La industria discogr¨¢fica pide eficacia policial, mientras la venta ilegal sigue en la calle
Varias tiendas cerraron y las radios emitieron sus programas sin canciones en el D¨ªa sin M¨²sica
Ayer se celebr¨® el D¨ªa sin M¨²sica, y el paisaje se pobl¨® de paradojas. En Madrid, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, artistas, productores, periodistas, t¨¦cnicos, decenas de personas ligadas a la industria discogr¨¢fica alertaban contra los da?os de la pirater¨ªa y reclamaban eficacia de las autoridades para combatir la venta en la calle. Pero, al tiempo, las mantas de los vendedores ilegales segu¨ªan en sus puntos habituales. Las palabras del manifiesto le¨ªdo por Teo Cardalda en Madrid, que denunciaba una 'violaci¨®n de los derechos' y exig¨ªa la respuesta 'r¨¢pida y en¨¦rgica de las autoridades', parec¨ªa no tener eco.
El D¨ªa sin M¨²sica no fue precisamente silencioso. Todo lo contrario. A media ma?ana empezaron las actividades de protesta que tuvieron lugar en Madrid, entre las doce del mediod¨ªa y las tres de la tarde, y en Barcelona, que tom¨® el relevo a partir de las cuatro. Lo primero fue reunir a los artistas, productores, distribuidores y comerciantes para leer un manifiesto. 'Todos trabajamos y vivimos de las grabaciones musicales. Es nuestro medio de vida y tenemos derecho a que se respete y a que la ley nos proteja. Pero, lamentablemente, estamos viviendo en Espa?a momentos dif¨ªciles. La pirater¨ªa nos roba nuestro patrimonio y nuestra cultura, y lo hace de forma masiva, generalizada, p¨²blica e impunemente', le¨ªa el m¨²sico Teo Cardalda en el C¨ªrculo.
Detr¨¢s, le escoltaban las caras de Mar¨ªa Jim¨¦nez, Carlos Jean, Luis Cobos, Tontxu, Clara Montes, Ismael Serrano, Miguel R¨ªos, Pasi¨®n Vega, Hevia, Rosario, Rafa S¨¢nchez y el grupo La Uni¨®n, entre otros artistas y miembros de la industria, en una demostraci¨®n de que la mezcla de estilos no es obst¨¢culo para una lucha com¨²n.
'Las calles de las ciudades espa?olas est¨¢n plagadas de puestos donde se venden discos pirata a la luz del d¨ªa', segu¨ªa Cardalda. Y los hechos le daban la raz¨®n. Porque la eficacia policial que todos reclamaban ayer como en un coro de orfe¨®n brillaba por su ausencia en puntos habituales de venta ilegal. Concretamente, ayer, despu¨¦s de los actos antipirater¨ªa, los vendedores segu¨ªan en la estaci¨®n de Atocha exponiendo sus productos tostaos, donde tranquilamente hac¨ªan negocio nueve manteros, por ejemplo, o en la Carrera de San Jer¨®nimo, donde alguno, a la pregunta de si le hab¨ªan afectado los actos del D¨ªa sin M¨²sica?, no quer¨ªa responder m¨¢s que con el precio de los compactos: tres euros.
'La venta ilegal es una violaci¨®n de nuestros derechos que no podemos tolerar', rezaba el manifiesto. 'La pirater¨ªa la sufrimos todos. Se pierden puestos de trabajo, se desincentiva la inversi¨®n, se defrauda a Hacienda, se fomenta la econom¨ªa sumergida y la explotaci¨®n. No estamos ante un fen¨®meno superficial, de est¨¦tica callejera, de consecuencias menores. Estamos ante un hecho grave, de repercusiones serias. La delincuencia organizada se ha introducido en la pirater¨ªa discogr¨¢fica. La controlan. Sus beneficios se cifran en millones de euros', a?ad¨ªa el manifiesto en la voz de Cardalda.Y es que las cifras dan motivos para la alarma. Las ventas de copias ilegales han ascendido este a?o a 20 millones, lo que supone una cuant¨ªa de 60 millones de euros. Si en 2000 la cuota era de un 15% del mercado, ahora alcanza el 30% de un sector que legalmente vende 76 millones de unidades.
'La respuesta de las autoridades tiene que ser r¨¢pida y en¨¦rgica. debe ser eficaz. No podemos permitir que los bienes que nos roban se vendan despu¨¦s en plena calle, a la vista de todos', aseguraba el m¨²sico fundador de Golpes Bajos y C¨®mplices. El material intervenido por la polic¨ªa a los comerciantes ilegales ha crecido de forma espectacular: de 370.000 unidades de discos que fueron aprehendidas en el a?o 2000, a 750.000 en 2001. Pero no parece suficiente. El negocio crece como la espuma y en el primer trimestre de este a?o ya suman 165.000 copias encontradas en pisos convertidos en aut¨¦nticas f¨¢bricas de copias ilegales con 50 tostadoras (m¨¢quinas de grabar).
Incidentes
El manifiesto acababa: '?Para qu¨¦ queremos las leyes? ?A quienes protegen? ?Qui¨¦n fomenta la cultura y la creatividad? ?Qui¨¦n crea puestos de trabajo? ?Qui¨¦n paga sus impuestos? ?Qui¨¦n compite con el mercado lealmente? Entonces, ?a qu¨¦ se espera?'. Fueron preguntas que dieron paso a otros interrogantes que se plantearon en una rueda de prensa posterior.
Pero fue una rueda de prensa con incidentes porque all¨ª acudieron representantes del grupo John Silver que plantearon acciones de protesta a favor de la libre y gratuita circulaci¨®n de obras creativas con un mensaje: 'Piratas al abordaje del D¨ªa sin M¨²sica'. Su acci¨®n les cost¨® la recriminaci¨®n de varios: '?Ignorantes! ?Documentaos antes de hablar!', dec¨ªan. Incluso tuvieron que lidiar con el ¨ªmpetu de Mar¨ªa Jim¨¦nez, que se enfrent¨® a ellos delante de las c¨¢maras tras recitar su ¨²ltimo ¨¦xito, Con dos camas vac¨ªas. 'Vosotros ?qu¨¦ quer¨¦is?', les preguntaba. Pero los gritos no bastaron para que ¨¦stos siguieran con sus acciones en la calle. Dos horas despu¨¦s regalaban discos pirata en la Puerta del Sol. Enfrente, unos grandes almacenes tambi¨¦n hab¨ªan tomado medidas contundentes para combatir el mal. Un cartel ofrec¨ªa en la puerta: '21% de descuento en todos los discos por el D¨ªa sin M¨²sica'.
Canciones recitadas
Mar¨ªa Jim¨¦nez recitaba la letra que Joaqu¨ªn Sabina le regal¨® en la canci¨®n Dos camas vac¨ªas; Rafa S¨¢nchez casi aullaba las palabras de Lobo hombre en Par¨ªs, su ¨¦xito de hace 20 a?os; Rosana susurraba Si t¨² no est¨¢s; Javier Gurruchaga recordaba El hombre sin brazos del circo... Y todo sonaba triste, raro, sin notas que acompa?aran las palabras. Fue uno de los actos que se organizaron ayer para que se pudieran comprobar los efectos de la vida sin m¨²sica. Como la emisi¨®n de un programa de una hora conjunto entre cadenas de radiof¨®rmula, que present¨® Beatriz Pecker, o el cierre por una hora de centros claves en la venta de discos en Madrid, como Madrid Rock o Fnac, en cuya puerta, Gurruchaga insist¨ªa en la necesidad de acci¨®n de las autoridades: 'A ver si espabilan, que est¨¢n bastante atontaos', dec¨ªa. Pero tambi¨¦n hubo palabras de autocr¨ªtica y prop¨®sitos de enmienda por parte de algunos artistas, como Ismael Serrano. 'Hoy debemos estar unidos contra la pirater¨ªa, pero quiz¨¢ desde la industria tendr¨ªamos que replantearnos cosas nuevas para atajar el problema', dijo.
Babelia
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