Alas de abeja en las medias
El seleccionador de Sur¨¢frica ha incluido en su equipo t¨¦cnico a dos 'sangomas', hechiceros, para fortalecer a sus jugadores
Dicen en Sur¨¢frica que uno de los motivos por los cuales el anterior seleccionador, el portugu¨¦s Carlos Queiroz, tuvo que renunciar fue que no lleg¨® a comprender la importancia que tiene para los jugadores la brujer¨ªa. Jomo Sono, el actual, no ha ca¨ªdo en el mismo error. Una de las primera medidas que tom¨® al asumir el cargo, en marzo pasado, fue incluir a dos hechiceros en su equipo t¨¦cnico.
Los dos sangomas, como les llaman en Sur¨¢frica, viajaron con el conjunto a Corea del Sur y en su equipaje introdujeron abundantes cantidades de muti, la palabra gen¨¦rica en zul¨² para las sustancias m¨¢gicas que, seg¨²n la tradici¨®n, curan las enfermedades, resuelven los problemas de amor y, por supuesto, ganan los partidos de f¨²tbol.
Cuando un periodista de su propio pa¨ªs le pregunt¨® por qu¨¦ sinti¨® la necesidad de llevarse un par de sangomas al Mundial, Sono le contest¨® expeditivo: 'Un africano deber¨ªa saber estas cosas sin necesidad de preguntarlas'.
Como tambi¨¦n deber¨ªa saberlo cualquier periodista que se haya dedicado a escribir sobre el f¨²tbol en Sur¨¢frica, donde el muti siempre ha cumplido un papel importante. A veces, lo que proponen los sangomas es que la noche antes de un encuentro los jugadores se unten las piernas con la sangre de una gallina sobre la cual, a su vez, el hechicero ha ejercido alg¨²n ritual m¨¢gico. Adem¨¢s, lo m¨¢s com¨²n es que minutos antes de salir al campo los jugadores se echen polvos m¨¢gicos en los pies. O que dentro de cada media metan las alas de una abeja para correr con m¨¢s rapidez.
Ello no significa que la selecci¨®n espa?ola se deba sentir obligada a tomar medidas similares para contrarestar la magia surafricana. Como escribi¨® el peri¨®dico The Mail and Guardian, de Johanesburgo: 'El m¨¢s devoto creyente en el muti debe dudar seriamente de la capacidad de nuestros sangomas de confeccionar una poci¨®n lo suficientemente potente como para frenar a Hierro, Ra¨²l y compa?¨ªa'.
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