La Calzada del Gigante

Salimos de Dubl¨ªn, una ma?ana lluviosa del mes de abril, clima habitual en la zona, con direcci¨®n a Belfast y rumbo a la Calzada del Gigante, declarada patrimonio de la humanidad y situada en el condado de Antrim (Irlanda del Norte).

Dentro de la mitolog¨ªa celta existen al menos dos leyendas en torno a la calzada, y ambas describen c¨®mo fue construida por el gigante Finn McCool. En una se cuenta que la hizo para llegar hasta su amada, que viv¨ªa en la isla escocesa de Staffa, donde se ha encontrado el mismo fen¨®meno natural. Y la otra leyenda narra c¨®mo el gigante irland¨¦s la construy¨® para retar al escoc¨¦s a un combate de fuerza. Se dice que cuando el de Escocia fue derrotado, la calzada se hundi¨® bajo el mar, de ah¨ª que quedaran restos en ambos extremos de la misma.

Realmente, la Calzada del Gigante es un fen¨®meno geol¨®gico con m¨¢s de 37.000 columnas de basalto, en su mayor¨ªa hexagonales, que surgieron tras una erupci¨®n volc¨¢nica hace unos 60 millones de a?os.

La calzada, una visita muy recomendable a los viajeros a la isla, era poco conocida hasta que, a mediados del siglo XVIII, una artista local, Susanna Drury, pint¨® varios cuadros sobre ella. Hoy, los lienzos descansan en el Museo del Ulster, en Belfast.