El para¨ªso de Ra¨²l
'En este torneo me siento futbolista', afirma el l¨ªder de la selecci¨®n
Ra¨²l est¨¢ como nunca. No s¨®lo en el terreno de juego. Se le nota encantado. Antes y despu¨¦s de la victoria sobre Eslovenia. Encadena sonrisas, mira al frente y la comisura de sus labios est¨¢ relajada. Es otro. Y tiene su explicaci¨®n: 'En este Mundial me siento futbolista'. Algo que se le escap¨® de las manos en su negativa experiencia anterior, en la volc¨¢nica concentraci¨®n de Francia 98. Entonces, 'con tantos nervios, tensiones e inquietudes', se sinti¨® vac¨ªo.
'Realmente, en Francia, cuando me puse a pensar en el Mundial resulta que ya estaba en casa vi¨¦ndolo por la tele. Era como si no hubiera estado. Me pon¨ªa a recordar y no me quedaba con nada positivo', dice. Esta vez, desde que hizo la maleta en Madrid, se jur¨® que ser¨ªa diferente. ?l es futbolista por los cuatro costados y, como tal, es consciente de que no hay nada m¨¢s grande que un Mundial. En Corea del Sur su prop¨®sito es otro: 'Tanto yo como mis compa?eros queremos que cuando nos encontremos dentro de 20 a?os nos digamos: 'Oye, te acuerdas lo que disfrutamos en Asia'.
Y hasta la fecha asegura que est¨¢ disfrutando de lo lindo. Aplaude, con aparente sinceridad, todo lo que le rodea: 'Esta vez hay un plus de buena convivencia, de buen ambiente entre todos, entre los jugadores y los periodistas. Por eso mis sensaciones son muy buenas. Me gusta el lugar de concentraci¨®n, los estadios. Estoy muy a gusto con todo lo que me rodea'.
Desde su salto al ruedo en el Madrid, no se recordaba a un Ra¨²l tan fresco, optimista y dicharachero. Quiere saborearlo todo: lo que ocurre en Corea y lo que acontece en Espa?a, donde el pasado domingo su hijo vio el encuentro con la camiseta espa?ola puesta. Ra¨²l se interes¨® por tomar el pulso a la afici¨®n y su familia le transmiti¨® buenas vibraciones: 'Me han dicho que por las calles no hab¨ªa nadie a la hora del partido. Me encanta saber que la gente se engancha a la selecci¨®n. Pero debemos ser conscientes de que ¨¦sa es una responsabilidad de los jugadores'. Al aludir a su familia -su esposa espera el segundo hijo-, el delantero reflexiona en voz alta: 'Quiero que la distancia sirva al menos para algo que haya merecido la pena'. De momento, no se pone freno. Como m¨ªnimo sue?a con celebrar en estas tierras su 25? cumplea?os el d¨ªa 27. Si sopla las velas como quiere, significar¨¢ que Espa?a est¨¢ en la final.
Respecto al choque con Eslovenia, el cuarto partido mundialista de Ra¨²l y su segundo gol, tras el que hizo el 13 de junio de 1998 en Nantes al nigeriano Rufai, el madridista enfatiza que el gran ¨¦xito de Espa?a estuvo en la posesi¨®n de la pelota. 'En algunos momentos estuvimos precipitados. Luego, vinos que en cuanto toc¨¢bamos diez o quince veces el bal¨®n los eslovenos sufr¨ªan y cre¨¢bamos ocasiones. Somos un equipo que sufre si no tiene el bal¨®n'.
?ste fue uno de los aspectos en los que m¨¢s ¨¦nfasis se puso en el descanso. Todos coincidieron en que el equipo necesitaba tener m¨¢s la pelota y percutir por las bandas, cegadas buena parte del partido por las ataduras de los laterales. F¨ªsicamente, Ra¨²l tambi¨¦n dijo haberse encontrado igual de bien que sus compa?eros a pesar de la humedad, que golpea con fuerza en esta zona del sureste asi¨¢tico: 'Ya desde por la ma?ana, en el hotel, not¨¢bamos que no par¨¢bamos de sudar. Ten¨ªamos un calor muy pegajoso. Por ello nos hidratamos muy bien antes del encuentro'.
Cerrada una herida que duraba 52 a?os, lo que Espa?a ha tardado en sonre¨ªr en el primer partido de un Mundial, Ra¨²l est¨¢ convencido de que la selecci¨®n 'ir¨¢ a m¨¢s porque ha ganado en confianza y seguridad': 'A peor no vamos a ir, seguro, aunque hay que contener la euforia porque s¨®lo se ha vencido a Eslovenia. Hay que tom¨¢rselo partido a partido, pero pensando que, si controlamos el bal¨®n, tenemos muchas posibilidades'.
A la espera de acontecimientos, Ra¨²l seguir¨¢ a lo suyo. Esta vez nadie le har¨¢ sentirse prisionero del f¨²tbol. Se siente futbolista y, por fin, ha tenido el agradable cosquilleo al pensar que 'en un torneo como ¨¦ste, cuando se juega un partido, el mundo entero est¨¢ pendiente'. Se siente futbolista y quiere divertirse: 'Los nervios para los que est¨¢n fuera. Yo, a disfrutar'. Desde que Camacho le invitara a tirar del carro, Ra¨²l es otro.
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