Otro Kennedy en el banquillo
Un primo de la saga 'maldita', culpable de asesinar a una joven 27 a?os despu¨¦s del crimen
El veredicto cay¨® con 27 a?os de retraso. Michael Skakel, hijo de una respetable y adinerada familia de Connecticut y unido por parentesco pol¨ªtico al clan Kennedy, fue hallado culpable ayer del asesinato de su amiga y vecina Martha Moxley, ocurrido en 1975 cuando ambos ten¨ªan 15 a?os. Nadie esperaba un veredicto de culpabilidad. Pese a que Skakel vivi¨® a la sombra del sangriento crimen durante casi tres d¨¦cadas, no exist¨ªan pruebas materiales contra ¨¦l. Sus testimonios contradictorios a lo largo de estos a?os y el peso de las circunstancias convencieron finalmente al jurado.
'La vida de Michael ha sido un infierno durante 27 a?os. Est¨¢ claro que su conciencia le ha estado persiguiendo todo el tiempo', aseguraba ayer ante las c¨¢maras el hermano de la v¨ªctima, John Moxley. 'No s¨¦ si ha sido una suerte o una desgracia tener un nombre importante relacionado con estre caso', reconoc¨ªa emocionada y agradecida su madre, Dorothy, que desde la muerte de su hija luch¨® por llevar el caso ante los tribunales.
Skakel golpe¨® con un palo de golf a su amiga hasta matarla. Su familia le proporcion¨® coartada
El nombre de Kennedy, la brutalidad del asesinato y el escenario del drama, Greenwich, un adinerado barrio residencial de las afueras de Nueva York, mantuvieron el crimen en la actualidad durante todo este tiempo. Michael Skakel es sobrino de Ethel Skakel Kennedy, viuda de Robert Kennedy, el fiscal general y candidato a la presidencia asesinado en 1968, y sol¨ªa alternar a menudo con los miembros del clan.
Fue su proximidad con la familia maldita la que de alguna forma provoc¨® su ruina. En 1997 empez¨® a preparar un libro sobre su vida como sobrino de. En una de las entrevistas que dio entonces al escritor con el que colaboraba revivi¨® aquel 30 de ocubre de 1975, cuando Martha Moxley desapareci¨®. Su versi¨®n no se parec¨ªa en nada al testimonio que hab¨ªa dado entonces a la polic¨ªa. Se describ¨ªa a s¨ª mismo como un drogadicto y un borracho que aquella noche, incapaz de dormir, hab¨ªa estado masturb¨¢ndose en el arb¨®l bajo el cual se encontr¨® el cad¨¢ver de la adolescente, medio desnuda.
Skakel hab¨ªa sido uno de los principales sospechosos desde el principio. El arma del crimen, un palo de golf con el que Martha fue salvajemente asesinada, pertenec¨ªa a su madre. Pero Skakel ten¨ªa una coartada: su familia declar¨® que hab¨ªa pasado la velada en casa de su primo, a varias manzanas de la mansi¨®n de los Moxley, donde apareci¨® Martha a la ma?ana siguiente. Ninguna prueba material pudo demostrar su culpabilidad, ni huellas dactilares, ni restos de semen, nada.
Las sospechas se dirigieron durante un tiempo hacia su hermano mayor, Thomas, y su tutor, Kenneth Littleton, un hombre con graves problemas ps¨ªquicos que en una ocasi¨®n confes¨® haber intentado suicidarse en el mar, esperando a que le devoraran los tiburones.
Pero Michael Skakel nunca pudo librarse de la sombra de la duda. Internado en una escuela especial para adolescentes con problemas, confes¨® haber cometido el crimen a uno de sus compa?eros (que no pudo comparecer en el juicio porque muri¨® de una sobredosis de hero¨ªna el a?o pasado). 'Puedo librarme de cualquier cosa porque soy un Kennedy', le dijo. Luego, en 1977, asegur¨® a uno de los ch¨®feres de la familia que hab¨ªa hecho algo horrible e iba a suicidarse o salir del pa¨ªs.
Estos testimonios y la tenacidad de la familia Moxley convencieron a la polic¨ªa para reabrir el caso en 1991. Era complicado. El crimen hab¨ªa sido cometido por un menor, pero se juzgaba a un adulto. Skakel fue detenido a principios de 2000, y despu¨¦s de cuatro semanas de deliberaciones, el jurado tard¨® tres d¨ªas en tomar su decisi¨®n. Durante la vista, la acusaci¨®n consigui¨® sembrar nuevas dudas sobre el paradero del sospechoso en la noche del asesinato.
'Michael es inocente y usar¨¦ hasta mi ¨²ltimo aliento para defenderle', declar¨® ayer ante las c¨¢maras su hermano menor, David. Los abogados ya han dicho que recurirr¨¢n el veredicto. La sentencia se conocer¨¢ el pr¨®ximo 19 de julio. Skakel se enfrenta a una pena m¨¢xima de cadena perpetua.
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