Nadie quiere vivir en Marruecos
Aquel pu?ado de amigos de Ujda, en el noroeste de Marruecos, tuvo una idea ingeniosa. A mediados del a?o pasado fundaron la Estrella de Ujda, un club de rugby que s¨®lo exist¨ªa en el membrete de las cartas que enviaron a decenas de equipos de Francia pidi¨¦ndoles que les invitaran a jugar partidos amistosos. Al menos uno cay¨® en la trampa, el Sporting Club de Graulhet, y con su respuesta positiva en la mano, 23 j¨®venes marroqu¨ªes acudieron al consulado franc¨¦s en Fez para solicitar visados que obtuvieron. El subterfugio fue descubierto cuando, a finales del a?o pasado, ning¨²n marroqu¨ª se present¨® en el estadio del departamento de Tarn para darle al bal¨®n oval.
Otro grupo de deportistas marroqu¨ªes no tuvo que agudizar tanto la imaginaci¨®n para entrar en la fortaleza europea. Nueve miembros de la delegaci¨®n de Marruecos en los campeonatos del mundo universitarios de campo huyeron horas antes de que empezase la competici¨®n, en abril, en Santiago de Compostela.
Entre 1997 y 2001 se han recuperado, a ambos lados del Estrecho, 3.286 cad¨¢veres de emigrantes ahogados. Otros muchos no han aparecido
En Marruecos, el 82% de los alumnos de bachillerato, el 54% de los de la universidad y el 94% de los menores de 30 a?os sin trabajo estable proyectan venir a Europa
Con o sin grandes dosis de ingenio, con o sin diplomas debajo del brazo, la mayor¨ªa de los j¨®venes marroqu¨ªes aspira a hacer su vida del otro lado del Estrecho. Un sondeo encargado el a?o pasado por la Asociaci¨®n de Amigos y Familiares de las V¨ªctimas de la Inmigraci¨®n Clandestina revelaba que el 82% de los alumnos de bachillerato, el 54% de los estudiantes universitarios y el 94% de los marroqu¨ªes con menos de 30 a?os que carec¨ªan de un empleo estable proyectaban instalarse en Europa.
El 38% de los marroqu¨ªes que la Guardia Civil ha apresado en las costas andaluzas, reci¨¦n desembarcados de la patera, proceden de Beni Mellal, una zona del Medio Atlas muy castigada por una prolongada sequ¨ªa, seg¨²n las encuestas espor¨¢dicas que ha llevado a cabo el instituto armado. Cerca del 80% de los que viajan en patera es de procedencia marroqu¨ª, y el resto es de raza negra o de otros pa¨ªses del Magreb, como Argelia.
Marruecos exporta emigraci¨®n, pero tambi¨¦n la recibe, al menos de forma transitoria. Al aeropuerto de Casablanca llegan subsaharianos que necesitan visado de entrada y que se dirigen a T¨¢nger o Nador, desde donde intentar¨¢n embarcar. El grueso penetra, sin embargo, en el reino de la noche, a trav¨¦s de la frontera argelina, te¨®ricamente cerrada, tras haber atravesado Argelia de sur a norte, remontando la carretera transahariana.
No todos los emigrantes son pobres campesinos medio analfabetos. 'He querido a mi pa¨ªs con una pasi¨®n sin l¨ªmite y he golpeado todas las puertas para llevar una vida decente', escrib¨ªa una licenciada marroqu¨ª en Literatura anglosajona que ejerc¨ªa la prostituci¨®n en Espa?a. 'Tom¨¦ finalmente la decisi¨®n de marcharme o, mejor dicho, de huir del infierno de mi pa¨ªs para ir adentr¨¢ndome en la decadencia moral', a?ad¨ªa en su carta, publicada hace dos a?os por el diario de Casablanca Al Ahdat al Maghrebia.
Una sangr¨ªa de materia gris
Si la emigraci¨®n de los parados -el 20% de la poblaci¨®n activa urbana en Marruecos y el 70% de los apresados por el instituto armado en Espa?a- puede aliviar la presi¨®n social proporcionando una salida a un colectivo descontento, el de los licenciados, sobre todo los cient¨ªficos, es un aut¨¦ntico drama para Marruecos. ?stos intentan apuntarse a clases de posgrado o a alg¨²n congreso en el extranjero para obtener el codiciado visado, pero a veces ni siquiera deben hacer tales esfuerzos.
Casi toda la promoci¨®n de ingenieros inform¨¢ticos que sali¨® el a?o pasado de la escuela de Mohamedia, considerada la mejor del reino, recibi¨® ofertas de empleo para ir a trabajar en Francia, Canad¨¢ o B¨¦lgica con sueldos muy superiores a los que podr¨ªan ganar en su propio pa¨ªs. Las empresas marroqu¨ªes del sector electr¨®nico tienen, en cambio, aut¨¦nticas dificultades para reclutar a j¨®venes cualificados. 'Esta emigraci¨®n de materia gris es una sangr¨ªa para el pa¨ªs', se lamenta un hombre de negocios.
El anzuelo de unos buenos emolumentos motiva a los licenciados en ciencias a la hora de hacer las maletas. El grueso de los marroqu¨ªes aspira, sin embargo, s¨®lo a vivir mejor, como esos casi dos millones de familiares instalados en Francia o en B¨¦lgica y que regresan cada a?o al pueblo, en vacaciones, con un gran autom¨®vil repleto de regalos, o, para los m¨¢s ilusos, como esos personajes que ven en las televisiones europeas. Las cadenas espa?olas se captan en el norte de Marruecos, pero muchas familias modestas poseen antenas parab¨®licas con las que sintonizan canales extranjeros.
Diferencia abismal
'Mi hermano se muri¨® de lo que suponemos era un c¨¢ncer sin ser visto por un onc¨®logo porque la familia no dispon¨ªa de los medios necesarios para llevarle hasta Rabat, donde est¨¢ el hospital m¨¢s cercano equipado para diagnosticar esa enfermedad', cuenta un joven reci¨¦n casado de Fes. '?Que por qu¨¦ quiero emigrar? Para que no le pase lo mismo a mi familia, porque en Fes, con m¨¢s de 300.000 habitantes, no hay un hospital oncol¨®gico'.
Si se except¨²a a las dos Coreas, cuya frontera es infranqueable, no hay otro conf¨ªn donde el abismo entre el Norte opulento y el Sur paup¨¦rrimo sea tan grande como el de los 14 kil¨®metros del estrecho de Gibraltar. La renta per c¨¢pita de Espa?a multiplica por 12 la de Marruecos -la de Estados Unidos s¨®lo sextuplica la mexicana-, y cada a?o que pasa la diferencia de desarrollo entre la orilla europea y ¨¢rabe del Mediterr¨¢neo se acent¨²a. S¨®lo T¨²nez ha conseguido estos ¨²ltimos tiempos acortar distancias con la Uni¨®n Europea.
El cruce del Estrecho en patera, m¨¢s bien ahora en una zodiac potente, o escondido en uno de los 90.000 camiones que cada a?o hacen la traves¨ªa, es la v¨ªa de huida m¨¢s com¨²n y m¨¢s dram¨¢tica. De entre los 100.000 y 200.000 marroqu¨ªes que, cada a?o, seg¨²n las estimaciones, emigran ilegalmente, una mayor¨ªa relativa lo intenta traspasando el Estrecho. Es tambi¨¦n la v¨ªa m¨¢s tr¨¢gica porque, seg¨²n la Asociaci¨®n de Amigos y Familias de las V¨ªctimas de la Inmigraci¨®n Clandestina, desde 1997 hasta finales del a?o pasado se han recuperado, a ambos lados del Estrecho, 3.286 cad¨¢veres de emigrantes ahogados. Otros muchos nunca han aparecido.
Responsabilidad compartida
COMO CADA A?O DESDE 1997, con la llegada del buen tiempo zarpan masivamente las pateras de la costa del Rif rumbo a Andaluc¨ªa y surgen las quejas del lado espa?ol sobre la inoperancia de las autoridades marroqu¨ªes para luchar contra esa plaga. 'Yo supongo que har¨¢n muchos esfuerzos, pero yo, al final, tengo que juzgar resultados y esos no son muy halag¨¹e?os. Y hay que decir que hay muchas personas que est¨¢n perdiendo la vida porque eso se permite', se lamentaba, a finales del mes de mayo, el vicepresidente Mariano Rajoy. Para obligar a Marruecos a hacer mayores esfuerzos, el presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, propuso el mes pasado, en Londres, condicionar la ayuda al desarrollo de la Uni¨®n Europea al empe?o que pongan los pa¨ªses exportadores de emigrantes en controlar ese flujo. El Gobierno marroqu¨ª ha alegado siempre en su defensa que carec¨ªa de medios suficientes para combatir ese fen¨®meno: apenas tiene 25 patrulleras mal equipadas, frente a las 44 de la Guardia Civil, que est¨¢n dotadas con la m¨¢s moderna tecnolog¨ªa. Tras se?alar que se trataba de una 'responsabilidad compartida' entre Espa?a y Marruecos, el rey Mohamed VI insist¨ªa hace nueve meses, en una entrevista al diario franc¨¦s Le Figaro, en que Rabat carec¨ªa de los medios adecuados. Su secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi- Fihri, pidi¨® a la Uni¨®n Europea 'radares electr¨®nicos y lanchas de intervenci¨®n r¨¢pida' para mejorar la infraestructura de la vigilancia de sus costas. Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, publicado a principios de este mes de junio, sobre el tr¨¢fico de personas, avalaba los argumentos del pa¨ªs vecino. 'El Gobierno de Marruecos no cumple los requisitos m¨ªnimos para la erradicaci¨®n del tr¨¢fico' de seres humanos. 'Est¨¢, sin embargo, haciendo esfuerzos significativos para lograrlo', se?alaba. 'Aunque el Gobierno de Marruecos est¨¢ empezando a enfrentarse al problema, (...) se ve constre?ido por la falta de recursos'. Y a?ad¨ªa, adem¨¢s, que 'la polic¨ªa marroqu¨ª y los servicios de seguridad han desmantelado numerosas bandas de emigraci¨®n clandestina y de prostituci¨®n'.
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