El rock desde las barricadas

Manolo Rock Aguilar es un personaje singular. Despu¨¦s de corretear libre y salvaje por el underground valenciano m¨¢s de una d¨¦cada, a principios de los noventa decidi¨® cortar amarras con la industria del rock y zambullirse en el mundo real. De repente, el irreverente agitador de las noches valencianas (que, entre otras cosas, hab¨ªa ejercido de promocionero discogr¨¢fico, pinchadiscos y representante de bandas como Surfin' Bichos o Comit¨¦ Cisne) fren¨® en seco, dio un giro a su vida y, literalmente, se puso al volante de un taxi dispuesto a romper con 'todo lo que oliera a pasado', explica, pero a los tres a?os volvi¨® 'al mundo de los vivos'.

Regres¨® en 1994 como cronista de rock en las p¨¢ginas de la extinta revista Wah Wah y, ya con el gusanillo del papel impreso en el cuerpo, comenz¨® a fraguar un nuevo proyecto: Manolo Rock en la Valencia subterr¨¢nea, libro concebido a modo de sincero homenaje a los h¨¦roes, m¨¢s o menos gloriosos, de la agitada escena local de los ochenta. Pasados los a?os (y con un alto porcentaje de sus protagonistas retirados de la vida p¨²blica), Aguilar ha vuelto a poner en circulaci¨®n aquel m¨ªtico libro del que en tres meses se vendieron las mil copias impresas. En esta nueva edici¨®n, titulada Yo, M. Rock en la Valencia subterr¨¢nea, ha contado con la colaboraci¨®n de numerosos profesionales y amigos, y, m¨¢s importante, el libro ha sido ampliado con su peculiar balance sobre lo que fue la d¨¦cada de los noventa en los m¨¢rgenes (o barricadas), de la cultura rock valenciana.

A lo largo de m¨¢s de 300 p¨¢ginas, Manolo Rock revisa sus peripecias al frente de sello discogr¨¢fico Subterr¨¢neo Records (con el que lanz¨® m¨¢s de 40 referencias en dos a?os), su estramb¨®tica experiencia musical bajo el nombre de Huevos Duros (un divertido proyecto que, seg¨²n reconoce, era 'm¨¢s brillante como concepto global que musicalmente') o su labor en el Roxy Club como coordinador del concurso Val¨¨ncia Sona. 'En resumen, son los ¨²ltimos diez a?os de mi vida y, claro, hablo de m¨ª en el cincuenta por ciento del libro, pero el otro cincuenta es un homenaje a la gente de este mundillo: m¨²sicos, periodistas, dise?adores...', dice. Precisamente, Yo, M. Rock en la Valencia subterr¨¢nea es tambi¨¦n una suerte de qui¨¦n es qui¨¦n de la escena alternativa local que, sin duda (y muy a su pesar), levantar¨¢ m¨¢s de una ampolla. 'Todo lo que cuento en el libro es real porque lo he vivido. Cuando, por ejemplo, hablo del grupo Transfer, del que fui manager, reconozco tanto lo mucho que me gusta su m¨²sica y lo a gusto que trabaj¨¦ con ellos como sus carencias', afirma. 'No he hecho un libro para generar pol¨¦micas ni para molestar a nadie, aunque soy consciente de que ciertos comentarios pueden molestar a las personas implicadas. De todos modos, se trata de comentarios jocosos y anecd¨®ticos. Cuento las cosas como las veo y las he vivido y respeto a casi todas las personas que se citan en el libro, porque a los dem¨¢s he optado por ignorarlos. Hay olvidos premeditados porque la indiferencia es el peor de los castigos', a?ade con cierta socarroner¨ªa. M¨¢s all¨¢ del morbo y la pol¨¦mica, el libro de Manolo Rock pretende ser tambi¨¦n una obra de consulta para todo aquel que est¨¦ interesado en 'el underground valenciano, ya que se incluyen rigurosos listados de discos o m¨²sicos de esta escena, as¨ª como m¨¢s de doscientas fotograf¨ªas que ofrecen una excelente cr¨®nica visual de estos ¨²ltimos veinte a?os de rock', concluye.