Pura sangre al galope

La lista de razas equinas y de jinetes m¨ªticos es alargada. M¨¢s extensas son las combinaciones que han generado. Pero en todas predomina la relaci¨®n entre el hombre y el caballo como asidero para el desarrollo de la humanidad. Muchos de estos episodios y secuencias est¨¢n reflejados en la serie de televisi¨®n que hoy se presenta. Sus autores rebuscaron en las historias m¨¢s a?ejas del vaquero de Tejas, del gaucho de la pampa argentina, del charro mejicano de Jalisco, del mongol de los clanes familiares de Asia central, del guajiro de Trinidad y del llanero venezolano, entre otros. Junto a ellos, las principales razas: el elegante ¨¢rabe, el estilizado pura sangre ingl¨¦s, el resistente criollo argentino y el potente berberisco, observados en su territorio natural: las estepas de Asia central en Mongolia, el desierto y las magn¨ªficas cuadras de Qatar y Om¨¢n en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, y las praderas del desolado Wyoming, los verdes valles de Oreg¨®n y Montana y el ¨¢rido estado petrolero de Tejas, en Estados Unidos. Las c¨¢maras gaditanas filmaron tambi¨¦n en el Estado de Jalisco, M¨¦xico. En Venezuela, recorrieron la sabana inundable del r¨ªo Orinoco; en Argentina, el Llano en la Pampa h¨²meda; en Brasil, el valle de Para¨ªba; en Per¨², las haciendas lime?as y en Cuba, la manigua cubana. El recorrido se completa por las fincas de la nobleza marroqu¨ª, las antiguas haciendas portuguesas, los hip¨®dromos ingleses, la campi?a h¨²ngara, la marisma de la Camarga francesa, las playas de Flandes, las orillas del r¨ªo Loira, las tierras de la Selva Negra alemana y las nieves austriacas. 'Miles de kil¨®metros recorridos para ofrecer la pasi¨®n con el caballo en decenas de lenguas y acentos, con distintas indumentarias, con m¨²sicas diferentes, pero con una obsesi¨®n com¨²n de amor y respeto por el caballo', explica Fernando Santiago, quien destaca la 'potencia' de este animal en las principales fiestas populares, en la caballer¨ªa de guerra o policial y como uno de los m¨¢s 'florecientes' negocios en muchos pa¨ªses del planeta. Asimismo, los cap¨ªtulos reflejan el trato dispar que reciben los caballos y c¨®mo son observados seg¨²n en qu¨¦ lugar. 'De la humilde concepci¨®n del caballo como un instrumento de necesidad para recorrer los pantanos en Tejas a la exaltaci¨®n de las yeg¨¹adas de los jeques ¨¢rabes que viven en praderas artificiales en medio del desierto, como si estuviesen en hoteles de cinco estrellas', narra Santiago. 'En Mongolia', a?adi¨®, 'hay m¨¢s caballos que habitantes y todo gira en torno a este animal'.