Una mirada criolla que aspira a retratar la realidad cubana
'Entre ciclones' es una coproducci¨®n hispano-cubana.
Bajo el sol abrasador de La Habana, en pleno verano tropical, se rueda estos d¨ªas Entre ciclones, comedia criolla -pero no ligera- que aspira a atrapar la vida cubana de hoy d¨ªa sin ocultar su lado m¨¢s oscuro y cutre. Se trata del primer largometraje del realizador Enrique Colina, autor tambi¨¦n del gui¨®n, quien considera inaplazable 'hacer una reflexi¨®n sobre diversos aspectos de la realidad, sobre todo en un momento como el actual, cuando todo est¨¢ marcado por la incertidumbre'. La pel¨ªcula tiene un presupuesto de 1,20 millones de euros y es una coproducci¨®n entre el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢fica y las espa?olas IGELDO y Via Digital, que en el pasado ya han apostado por el cine made in Cuba.
Entre ciclones cuenta la historia de Tom¨¢s, un joven a quien un hurac¨¢n desploma el cuartucho en que vive el d¨ªa antes de obtener un trabajo que le permitir¨ªa salir de su ambiente marginal. 'Tom¨¢s quiere escapar, superar el mundo hostil que le rodea, pero encuentra cien mil obst¨¢culos. Est¨¢ marcado por las circunstancias, lo que le rodea puede m¨¢s que ¨¦l', cuenta durante un descanso Mijail Mulkay, el actor que le da vida.
La escena que se filma hoy es la del derrumbe y la locaci¨®n del solar del Convento, una cuarter¨ªa de La Habana Vieja donde viven 40 familias en condiciones inveros¨ªmiles. 'La realidad deja p¨¢lida a la ficci¨®n', dice uno de los t¨¦cnicos de luces. No miente: parece que en verdad ha pasado un hurac¨¢n por esta corrala donde a esta hora de la tarde se apilan ni?os, mujeres en bata de casa y rulos y hombres con los brazos cruzados -en horario de trabajo-. La construcci¨®n de madera, cart¨®n y yeso que se ha hecho para el rodaje ya se ha rifado entre los inquilinos del solar; 'est¨¢ mejor que muchas de las casas de aqu¨ª', dice uno de ellos.
Adversidad para la utop¨ªa
Entre ciclones retrata tambi¨¦n esta realidad, pero no de forma gratuita. No se trata de dar una imagen tremendista', dice Colina, 'sino de reflexionar sobre una realidad que es como es, en un tiempo hist¨®rico en que todas las condiciones son adversas para los proyectos ut¨®picos'. La pel¨ªcula se desarrolla en la Cuba actual, una Cuba en la que conviven empresas mixtas, rockeros, peluqueras y tambi¨¦n militantes ortodoxos que trabajan en compa?¨ªas de tel¨¦fonos estatales en proceso de modernizaci¨®n, como la de Tom¨¢s.
'Para ¨¦l, este trabajo de telef¨®nico es la oportunidad de salir de sus miserias, pero al quedarse sin techo se ve enmara?ado en una serie de relaciones amorosas conflictivas, incluida con la consabida extranjera salvadora', explica uno de los actores de Entre ciclones. En crisis con su empleo y su vida personal, las desgracias de Tom¨¢s se agravan cuando su hermano, Miguel, que acaba de salir de la c¨¢rcel, lo complica en un hecho delictivo que amenaza su futuro y su voluntad de cambiar de vida.
Colina no pretende que su pel¨ªcula sea un 'retrato descarnado' de la realidad cubana actual, ni tampoco que d¨¦ una visi¨®n 'edulcorada' de lo que est¨¢ sucediendo en la isla. 'Entre ciclones cuenta simplemente la historia de un muchacho que en un momento determinado de su vida trata de salir adelante y para ello, para salvar lo salvable de la realidad, ha de plantearse el car¨¢cter conflictivo del medio que le rodea'.
No es una casualidad que el filme comience en el preciso instante en que La Habana es azotada por un hurac¨¢n. Y tampoco que termine cuando otra tremenda tormenta se acerca a la isla con toda su carga de incertidumbre. En Cuba, durante la temporada cicl¨®nica, uno lo puede perder todo: la casa, el trabajo, la cabeza incluso.
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