'La reforma es una venganza pol¨ªtica del PP'
Pregunta. La reforma de las prestaciones por desempleo ha roto la l¨ªnea del di¨¢logo social que manten¨ªan con el Gobierno central. El PP asegura que hay razones pol¨ªticas.
Julio Ruiz. En Comisiones no hay ning¨²n arrepentimiento sobre los acuerdos que hemos alcanzado con el Gobierno y la patronal.Pero ahora los dos sindicatos hemos encontrado razones m¨¢s que suficientes para convocar la huelga general. Y claro que tiene un componente pol¨ªtico porque es una medida contra una acci¨®n del Gobierno, aunque no contra el Gobierno. Los sindicatos ni ponemos ni quitamos gobiernos, ni tenemos esa vocaci¨®n. Si el PP interpreta que esta huelga tiene un objetivo de favorecer a alg¨²n otro partido, es f¨¢cil de desmontar: retire usted la reforma y el 20 de junio no hay huelga.
'El nuevo sistema que sustituye al subsidio devuelve a los jornaleros a la posguerra'
'La desprotecci¨®n del contrato fijo-discontinuo castiga sobre todo a las trabajadoras'
Manuel Pastrana. La posici¨®n actual tiene mucho que ver con ese alarde que ha hecho el PP de su mayor¨ªa absoluta. Como dec¨ªa S¨¦neca, el vaso no se rebosa s¨®lo por la ¨²ltima gota. Desde hace dos a?os, el Gobierno tiene una pol¨ªtica con una orientaci¨®n muy clara: un mercado liberalizado y un sistema de protecci¨®n m¨ªnimo.
P. Los populares tambi¨¦n afirman que UGT ha arrastrado a Comisiones Obreras.
M. P. Niego eso.
J. R. La reforma laboral de 2001 fue rechazada contundentemente por ambos.
M. P. Por los dos sindicatos.
J. R. Es verdad que UGT abri¨® el debate hace un a?o de la necesidad de la huelga y en Comisiones se sigui¨® apostando por la negociaci¨®n en otras cuestiones. Era una diferencia leg¨ªtima. Ahora hay otra situaci¨®n. ?sta es una reforma sin precedentes. As¨ª como en la reforma anterior hab¨ªa aspectos que podr¨ªamos haber subsanado en la negociaci¨®n colectiva, en ¨¦sta no hay opci¨®n, no cabe otra respuesta. Es innecesaria, inadecuada e injusta. Y la respuesta necesaria, adecuada y justa es la huelga.
M. P. Ese argumento que maneja el Gobierno de que Comisiones se ha dejado arrastrar por UGT es absolutamente falso. Primero, una explicaci¨®n bienintencionada, es que el PP desconoce como funcionan los sindicatos.
J. R. No tienen ni idea.
M. P. Pero en realidad el argumento no es bienintencionado, se utiliza con muy mala leche. UGT ha tomado sus decisiones despu¨¦s de un debate de m¨¢s de un a?o. Y un debate muy duro porque hist¨®ricamente UGT ha sido un sindicato que ha optado siempre primero por el di¨¢logo que por la movilizaci¨®n. Los dos procesos de decisi¨®n han sido distintos pero la ¨²nica opci¨®n que nos ha dejado el Gobierno ha sido la movilizaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ seguimiento esperan de esas movilizaciones en Andaluc¨ªa?
J. R. Cuanto m¨¢s conoce la gente los contenidos de la reforma, m¨¢s convencida est¨¢ de la huelga ?Por qu¨¦ pasa esto aqu¨ª? Primero porque aqu¨ª van a hacer desaparecer un instrumento de gran importancia, como es el subsidio agrario. Porque diga lo que diga el Gobierno, el subsidio entra en v¨ªas de extinci¨®n. Como ya se sabe, no puede entrar nadie nuevo a cobrar el subsidio, pero es que el decreto que desarrolla las condiciones para permanecer en este r¨¦gimen especial agrario deja claro que son casi imposibles de cumplir por casi nadie, especialmente en el caso de las mujeres, que constituyen ya el 60% de los perceptores del subsidio
P. ?Por qu¨¦ les afecta m¨¢s?
J. R. Pueden perder el subsidio agrario si rechazan trabajos que supongan desplazarse a menos de 30 kil¨®metros de su domicilio, algo que con las diferencias que hay entre hombres y mujeres en esta sociedad y en el medio rural es muy posible. Suelo decir en las asambleas que Andaluc¨ªa tiene otra raz¨®n: aqu¨ª estamos ya hartos de que bajen los se?ores del PP a Andaluc¨ªa a insultarnos permanentemente. Y eso que provoca rabia contenida, va a explotar ahora.
M. P. Hay m¨¢s. Andaluc¨ªa tiene una tasa de desempleo mucho mayor que en otras partes del pa¨ªs y una reforma de la protecci¨®n de desempleo del calibre de ¨¦sta, aqu¨ª va a tener un gran impacto. M¨¢s razones: la precariedad ronda aqu¨ª el 50% de los trabajadores activos; aqu¨ª tenemos 540.000 trabajadores eventuales agrarios, volumen que no existe ni de lejos en ninguna otra zona. El Gobierno miente cuando dice que a los que ahora tienen el subsidio se les sigue manteniendo. No es que se les deje en el subsidio hasta la jubilaci¨®n, como mantiene el ministro de Trabajo. Tienen que aceptar casi cualquier trabajo que les vayan ofreciendo, tienen que desplazarse donde les digan... Y cuando vayan incumpliendo estos requisitos, ir¨¢n saliendo del sistema. Para m¨ª es muy sospechoso que cargos p¨²blicos de la Administraci¨®n central aduzcan que es un riesgo mantener el subsidio agrario, no ya por los andaluces que lo tienen, sino porque ya hay trabajadores inmigrantes que lo cobran.
P. Lo que dice el Gobierno es que tampoco es comprensible que haya m¨¢s gente cobrando subsidios en zonas donde los inmigrantes copan los trabajos.
M. P. La explicaci¨®n es muy simple. Los trabajos agr¨ªcolas en cualquier zona de Andaluc¨ªa son de temporada y en aluvi¨®n. Y se trabaja cada vez menos d¨ªas. La cosecha de la aceituna antes duraba tres meses; hoy no dura m¨¢s de 25 d¨ªas. Pero en esos 25 d¨ªas hay trabajo para los jornaleros y jornaleras de la zona y para muchos m¨¢s. Si luego hay otros jornales en otra zona alejada de Andaluc¨ªa, porque empiecen otras cosechas, son los hombres que se desplazan porque as¨ª son los roles hombre-mujer en el campo andaluz tradicionalmente. Y por eso ha aumentado en las listas del subsidio agrario la presencia de la mujer, que ahora ha empezado a entrar masivamente en el mercado de trabajo.
J. R. La desprotecci¨®n de la figura del fijo-discontinuo tambi¨¦n afecta mucho a las mujeres. El decreto transforma la naturaleza del contrato fijo-discontinuo en contrato de tiempo parcial y le deja sin derecho a la protecci¨®n por desempleo que ten¨ªa antes. M¨¢s de 100.000 personas est¨¢n en este tipo de contratos en sectores muy importantes para Andaluc¨ªa: el sector agroalimentario, el sector de la limpieza, el sector de la hosteler¨ªa, que tienen una ampl¨ªsima presencia de mujeres con contratos fijos-discontinuos. Se castiga a las trabajadoras andaluzas.
P. El Gobierno mantiene que el sistema dise?ado como alternativa al subsidio ha nacido de una negociaci¨®n con los sindicatos.
J. R. Un momento, un momento... eso es una mentira como un cami¨®n. Los sindicatos plantearon en su momento una posibilidad para que los trabajadores eventuales del campo pudieran acogerse al desempleo contributivo, pero compatible siempre con el subsidio. Nunca como algo sustitutivo. Y decir que a partir de ahora los trabajadores eventuales agrarios pueden estar cubiertos por un sistema contributivo... Mire usted, para tener derecho a tres meses de desempleo contributivo se necesitan, seg¨²n la reforma, 360 peonadas. En el supuesto de que un jormalero estuviese trabajando siempre, con s¨®lo cinco d¨ªas al a?o para descansar, se volver¨ªan locos de trabajar, podr¨ªa optar a esos tres meses. Pero es que, cuando se hace la ¨²ltima reforma del subsidio en 1996, el Gobierno del PP se plantea que las 60 peonadas al a?o eran imposibles de cumplir, y se acuerda rebajar a 35 peonadas el m¨ªnimo para poder acceder al subsidio agrario, ?c¨®mo es posible que ahora se planteen 360 peonadas?
M. P. El nuevo sistema significa literalmente dejar desprotegidos totalmente al conjunto de los trabajadores eventuales agrarios; bien porque sean expulsados del subsidio agrario, bien porque no puedan acceder al nuevo sistema. Es como en la posguerra, cuando el r¨¦gimen de trabajo en el campo andaluz era muy simple: todos los d¨ªas del a?o de sol a sol, excepto los domingos, que se descansaba dos horas para ir a misa. El nuevo sistema devuelve al campo andaluz a la posguerra.
J. R. Con el medio rural, el PP es incapaz de digerir que los trabajadores del medio rural hagan libremente lo que consideren cuando van a votar. Por eso, cuando llegaron al poder mejoraron el subsidio agrario porque cre¨ªan que eso les garantizaba el voto cautivo del campo. Cuando se han dado cuenta de que eso no es as¨ª, los castigan. En toda la reforma, el PP ha querido da?ar a Andaluc¨ªa.
M. P. Coincido con el planteamiento de Julio. Frente a la acusaci¨®n de huelga pol¨ªtica, los andaluces tenemos un ejemplo palpable en esta reforma de venganza pol¨ªtica del PP. Este dise?o para dinamitar el subsidio agrario es una venganza pol¨ªtica del PP, porque el campo nunca ha respondido a sus expectativas electorales.
Llevan un mes metidos en una vor¨¢gine de asambleas para explicar las razones que llevan a una huelga. Ruiz y Pastrana creen que el 'doble impacto' de la reforma laboral del Gobierno asegura un seguimiento masivo de las protestas, que comienzan hoy con la manifestaci¨®n en Sevilla.
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