Cuatro halcones peregrinos regular¨¢n la poblaci¨®n de palomas en el cielo de Girona

La azotea de uno de los edificios m¨¢s altos del casco urbano de Girona, conocido popularmente como el bolet , se convertir¨¢ en el centro de operaciones de cuatro halcones peregrinos que deber¨¢n regular el incremento desmesurado de las colonias de aves urbanas como las palomas y los estorninos.

Las cuatro cr¨ªas tienen ahora 30 d¨ªas. A los 45 d¨ªas se lanzar¨¢n al vac¨ªo desde el edificio de 13 pisos, asimilable a los despe?aderos de su h¨¢bitat natural, para emprender sus primeros vuelos. A los 70 d¨ªas iniciar¨¢n sus primeras escaramuzas de caza. De momento, los criadores les proporcionan codornices desplumadas como comida habitual.

El proyecto de reintroducci¨®n de esta ave en peligro de extinci¨®n tuvo su primer cap¨ªtulo en Girona el a?o pasado, cuando se liberaron otros cuatro ejemplares desde el campanario de la iglesia de Sant Feliu. Esta iniciativa se ha saldado con ¨¦xito, puesto que una pareja se ha establecido en el caracter¨ªstico campanario. Por los restos hallados en su nido, se ha podido constatar que los halcones cumplen perfectamente su funci¨®n de control biol¨®gico sobre las aves de su entorno, ya que el 30% de sus v¨ªctimas son palomas, el 17% estorninos y el 10% garzas. El resto del producto de su caza son especies muy variadas, entre las que se encuentran aves migratorias.

Estos halcones, que durante sus primeros a?os acostumbran a cubrir largas distancias, tienen una esperanza de vida de entre 10 y 15 a?os. Los criadores conf¨ªan en que pronto puedan tener sus cr¨ªas en libertad y los halcones se conviertan en un hu¨¦sped habitual de los cielos de Girona que ayude a controlar la poblaci¨®n, sobre todo, de palomas, un animal que en grandes cantidades ensucia enormemente su h¨¢bitat.