Un d¨ªa ni?o, al otro mendigo
Decenas de inmigrantes acogidos en Melilla se convierten en irregulares al alcanzar la mayor¨ªa de edad
Hafid Labtimi no guarda un buen recuerdo del d¨ªa en que cumpli¨® los 18 a?os. El pasado 14 de marzo no hubo regalos ni fiesta en el centro de menores en el que viv¨ªa en Melilla desde principios de 2001. Alcanzar la mayor¨ªa de edad le hizo pasar de menor a mendigo, de adolescente extranjero protegido por las instituciones de Melilla a tener que sobrevivir lavando coches y dormir en parques. Adem¨¢s, pod¨ªa ser expulsado de Espa?a.
Es un chico del que se puede decir que es guapo, que habla quedo y no aparenta los 18 a?os reci¨¦n cumplidos. Dice que naci¨® en Fez y que lleg¨® a Melilla hace alrededor de cuatro a?os. Hafid asegura que siempre ha so?ado con vivir en Espa?a. 'En cualquier sitio, s¨®lo quiero buscarme la vida, buscarme la vida nada m¨¢s', aseguraba el viernes con su castellano no demasiado bueno y sentado a la sombra de un ¨¢rbol en el centro de Melilla.
Su primer registro oficial en Melilla tiene fecha del 1 de junio de 2001 y es la orden de acogimiento residencial en el centro Hogar del Puerto, dependiente de la Consejer¨ªa de Bienestar Social. El d¨ªa de su cumplea?os, una carta de igual membrete le anunciaba que ¨¦se centro ya no era su cobijo. Que ya era legalmente un hombre y que ahora se le aplicaban otras leyes. El futuro, el sue?o de Hafid de vivir en Espa?a quedaba as¨ª en manos de la Delegaci¨®n del Gobierno.
El 24 de abril pasado, el ese d¨ªa delegado accidental del Gobierno en Melilla, Francisco Avanzini de Rojas, firm¨® la resoluci¨®n que denegaba la C¨¦dula de Inscripci¨®n y el Permiso de Residencia Temporal para el muchacho 'al sobrevenir nuevas circunstancias que modifican sustancialemente las que sirvieron de base legal para formular la solicitud'. Esto es, que Hafid hab¨ªa cumplido los 18 a?os y la petici¨®n del permiso de Residencia Temporal por parte de los servicios sociales de Melilla se hizo cuando ¨¦ste era menor. La Consejer¨ªa de Bienestar Social present¨® la solicitud el pasado 20 de febrero, cuando faltaban tan s¨®lo tres d¨ªas para cumplirse un a?o desde que acogieron al chaval y menos de un mes para que ¨¦ste llegara a la mayor¨ªa de edad.
Un insulto a las leyes
El presidente de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de la Infancia, Jos¨¦ Palaz¨®n, asegura que todo esto no es m¨¢s que un insulto al esp¨ªritu de las leyes, ya que ¨¦stas fijan que el menor extranjero tiene derecho a su Permiso de Residencia y que, al cumplir los 18, la renovaci¨®n de ¨¦ste ser¨ªa pr¨¢cticamente autom¨¢tica, un mero tr¨¢mite administrativo. A su juicio, la tardanza de las autoridades melillenses en presentar las solicitudes para los menores es intencionada. As¨ª, ¨¦stos llegan a la mayor¨ªa de edad y, por lo tanto, cambia sustancialmente la base legal por la que se pidi¨® el permiso. Sin ¨¦l, pueden ser expulsados de Espa?a.
El caso de Hafid, uno entre decenas, est¨¢ en los tribunales y se ha elevado una queja al Defensor del Pueblo. Hafid sigue so?ando con trabajar en Espa?a y limpia los coches. Alg¨²n d¨ªa quiere repararlos. Durante su estancia en el centro del Hogar del Puerto realiz¨® un curso de mec¨¢nico. Espera que alguien le ofrezca un contrato de trabajo y as¨ª poder quedarse en Espa?a. No es de los que recurre al truco de una falsa orfandad para ablandar corazones. Simplemente asegura que su familia era muy pobre y que ¨¦l no quer¨ªa vivir as¨ª.
Decidi¨® 'buscarse la vida' y pas¨® la frontera -'era muy f¨¢cil, entonces no hab¨ªa ni alambres'-. All¨ª sobrevivi¨® y finalmente fue acogido en un centro que le dio comida, vestido y educaci¨®n. Pero ahora no ve ese periodo con cari?o. No entiende esa lenta y esquizofr¨¦nica agon¨ªa. 'Para qu¨¦ ir al centro si luego te vas a la calle'. ?l ya lo pas¨®, pero hay decenas de chicos marroqu¨ªes en Melilla que no quieren que llegue su cumplea?os.
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