La bomba de Padilla
La Administraci¨®n de Bush ha anunciado con un mes de retraso la detenci¨®n de un supuesto miembro de Al Qaeda que planeaba hacer estallar en Estados Unidos una bomba sucia (material radiactivo diseminado con explosivos convencionales). Con esta tard¨ªa informaci¨®n no queda claro si trata de detener las cr¨ªticas a los servicios de informaci¨®n por sus fallos previos al 11-S, curarse en salud ante otro atentado (en todo caso factible) o si est¨¢ librando una batalla de desinformaci¨®n. No deja de ser extra?o que la detenci¨®n de Jos¨¦ Padilla (o Abdul¨¢ al Mujahir, tras su conversi¨®n al islam), registrada en Chicago el 8 de mayo, fuera hecha p¨²blica anteayer en Mosc¨² por el fiscal general, John Ashcroft. Padilla est¨¢ en manos de los militares -sin que se conozcan las pruebas de la acusaci¨®n- como 'combatiente enemigo', pese a ser ciudadano estadounidense.
La Administraci¨®n parece convencida de que Al Qaeda volver¨¢ a intentar atacar, y lo repite a diario. Al actuar de este modo, sin embargo, el Gobierno est¨¢ alimentando la alarma social y el miedo que ya se ha adue?ado de muchos ciudadanos. En este sentido, incluso sin actuar, tan s¨®lo emitiendo mensajes apocal¨ªpticos contra EE UU, Bin Laden y los suyos logran en parte su objetivo de someter a una tensi¨®n sin precedentes a la superpotencia que se siente en guerra. Sobran motivos para la intranquilidad frente a una red aut¨¦nticamente global, a juzgar por las detenciones efectuadas en Europa, y estos d¨ªas en Marruecos, de miembros de Al Qaeda u organizaciones que colaboran con ella. Aunque su vinculaci¨®n con Al Qaeda no haya sido probada, cabe recordar que Richard Reid, el terrorista que llevaba explosivos en sus zapatillas, fue detenido cuando intentaba hacerlos explosionar en un vuelo entre Par¨ªs y Miami, el pasado 22 de diciembre.
La amenaza de Padilla plantea nuevos problemas. Fabricar una bomba nuclear sucia no es f¨¢cil, pues hay que recolectar material radiactivo. El uranio y el plutonio suelen estar muy controlados, pero los terroristas pueden hacerse con cesio radiactivo utilizado en medicina u otros materiales sin insuperables dificultades. De hecho, hace tan s¨®lo dos semanas se encontr¨® una sonda m¨¦dica radiactiva de cesio que se hab¨ªa extraviado en Carolina del Norte. Este material, junto con TNT, no provocar¨ªa una enorme explosi¨®n ni un gran n¨²mero de muertos, pero su efecto ser¨ªa devastador en t¨¦rminos psicol¨®gicos y econ¨®micos, pues obligar¨ªa a desalojar una zona relativamente amplia. El anuncio de Ashcroft tiene un efecto directo: el de mantener en vilo a un pa¨ªs. Pues nueve meses despu¨¦s del 11-S, Al Qaeda sigue existiendo y la amenaza perdura.
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