Un laudo pone fin a una semana sin autobuses en Barcelona
Se acab¨® la huelga. Los autobuses de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) circulan de nuevo, desde esta madrugada, por las calles de las poblaciones a las que dan servicio (Barcelona y su ¨¢rea de influencia). As¨ª lo decidieron ayer en asamblea los 2.500 trabajadores de la plantilla, aunque no por unanimidad, aceptando el laudo impuesto tras una semana en la que los conductores se han negado a cumplir los servicios m¨ªnimos impuestos por el Gobierno catal¨¢n. La votaci¨®n, a mano alzada, fue favorable al acatamiento del laudo. El resultado provoc¨® el descontento y la indignaci¨®n de algunos de los presentes que criticaron al comit¨¦ de huelga 'por haber cedido'. Un grupo exigi¨® una urna, pero no se le hizo caso.
Los trabajadores de TMB acudieron a la asamblea con antelaci¨®n. Agrupados en corrillos, apuraban el tiempo que les quedaba hasta la hora de la votaci¨®n sopesando las opciones que ten¨ªan. Pero lo cierto es que la mayor¨ªa lo ten¨ªa muy claro y, aunque con resignaci¨®n, se mostraba partidaria de volver al trabajo a partir de esta madrugada, cuando entra en vigor el laudo dictado por el ¨¢rbitro designado por el Gobierno catal¨¢n, el presidente del Consejo Econ¨®mico y Social de Catalu?a, Rafael Hinojosa.
Hab¨ªa dos razones que empujaban a los trabajadores a restablecer el servicios. La primera: eran conscientes de que no hab¨ªa otra salida si no quer¨ªan ser despedidos, porque el laudo es de obligado cumplimiento. De no respetarse, el paro ser¨ªa ilegal y supondr¨ªa el despido procedente. La otra: el compromiso de TMB de retirar los 250 expedientes disciplinarios que ha abierto a los conductores que han incumplido los servicios m¨ªnimos en la segunda semana de la huelga.
Contra la huelga general
Pero la voluntad que se percib¨ªa un¨¢nime parec¨ªa que iba a quebrarse nada m¨¢s empezar la asamblea, porque el des¨¢nimo era general y las arengas del presidente del comit¨¦ de empresa y de huelga, Jos¨¦ Antonio Mu?oz, s¨®lo parec¨ªan convencerle a ¨¦l mismo. Nadie aplaud¨ªa, nadie vitoreaba. El tono era de funeral.
Mu?oz pidi¨® a los conductores que no se sumen a la huelga general del pr¨®ximo 20 de junio.Luego tuvo que reconocer que hab¨ªan 'perdido la batalla' desde el punto de vista econ¨®mico, pero, dijo, 'queda mucha guerra por delante'. Sus palabras no fueron acogidas con entusiasmo por los trabajadores. Hab¨ªa quien ni siquiera compart¨ªa la opini¨®n de acatar el laudo.
El presidente del comit¨¦ de huelga intent¨® levantar los ¨¢nimos: 'Hemos ganado la batalla en parte, porque ha habido la unidad que la empresa no esperaba; hemos incumplido los servicios m¨ªnimos y no le hemos dejado otra salida que pedir un laudo. Entendemos que no nos hemos bajado los pantalones'. Ah¨ª sonaron los primeros pitos, claramente opuestos a las palabras de Mu?oz, que, sin dilatarse m¨¢s, sugiri¨® pasar a la votaci¨®n.
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