La encrucijada colombiana del presidente Uribe
La econom¨ªa debe crecer un 4% anual para situarse a un nivel todav¨ªa inferior al de 1995, seg¨²n dos estudios del Banco Mundial
Las guerrillas, los paramilitares, el narcotr¨¢fico y el desenga?o pol¨ªtico, la violencia generalizada y una guerra interna de 39 a?os han causado en Colombia la masiva salida de profesionales, el acobardamiento inversor, y una crisis que sepult¨® en la pobreza al 64% de sus 40 millones de habitantes y retrotrajo la renta per c¨¢pita a ¨ªndices inferiores a los de 1992.
Los economistas se preguntan c¨®mo va a financiar 1.000 millones de d¨®lares anuales en nuevo gasto militar sin ensanchar el d¨¦ficit fiscal
El pa¨ªs necesita aprobar una reforma fiscal y de pensiones en un ambiente de crecimiento escaso y en un clima deteriorado de seguridad
Colombia necesita un crecimiento anual del 4% en su maltrecha econom¨ªa, al menos hasta 2010, para situarse en un nivel a¨²n inferior al de 1995, seg¨²n dos estudios del Banco Mundial. No lleva camino de hacerlo. En 2001, el PIB sum¨® un magro 1,56%, y a pesar de los esfuerzos oficiales para contener las adversidades, este a?o quiz¨¢s alcance el 2,2%. El futuro no es halag¨¹e?o mientras persistan la incertidumbre y la sangr¨ªa.
Acompa?ado por matanzas y secuestros, el nuevo presidente electo, ?lvaro Uribe, acometer¨¢ durante cuatro a?os, y a partir de su investidura el 7 de agosto, desaf¨ªos herc¨²leos: pacificar el pa¨ªs, cerrar la brecha fiscal, crear empleo e inversi¨®n y prosperar sin retrocesos. Para ello deber¨¢ aplicar reformas de fondo impopulares, y otras, en su opini¨®n, necesarias y ejemplares, como es la aplicaci¨®n del C¨®digo Penal a los evasores de impuestos. Siendo gobernador de Antioquia no le tembl¨® el pulso al despedir a m¨¢s de mil empleados p¨²blicos. Como el resto de Am¨¦rica Latina, Uribe intentar¨¢ la cuadratura del c¨ªrculo: m¨¢s inversiones sociales y mayor austeridad en el gasto, sin multiplicar un endeudamiento interno y externo que se dispar¨® hasta cerca de los 40.000 millones de d¨®lares.
Al comienzo de los mandatos presidenciales, el equipo entrante siempre se las promete felices, y el empresario Mauricio Botero, uno de los colaboradores de Uribe, sue?a con un sustancial incremento del flujo de inversi¨®n extranjera y con la reactivaci¨®n de la demanda interna. Crecer a un promedio del 6% es casi alcanzar la Luna y obligar¨ªa a un aumento de la inversi¨®n del 25% en proporci¨®n a los ingresos. Seg¨²n Botero, se intentar¨¢ promover el ahorro interno hasta el 20%. El recorte del aparato estatal aportar¨ªa m¨¢s de 1.200 millones de d¨®lares, cuyo nuevo destino ser¨ªa el subsidio de sectores como la construcci¨®n y la agricultura. Uribe quiere reducir los impuestos sobre las n¨®minas para estimular el empleo de menores de 25 a?os y mayores de 50.
Cerca de la mitad de los trabajadores colombianos vive en la econom¨ªa sumergida. Problemas sociales y econ¨®micos no resueltos, entre ellos una reforma agraria integral y la implantaci¨®n de un verdadero Estado de derecho, subyacen en el origen de un conflicto que envenena el mundo de los negocios, e incorpor¨® en su funcionamiento a los grupos ilegales, a la subversi¨®n de todo tipo, que ya act¨²an como entes reguladores'. Los secuestros de empresarios, los impuestos revolucionarios, la extorsi¨®n, la corrupci¨®n y el miedo son factores que explican parte del estancamiento y ocasionan unas p¨¦rdidas anuales del orden de los 4.500 millones de d¨®lares.
Son muchas las reformas pendientes, y las aplicadas distan de haber solucionado los problemas. Un ejemplo: a los 40 a?os de haberse constituido, los beneficios del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora) son discutibles. 'La mayor¨ªa de los que recibieron tierras cayeron en la pobreza, las abandonaron o las entregaron el sector financiero en pago de deudas', se?ala el profesor Absal¨®n Machado en su libro 'Colombia, tierra y paz. Quienes medraron fueron los propietarios que vendieron, a precios elevados, tierras de mala o regular calidad, a los gobiernos o a funcionarios instalados en la corrupci¨®n o el clientelismo pol¨ªtico.
Las causas de la crisis y del ¨¦xodo hacia las ciudades son diversas. El nuevo Gobierno, seg¨²n algunos analistas, deber¨¢ atender los asuntos econ¨®micos antes que a la reforma pol¨ªtica para evitar complicaciones. Manuel Salazar, experto en planificaci¨®n, sostiene que un gasto superior a la disponibilidad de recursos origin¨® los principales trastornos, agravados por la corrupci¨®n y la violencia, que destruyen capital financiero y f¨ªsico.
Recesi¨®n y desplome
La recesi¨®n posterior a 1996 caus¨® un desplome, y un a?o despu¨¦s de que asumiera el poder Andr¨¦s Pastrana (1998-2002), el PIB cay¨® a un 4,5% bajo cero. 'Incluso si el crecimiento positivo se restablece pronto, volver a los niveles de pobreza de 1995 llevar¨¢ m¨¢s de una d¨¦cada', dice Carlos Eduardo V¨¦lez, director del equipo que prepar¨® el informe del banco. Pese a los terribles atrasos, entre ellos la existencia de 2,5 millones de ni?os y adolescentes sin escolarizar o apenas alfabetizados, Colombia mejor¨® el rendimiento escolar, la expectativa de vida, la cobertura m¨¦dica, los ¨ªndices de mortalidad y desnutrici¨®n infantil, y redujo la explotaci¨®n de menores.
Una gota en el oc¨¦ano, seg¨²n el pesimismo, que cita a los cerca de dos millones de nacionales desplazados por una violencia que dif¨ªcilmente terminar¨¢ con Uribe. Mientras, millones de d¨®lares huyeron del pa¨ªs y no es probable que vuelvan pese a los incentivos prometidos. El abogado Uribe, doctorado en Gerencia y Administraci¨®n en Oxford Harvard, arrancar¨¢ con un gran apoyo social, y mayor¨ªa en el Congreso, despu¨¦s de haber ganado la presidencia en la primera vuelta del pasado domingo, pero su luna de miel con el electorado ser¨¢ breve porque debe ejecutar cambios cruciales, seg¨²n anticipa la calificadora Standard & Poor's.
El pa¨ªs necesita aprobar una reforma fiscal y de pensiones en un ambiente de escaso crecimiento, endeudamiento creciente y un deteriorado clima de seguridad. 'Ser¨¢ dif¨ªcil ponerlas en vigencia, en especial tras el aumento impositivo de 2001', se?al¨® Richard Francis, de Standard & Poor's. Los recortes de gastos sustantivos, no los de car¨¢cter pedag¨®gico, como el ahorro de papel o m¨®viles, ser¨¢n dif¨ªciles de acometer al observarse fuertes presiones hacia la aprobaci¨®n de partidas militares m¨¢s cuantiosas. La requerida por un ej¨¦rcito profesional de 100.000 soldados, 46.000 m¨¢s que la dotaci¨®n actual, seg¨²n una de las promesas de Uribe.
Economistas e inversionistas se preguntan c¨®mo financiar¨¢ los mil millones de d¨®lares anuales en nuevo gasto militar sin ensanchar un d¨¦ficit fiscal (la diferencia entre lo que gasta el pa¨ªs y lo que ingresa) que llegar¨¢ al 4,7% del PIB a finales de a?o, seg¨²n estimaciones privadas. Paralelamente, el presidente electo gestionar¨¢ un nuevo cr¨¦dito de mil millones de d¨®lares para tratar de mejorar el bienestar social. Si quiere lograrlo deber¨¢ presentar ante los organismos multilaterales las cuentas hechas, y un programa de acci¨®n coherente, alejado del populismo.
Mar¨ªa Ang¨¦lica Arbel¨¢ez, investigadora asociada de Fedesarrollo, piensa que sin ajustes de sus finanzas p¨²blicas, que comienzan a ser inviables, Colombia puede sufrir a una crisis econ¨®mica sin precedentes.
La bomba de relojer¨ªa de la deuda
La deuda, aunque menos acuciante que la de otros pa¨ªses de la regi¨®n y menos desestabilizadora que la de Argentina, es una bomba de relojer¨ªa. A mitad de los noventa significaba el 30% del PIB, y casi se ha doblado al superar, en septiembre, el 50% del PIB (90.000 millones de d¨®lares este a?o, seg¨²n datos oficiales). Pastrana, que control¨® los tipos de inter¨¦s y de cambio, y la inflaci¨®n (que baj¨® del 20,3% en 1998 a un 5,5%), efectu¨® correcciones meritorias para atenuar los efectos de la deuda a corto. Empero, el problema, de no completar el ajuste, puede llegar a ser inmanejable. La firma Moody's redujo su calificaci¨®n de la deuda colombiana de estable a negativo y Standard & Poor's, espera el contenido del programa econ¨®mico del nuevo Gobierno para pronunciarse. ?lvaro Uribe, en una reuni¨®n con corresponsales extranjeros, pidi¨® la colaboraci¨®n de EE UU, su principal socio comercial, para que medie ante los organismos multilaterales en el tema de la deuda de la quinta mayor econom¨ªa latinoamericana. Colombia disfruta de un acuerdo de facilidades extendidas a tres a?os con el FMI, que expira a finales de 2002, vinculado a un cr¨¦dito por 2.700 millones de d¨®lares a¨²n sin utilizar. Las reservas nacionales, a mediados de mayo, eran de 10.562 millones de d¨®lares, casi 1.000 millones m¨¢s de las calculadas por el FMI en el contrato.
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