La compa?¨ªa de Javier Latorre ultima su espect¨¢culo 'Rinconete y Cortadillo'

?Una comedia flamenca basada en una novela picaresca de Cervantes? Eso es precisamente lo que prepara la Compa?¨ªa de Danza de Javier Latorre: sobre Rinconete y Cortadillo han montado un espect¨¢culo hilarante que se estrenar¨¢ el 5 de julio en el Festival de Granada, viajar¨¢ luego, el 10 de julio, al de Guitarra de C¨®rdoba y despu¨¦s, en septiembre, a la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Ayer la compa?¨ªa ensay¨® en C¨®rdoba. Una hora y media (sin intermedios, 'a m¨ª no me gustan las pel¨ªculas con anuncios', dice Latorre aviesamente) de un espect¨¢culo muy vivo, muy expresivo, que cuenta una historia, para Latorre, 'universal'; la de dos sinverg¨¹enzas dispuestos a dejarse la vida con tal de no trabajar, y la de la tramposa realidad que les rodea. Rinconete (Daniel Navarro) y Cortadillo (Nacho Blanco) viajan hacia Sevilla con la idea de hacer fortuna. Roban, traicionan y estafan a todo el que se les pone a tiro. Y cuando llegan a su destino se meten en el territorio del rey de los ladrones, Monipodio (Enrique el Extreme?o), que controla el mercado del delito hasta el ¨²ltimo detalle y que les obliga a plegarse a sus exigencias.

El ritmo del espect¨¢culo es fren¨¦tico, 'como la vida que llevan los protagonistas, que no viven al d¨ªa, sino al segundo', indica Latorre. Todo sucede al ritmo de dos m¨²sicas; la flamenca, que ha compuesto Juan Carlos Romero y se toca y se canta en vivo (con dos guitarras, una caja y un cantaor) y la contempor¨¢nea, obra de Mauricio Sotelo.

No es com¨²n encontrar argumentos c¨®micos en clave de flamenco. 'Hist¨®ricamente, con este lenguaje s¨®lo se contaban desgracias', recuerda Latorre, 'a pesar de que los flamencos son de lo m¨¢s gracioso que hay'. 'Nos parec¨ªa que hab¨ªa una saturaci¨®n de temas seudorrom¨¢nticos: los dramas de siempre, de amor, celos y muerte, estaban muy sobados', afirman Ra¨²l Comba y Mercedes Carrillo, los guionistas. 'Y no hay nada irrespetuoso en hacer re¨ªr a la gente', reivindica Latorre. 'Si eso fuera as¨ª habr¨ªa que crucificar a Chaplin', a?ade.

Los bailarines-bailaores-actores (as¨ª los define el director) son necesariamente vers¨¢tiles: se pelean, se enga?an, se quieren, hacen esfuerzos para no re¨ªrse. 'Cuidamos mucho el casting para que fueran f¨ªsicamente acordes con lo que describe la novela', relata Latorre. 'A Monipodio lo ves por la calle y es ¨¦l'. Adem¨¢s, Pepe Quero, de la compa?¨ªa teatral sevillana Los Ulen, ha trabajado con ellos, reforz¨¢ndoles la parte actoral.

'Estoy muy bien arropado', sonr¨ªe Latorre. Que se ha tomado el trabajo de ir seleccionando los palos flamencos m¨¢s apropiados para marcar el comp¨¢s de la narraci¨®n en cada momento. 'La ¨²nica licencia geogr¨¢fica que nos permitimos fue situar el encuentro entre Rinconete y Cortadillo no en un lugar indeterminado, como en la novela, sino en la Posada del Potro; as¨ª podemos usar alegr¨ªas de C¨®rdoba', explica. Tantos siglos despu¨¦s, Cervantes vuelve al Potro.