Dos despedidas estrenan paro sin salarios de tramitaci¨®n

La reforma del desempleo acrecienta las vacilaciones de los trabajadores despedidos que se plantean demandar a la empresa. La eliminaci¨®n de los salarios de tramitaci¨®n (los que correspond¨ªan a los meses en que la justicia decide sobre el despido) recogida en el decretazo infunde temores a quienes optan por recurrir, ya que temen que la empresa pierda inter¨¦s por llegar a un acuerdo y prefiera agotar los tr¨¢mites judiciales hasta el final.

El inter¨¦s por aplicar las novedades de la reforma ha mantenido a Raquel R. 10 d¨ªas 'sentada sin hacer nada' en su trabajo. Llevaba dos meses castigada, seg¨²n su testimonio, por la peluquer¨ªa en la que trabajaba, pero la empresa aguard¨® hasta el 27 de mayo para despedirla, precisamente el d¨ªa en que entr¨® en vigor el decreto del Gobierno.

Raquel, que acudi¨® a la asesor¨ªa jur¨ªdica de CC OO, tiene muy claro que el objetivo de la direcci¨®n era despedirla con menor coste (al ahorrarse los salarios de tramitaci¨®n), y por eso no conf¨ªa en que la empresa intente un acuerdo antes del juicio. 'En otro caso, mi jefe estar¨ªa loco por arreglar esto, pero ahora no va a tener ning¨²n inter¨¦s en el acto de conciliaci¨®n', se lamenta. Esta peluquera de 28 a?os explica que en otros despidos anteriores en su empresa la direcci¨®n sol¨ªa pactar con el trabajador en el acto de conciliaci¨®n, pero que ahora tienen menos trabas para aguardar al juicio.

Hasta la reforma, los salarios de tramitaci¨®n, que s¨®lo se abonaban en caso de que un despido fuera improcedente, corr¨ªan por cuenta de la empresa durante los dos primeros meses. El resto se consideraba demora judicial, por lo que lo asum¨ªa el Ministerio de Justicia. A partir de ahora, los salarios de tramitaci¨®n s¨®lo los cobrar¨¢ el trabajador cuyo despido sea considerado nulo, es decir, con obligaci¨®n de que la empresa lo readmita. En la pr¨¢ctica, la minor¨ªa de los casos.

Ausencia de ingresos

Despu¨¦s de cuatro a?os en la empresa y 12 de cotizaci¨®n, esta trabajadora no recibe desde abril ning¨²n ingreso. Aunque el Gobierno defiende que con la reforma los despedidos cobran el desempleo desde el primer d¨ªa, el trabajador necesita una notificaci¨®n por parte de la empresa de que ha sido despedido. La empresa no se la ha facilitado a Raquel, con lo que el Inem (Instituto Nacional de Empleo) no le abona la prestaci¨®n por el momento.

Aunque no se ha arredrado a la hora de demandar a la empresa, Raquel es pesimista con respecto al fruto de su iniciativa. 'No tengo ninguna esperanza de cobrar ni el paro ni la liquidaci¨®n'. En cualquier caso, la prestaci¨®n ser¨ªa muy inferior a lo que le corresponder¨ªa por el sueldo real percibido. Y es que Raquel ten¨ªa dos v¨ªas de remuneraci¨®n: una fija, de unos 600 euros, y otra variable, equivalente al 4% de las comisiones. Como su cartera de clientes era bastante extensa, su sueldo total pod¨ªa alcanzar los 2.500 euros mensuales, pero nada de esto figura en su contrato.

Raquel tampoco tiene ninguna intenci¨®n de buscar empleo a trav¨¦s del Inem. 'Te obligan a firmar una carta de compromiso de actividad y, en un momento dado, a cambiar de oficio. Yo ya s¨¦ que hay mucho trabajo haciendo pizzas, pero ?por qu¨¦ tengo que aceptarlo?', se pregunta esta trabajadora.

El optimismo tampoco acompa?a a Mari Carmen O., dependienta de una gran superficie, que ha sido despedida por enfrentamientos con una jefa tras 10 a?os en la empresa. Sus problemas comenzaron hace cuatro meses, cuando la cambiaron de departamento, y la relaci¨®n con su jefa desemboc¨® en un despido el pasado 5 de junio por falta muy grave, seg¨²n figura en la carta de la empresa. 'Lo tengo muy crudo en todos los sentidos', afirma Mari Carmen, para quien la eliminaci¨®n de los salarios de tramitaci¨®n va a perjudicar el desenlace de su despido. 'A m¨ª, desde luego, me va a afectar'.

No obstante, considera que su despido es injusto y por esa raz¨®n ha decidido acudir a los tribunales: 'De querer hacerme jefa han pasado a echarme'. Al contrario que Raquel R., Mari Carmen s¨ª ha tramitado ya el cobro de la prestaci¨®n por desempleo y conf¨ªa en comenzar a cobrarla en breve.

La principal inquietud de estas trabajadoras es imaginar el estado de indefensi¨®n en que puede quedar un trabajador despedido. Especialmente en el caso de la peluquera, que a¨²n tendr¨¢ que esperar para percibir alg¨²n ingreso. 'Yo al fin y al cabo vivo con mis padres y puedo comer, pero si tuviera dos hijos, ?qu¨¦ har¨ªa?', reflexiona.