Zidane: 'Estoy destruido'
Por los altavoces de la zona de entrevistas se escuch¨® una voz retumbante: '?Y el ganador del trofeo Budweiser al mejor jugador del partido es... Zinedine Zidane!'. Un coro de abucheos salud¨® el anuncio.
A los periodistas les pareci¨® rid¨ªcula la designaci¨®n. A Zidane, probablemente tambi¨¦n. Instantes despu¨¦s apareci¨® en el peque?o recinto, rostro cabizbajo, gesto serio, pero no dram¨¢tico. Se le ve¨ªa enfadado, aunque compareci¨® ante la prensa y respondi¨® a las preguntas con amabilidad. Una respuesta le sali¨® del alma: 'Estoy destruido'.
Zidane acababa de perder el partido que significaba la eliminaci¨®n de Francia, el campe¨®n vigente, del Mundial. Hab¨ªa jugado en condiciones dif¨ªciles, con un vendaje en su muslo izquierdo para proteger la zona que hab¨ªa quedado da?ada en el ¨²ltimo encuentro amistoso previo, contra Corea del Sur. Es posible que en otras circunstancias no lo hubiera disputado. Pero era un choque crucial y ¨¦l es Zidane. Ten¨ªa que jugar con la tremenda carga de un mes¨ªas. ?se era su papel: salvar a Francia del espanto de la eliminaci¨®n. No lo consigui¨®. S¨®lo hac¨ªa faltar mirarle a la cara para saber la magnitud de su decepci¨®n.
Hace tan s¨®lo tres semanas, Zidane era el icono del f¨²tbol. Hab¨ªa marcado, con el Madrid, su c¨¦lebre gol de volea en la final de la Copa de Europa y todo parec¨ªa perfecto: primer aspirante al Bal¨®n de Oro y l¨ªder de uno de los equipos favoritos para ganar el Mundial. Quiz¨¢ no hab¨ªa completado su mejor temporada, pero ese gol frente al Bayer Leverkusen val¨ªa m¨¢s que cien partidos. Luego, vinieron las complicaciones: la contractura muscular frente a Corea, la derrota con Senegal, el empate con Uruguay..., Francia entera pendiente de su recuperaci¨®n para intentar la victoria frente a Dinamarca.
Pero no hubo manera de torcer el destino de Francia. Ni con Zidane en el campo. Cuatro a?os despu¨¦s de coronarse como rey del f¨²tbol, Zidane vivi¨® ayer el lado amargo del Mundial. Adi¨®s a la gloria: el equipo sale del torneo junto a Arabia Saud¨ª, China, Eslovenia y otras cuantas selecciones de medio pelo. No es la compa?¨ªa que esperaba el jugador franc¨¦s.
Zidane esperaba otra volea, en la final de Yokohama preferiblemente; la clase de jugada que le distinguiera por unanimidad como el mejor. Se encontr¨® con una realidad cruel: dando explicaciones a la prensa por la eliminaci¨®n de Francia y escuchando a un speaker que le anunciaba como el hombre del partido. No era verdad y, adem¨¢s, le importaba un bledo. Bastaba ver su rostro apesadumbrado. El de un hombre que no pod¨ªa digerir el sapo de la derrota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.