No diga Ver¨®n, diga nada
El partido de Ver¨®n frente a Inglaterra marca el punto 0 de su carrera como jugador, una de las m¨¢s sobrevaloradas de los ¨²ltimos tiempos en la escena internacional.
Por razones que se escapan a la realidad de su juego, Ver¨®n ha recibido desde juvenil la publicidad que merecen los genios sin acercarse ni por asomo a la condici¨®n de gran futbolista. Hay un lugar com¨²n con respecto a sus cualidades: lo tiene todo. Con ese latiguillo se pretende explicar el tipo de jugador universal que no es. Quienes le elogian hasta la exageraci¨®n dicen que tiene pase largo y corto, pureza en la pegada, enorme despliegue, capacidad ¨²nica de asociaci¨®n en el campo, majestuosa precisi¨®n en los tiros libres, liderazgo...
Debe de tener a su servicio al mejor relaciones p¨²blicas del mundo porque esta historia le ha funcionado como a nadie en el f¨²tbol. Sali¨® del Boca Juniors y lleg¨® al Sampdoria, despu¨¦s al Parma, m¨¢s tarde al Lazio y finalmente al Manchester United. En ning¨²n equipo ha durado m¨¢s de dos a?os -y cuesta creer que en Inglaterra lo haga-, lo que deber¨ªa mover a la sospecha. Pero sus defensores devuelven la pelota diciendo que no hay equipo en el planeta a la altura de su talento. As¨ª que en breve jugar¨¢ en Marte.
Es posible que, dividido por partes, Ver¨®n disponga de las muchas cualidades que se le atribuyen. No tiene, por ejemplo, ninguna habilidad para el desborde. Eso implica que su juego dependa casi exclusivamente del pase.
?Pero qu¨¦ tipo de pasador es? Uno que vacila entre lo banal y lo glorioso. O se queda en la intrascendencia o pretende dibujar un pase de gol en cada pase. En su primera versi¨®n es un futbolista superficial, pero no da?ino para su equipo. En la segunda se pone pesad¨ªsimo, con la particularidad de desconectar a sus compa?eros del juego. Es el Ver¨®n que busca el superpase donde no existe, como ocurri¨® frente a Inglaterra. Y, adem¨¢s, fracas¨® en los pases de alivio. Los entreg¨® todos a los rivales.
Otro asunto es su famoso despliegue. Tuttocampista le llaman en Italia. Vagacampista, le defini¨® Valdano. Lo normal es verlo disperso por el campo, sin la cualidad a?adida del gol, que es el flotador que salva a muchos centrocampistas an¨¢rquicos. No es su caso, evidentemente. Y, como tiene que estar a la altura de su fama, este tuttocampista interfiere en la vida del resto de los medios. Es tan corriente verle acercarse al jugador que tiene la pelota y hasta encimarle con tal de recibir el bal¨®n que en su diccionario no figura la palabra desmarque. O s¨ª. Suele hacerlo cuando el adversario dispone del bal¨®n. Entonces Ver¨®n se aleja de la jugada en vez de acudir al corte.
El problema es poner a un equipo en manos de este tipo de futbolista. Tienen que cruzar sus ¨®rbitas J¨²piter y Saturno para que Ver¨®n traslade a un partido todas las cualidades que se le pregonan. Mientras ese milagro ocurre, su contribuci¨®n es inversamente proporcional a su masiva fama. O sea, ninguna.
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