Las el¨¦ctricas exigen al Gobierno 11.400 millones de euros pactados en 1997
La patronal Unesa presenta una reclamaci¨®n patrimonial ante el Ministerio de la Presidencia
Las el¨¦ctricas han comenzado a librar un pulso con el Gobierno para cobrar, cuanto antes y en la mayor cuant¨ªa posible, las ayudas el¨¦ctricas (Costes de Transici¨®n a la Competencia) que pactaron en 1997 con el Ejecutivo por un importe m¨¢ximo de 1,98 billones de pesetas (unos 12.000 millones de euros). La cantidad qued¨® en el aire a instancias de Bruselas, que, entre otras cosas, oblig¨® al Gobierno a suprimir el recargo formal del 4,5% en el recibo de la luz. Para reforzar su posici¨®n, las empresas han presentado una reclamaci¨®n patrimonial al Gobierno exigiendo todo el dinero que fue pactado en el a?o 1997.
La foto fija de la situaci¨®n en torno a las famosas ayudas (denominadas el bill¨®n de las el¨¦ctricas) es en estos momentos la que sigue: de lo pactado por las empresas con el Ministerio de Industria en 1997 (1,9 billones), las compa?¨ªas, seg¨²n fuentes de la asociaci¨®n patronal Unesa, han cobrado poco m¨¢s de 300.000 millones; el cobro por adelantado de la mayor parte de las ayudas, acordado en 1999 a cambio de rebajar la cantidad total a cobrar en unos 250.000 millones, no se ha podido realizar; Bruselas oblig¨® el pasado a?o al Gobierno a eliminar el 4,5% de recargo en el recibo de la luz adscrito al pago de las ayudas y el cobro de la totalidad de ¨¦stas por las compa?¨ªas depende ahora de lo que suceda hasta el a?o 2010 en precios (las compa?¨ªas no cobran ayudas si el precio del kilovatio supera las seis pesetas), tipos de inter¨¦s y demanda.
El resultado de todo ello, en un momento de fuerte aumento de la demanda de energ¨ªa, temor a los apagones, encarecimiento de las materias primas y negociaciones en torno a las inversiones que deben realizar las empresas para asegurar el suministro es que lo que estuvo asegurado en el a?o 1999 -el cobro por adelantado de la mayor parte de los CTC- ahora est¨¢ completamente en el aire.
Por ello, las compa?¨ªas, desde la m¨¢s afectada, Endesa, hasta la ¨²ltima en llegar al club, Viesgo (vendida por Endesa a la italiana Enel), han dise?ado una l¨ªnea de trabajo com¨²n para plantear una reivindicaci¨®n colectiva: las ayudas son un elemento imprescindible para la solvencia del sector y el Gobierno debe hacer honor a la palabra dada hace ya cinco a?os y asegurar el cobro de lo estipulado.
L¨ªnea com¨²n
Como se?al de que el asunto es muy serio, las empresas, a trav¨¦s de la asociaci¨®n patronal Unesa, presentaron la pasada semana una 'reclamaci¨®n patrimonial' al Gobierno en la que exigen el reconocimiento del derecho a cobrar todo lo pactado en el a?o 1997 (1,9 billones de pesetas) y que fue modificado en los a?os 1999 (con rebaja, para cobrar por adelantado) y 2001 a instancias de Bruselas.
La reclamaci¨®n, seg¨²n han confirmado fuentes de Unesa y de las empresas, se ha tramitado ante Presidencia, que se encargar¨¢ de desarrollar el expediente para elevarlo al Consejo de Ministros. El Gobierno deber¨¢ decidir si admite o no la reclamaci¨®n.
Fuentes de Unesa han se?alado que la reclamaci¨®n, en cualquier caso, no tiene 'contenido pol¨ªtico alguno' y se ha presentado por una raz¨®n simple: desde el punto de vista administrativo se cumpl¨ªan los plazos h¨¢biles para reclamar por la ¨²ltima modificaci¨®n [en 2001] sufrida en la tramitaci¨®n de las ayudas al sector. 'No tiene [la reclamaci¨®n] car¨¢cter reivindicativo, sino la simple intenci¨®n de que el asunto no prescriba, en previsi¨®n de lo que pueda ocurrir', se?alan las mismas fuentes.
La negociaci¨®n que pretenden abrir de nuevo las el¨¦ctricas con el Gobierno, adem¨¢s de delicada es muy compleja. Bruselas, tras una intensa discusi¨®n y prolijos estudios, s¨®lo acept¨® el pago de ayudas en unas condiciones muy alejadas de lo que las empresas pactaron en su d¨ªa con el Ministerio de Industria.
Probablemente, cualquier modificaci¨®n en favor de las tesis de las empresas obligar¨ªa de nuevo a la Comisi¨®n Europea a estudiar la legalidad de las ayudas.
En cualquier caso, las compa?¨ªas est¨¢n dispuestas a abrir el mel¨®n.
Desde las empresas se considera que el intenso debate p¨²blico que se dio en torno a las ayudas el¨¦ctricas de 1997 en adelante ha trasladado a la opini¨®n p¨²blica la idea, equivocada, de que las ayudas est¨¢n pr¨¢cticamente cobradas. El precio pagado en imagen, desde su punto de vista, no se corresponde con lo que realmente han obtenido en dinero contante y sonante y que, a meses de la liberalizaci¨®n total del mercado de la electricidad, consideran muy escaso.
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