Luz de gas
Hay que reconocer que Dios fue m¨¢s misericordioso que Aznar, pues aunque Pedro reneg¨® de ¨¦l tres veces no por eso le quit¨® el trabajo, antes bien lo puso de portero del cielo. En cambio, con el decretazo de Aznar, san Pedro se hubiera tenido que salir del paro para convertirse qui¨¦n sabe si en voceador de ced¨¦s fules o de fulares de alpaca de imitaci¨®n, haciendo una competencia muy desleal a los ecuatorianos porque tendr¨ªa papeles. Ya me lo estoy imaginando con la manta extendida en el suelo llena de copias m¨¢s falsas que ¨¦l -testigo el gallo-, lamentando aquellos buenos tiempos en que iba a fichar a la oficina del Inem cuando hab¨ªa poca pesca en Tiber¨ªades por culpa de un extranjero llamado Fischler o de los hip¨®critas de los fariseos que lo pon¨ªan el agua hecha un asco con sus l¨¢grimas de cocodrilo. Claro que, adem¨¢s del subsidio, de vez en cuando tocaba milagro de peces y panes y se pon¨ªan hasta hartar, a menos que tocase devolverle la salud a alguien que no pod¨ªa cobrar la pensi¨®n de invalidez. Pero eran otros tiempos.
Hoy san Pedro hubiera empezado por perder su condici¨®n de fijo discontinuo porque habr¨ªa sabido cu¨¢ndo le tocaba trabajar. Si ya la definici¨®n de fijo discontinuo parec¨ªa un disparate, resulta que es peor lo contrario; no el continuo sin fijaci¨®n, sino el trabajador a tiempo parcial. Antes de Aznar y su Decretazo (a. A.D.), la categor¨ªa por la que uno era considerado trabajador se llamaba puesto de trabajo. Quien lo ten¨ªa formaba parte de la orgullosa poblaci¨®n activa del pa¨ªs. Lo del fijo discontinuo ven¨ªa a significar que se ten¨ªa un puesto de trabajo durante cierta ¨¦poca del a?o, pero luego no. Y ah¨ª se abri¨® la brecha porque cuando el discontinuo volv¨ªa a trabajar no lo hac¨ªa generalmente en el mismo puesto de trabajo aunque lo hiciera en labores similares, de modo que dispon¨ªa de un puesto de trabajo que ya no era un lugar f¨ªsico en una unidad de producci¨®n concreta. Desde luego eso no fue culpa de Aznar, pero le ha venido muy bien pues su era A.D. s¨®lo ha tenido que fijarse en dicha deslocalizaci¨®n para introducir una nueva de orden temporal, de modo que ahora ser¨¢ fijo discontinuo quien no sepa cu¨¢ndo volver¨¢ a trabajar, y no lo ser¨¢ quien sepa cu¨¢ndo trabaja.
As¨ª, ya no hay puesto de trabajo sino tiempo, lo que est¨¢ convirtiendo el asunto de trabajar en una disciplina m¨¢s bien metaf¨ªsica o, por lo menos, de f¨ªsica avanzada. Sobre todo cuando la diferenciaci¨®n es tan de matiz que no lo parece ya que un temporero del campo -les reservan a ellos los puestos fijos discontinuos- recibe el nombre porque trabaja por temporadas y parece una idiotez que digan que no sabe cu¨¢ndo trabajar¨¢, porque las fresas vienen ya como relojes aunque no venga la mano de obra, que ¨¦sa s¨ª cada vez es m¨¢s extranjera, menos fija y much¨ªsimo m¨¢s discontinua y desregularizada. Poco falta para que Aznar nos venda los contratos basura con la coletilla de 'reciclada' para ver si nos engancha por lo bio. O por lo visto.
Pienso en el hombre que viene a mirar los contadores del gas. Ser¨¢ uno de los trabajadores que m¨¢s disfrutan con su trabajo, pues la ma?ana le sorprende silbando alegremente mientras llama a las puertas y anota sus cifras. Pues bien, con la nueva reglamentaci¨®n ser¨ªa un hombre hundido. Pongamos que pierde su trabajo -ojal¨¢ no lo quieran ni Dios ni Aznar- y que se apunta al paro. Como lleva rechazadas dos ofertas porque no implican el uso de las piernas ni de las cifras, sabe que no podr¨¢ negarse al tercero porque lo perder¨¢ todo. As¨ª que ni corto ni perezoso acepta el puesto de gerente en una empresa de nuevas tecnolog¨ªas porque, como es sabido, el Estado siempre piensa en la promoci¨®n social. Lo malo es que tiene que renunciar tambi¨¦n a los silbidos, ya que no es correcto que los jefes silben. Mandar manda bien porque sentido com¨²n nunca le falt¨®, pero languidece a ojos vista. Ya no es el ruise?or de los contadores sino el gui?apo de la I+D. Cierto d¨ªa recibe uno de esos correos destinado a motivar a los capitanes de empresa y poco despu¨¦s encuentran su cad¨¢ver junto a una bombona de gas mientras el monitor parpadea: 'Una persona ganadora es parte de la soluci¨®n. Una persona perdedora es parte del problema'. Qu¨¦ tiempos.
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