mismos y necesitan estar tutelados por alguien o disponer de representante legal.
El a?o pasado hubo 197 inscripciones sobre mujeres que hab¨ªan abortado en la capital. Adem¨¢s, los jueces del registro anotaron 920 casos de personas que hab¨ªan sido declaradas incapaces por motivos de enfermedad mental. Hay que tener en cuenta que, en 2000, por ejemplo, los jueces ordenaron 5.000 ingresos en centros psiqui¨¢tricos de personas con graves problemas mentales e incapaces de gobernarse a s¨ª mismas. Dos juzgados (los n¨²meros 30 y 65) se encargan en Madrid de supervisar los internamientos involuntarios en centros psiqui¨¢tricos.
En 1999 fueron 4.034 las personas que ingresaron en instituciones psiqui¨¢tricas por mandato judicial. En algunos casos se trata de personas que sufren cuadros man¨ªacos espor¨¢dicos y que requieren asistencia m¨¦dica urgente y, en no poco casos, prolongada.
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