Yussufi pide al ministro de Religi¨®n que ponga orden en las mezquitas

Los socialistas marroqu¨ªes, el principal partido del Gobierno de coalici¨®n que encabeza el primer ministro, Abderram¨¢n Yussufi, han pedido al titular de la cartera de Asuntos Religiosos, Abdelkebir Alaui Mdaghri, que ponga orden en las mezquitas donde los integristas se est¨¢n haciendo fuertes. En Marruecos es el ministro de Asuntos Religiosos, nombrado directamente por el rey, el que designa a los imames al frente de los templos.

'Hay un verdadero problema en numerosas mezquitas en las que los predicadores est¨¢n sometidos a las presiones cotidianas de los integristas. Hay tambi¨¦n algunas mezquitas en las que los predicadores son, y as¨ª lo confiesan ellos mismos, partidarios del discurso obscurantista. Lo que hay que preguntarse hoy d¨ªa es por qu¨¦ se est¨¢ dejando a los integristas adue?arse poco a poco de las mezquitas'.

El diario socialista Lib¨¦ration, que dirige el ministro Mohamed el Yazghi, lanz¨® la semana pasada este llamamiento secundado inmediatamente por Al Ittihad Al Ichtiraki, el peri¨®dico del que es director Yussufi. A la denuncia se sum¨® otro rotativo, Al Bayan, el ¨®rgano de los antiguos comunistas.

Ambas formaciones consideran al titular de Asuntos Religiosos responsable de esta situaci¨®n preocupante porque es el encargado de nombrar y remunerar a los predicadores que son funcionarios de su ministerio.

El ministro rechaz¨® la acusaci¨®n, publicando un comunicado en otro peri¨®dico, At Tajdid, ¨®rgano de los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo. Argument¨® que la situaci¨®n en las mezquitas no era la descrita por la izquierda y dio a entender que si sus militantes acudiesen con m¨¢s frecuencia a rezar en los templos conocer¨ªan mejor su realidad.

La utilizaci¨®n de un peri¨®dico islamista, aunque comedido, para replicar a socialistas y ex comunistas suscit¨® una nueva oleada de cr¨ªticas. Pero lo que m¨¢s preocupa es que miembros de un mismo Ejecutivo polemizan a trav¨¦s de la prensa.

El asunto vuelve a replantear el funcionamiento de un Gobierno en el que cuatro ministros -los titulares de Exteriores, Justicia, Interior y Asuntos Religio-sos- son nombrados por el monarca. Esa facultad resta cohesi¨®n al Ejecutivo.

No es la primera vez que los socialistas marroqu¨ªes arremeten contra una persona cercana al soberano. En los ¨²ltimos cinco meses lo han hecho en otras dos ocasiones. La primera, en enero, cuando criticaron al consejero real Andr¨¦ Azulay quien hab¨ªa achacado la mala racha que atraviesa la econom¨ªa marroqu¨ª a la inexperiencia de los socialistas. El mes pasado Al Ittihad Al Ichtiraki atac¨® al jefe del principal servicio secreto (DST), el general Hamidu Laanigri, por arrogarse el derecho a secuestrar una revista.

La izquierda est¨¢, desde luego, preocupada por la utilizaci¨®n de las mezquitas para impulsar el islamismo y m¨¢s en v¨ªsperas de unas elecciones generales previstas para septiembre. Los socialistas aprovechan, sin embargo, la ocasi¨®n para ajustar cuentas con los islamistas que la semana pasada fueron sus principales detractores por haber aceptado la presencia de una delegaci¨®n de laboristas israel¨ªes en la reuni¨®n de la Internacional Socialista que patrocinaron en Casablanca.

Las autoridades marroqu¨ªes s¨ª han actuado contra las mezquitas no oficiales que estos ¨²ltimos tiempos est¨¢n proliferando. Abu Hafs, el imam de una de ellas en Fez, fue condenado en mayo por decir de Osama bin Laden que es el 'orgullo de los musulmanes'. 'No formo parte de esos ulemas del rey que s¨®lo saben hablar de la herencia, del periodo de las mujeres y del parto', explic¨® en una entrevista a la revista As Sahifa.