'Quiero cambiarle la camiseta a Chilavert'
Casillas expresa su admiraci¨®n por el portero que le ha estado provocando los ¨²ltimos d¨ªas
La inocencia de Casillas es a veces su mejor arma. Hoy, por ejemplo, saldr¨¢ al campo ilusionado con pedirle la camiseta a Jos¨¦ Luis Chilavert, el capit¨¢n paraguayo, que se ha pasado toda la semana provoc¨¢ndolo en p¨²blico. El portero de Espa?a es transparente, ani?ado y tierno. Tanto que si lo amenazan no responde, ni se irrita, ni pierde los nervios. 'Que empiece a temblar', le dijo Chilavert, accionando la guerra psicol¨®gica. 'Tiene una gran personalidad', respondi¨® ayer Casillas; 'y cuando termine el partido me gustar¨ªa cambiarle la camiseta'.
'Chilavert tiene una gran personalidad', dijo ayer Casillas; 'y creo que cada uno puede decir lo que quiera. Yo creo que ¨¦l es uno de los mejores porteros del mundo. Ha influido mucho en la forma de jugar porque ha demostrado que los porteros no s¨®lo est¨¢n para parar, sino que pueden jugar con el pie, tirar faltas y penaltis'.
El Mono Navarro Montoya, el Mono Burgos, el portero de la selecci¨®n colombiana -C¨®rdoba-, el portero de la selecci¨®n argentina Cavallero, y muchos otros han sido v¨ªctimas de la facultad de Chilavert para sacar de quicio a los rivales. Con 60 goles anotados, el paraguayo es el guardameta m¨¢s goleador de la historia.
Sin embargo, Casillas estaba tranquilo ayer por la tarde. Hablaba de que su objetivo era 'llegar hasta el final' del Mundial. O sea, ganarlo. Lo dec¨ªa como si se tratase de un campeonato de pocha. Como si no advirtiera que lo que Paraguay prepara es un ataque directo contra su flanco m¨¢s d¨¦bil: el juego a¨¦reo.
Paredes, Cardozo, Gamarra, Ayala y Santa Cruz se lanzaban en tropel, saltaban y cabeceaban los centros del Chiqui Arce al ¨¢rea imaginaria de Espa?a. Los tiros de falta se repitieron una, dos, tres, decenas de veces, bajo los techos en forma de abanico del estadio de Jeonju. Para concluir, Chilavert insisti¨® en lanzar tiros libres. Es una obsesi¨®n que lo empuja a ensayar esta suerte hasta la saciedad. Quiere marcarle un gol a Espa?a. Y aunque ayer dijera que el t¨¦cnico decidir¨¢ si lanza o no las faltas directas, lo cierto es que est¨¢ metiendo mucha presi¨®n a Cesare Maldini para que le deje hacerlo, arriesg¨¢ndose a un contragolpe.
En el ¨²ltimo entrenamiento, Camacho mantuvo la inc¨®gnita sobre si Morientes o Trist¨¢n -o ninguno de los dos- jugar¨¢n en la punta ante Paraguay.
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