Lo que hay que tener
A Rosario Valpuesta, rectora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, le molesta la detenci¨®n del inmigrante, pero le molesta a¨²n m¨¢s que ¨¦sta se produzca en la universidad. En un comunicado emitido tras la invasi¨®n del campus por la polic¨ªa la Comisi¨®n Gestora rechaza dicha intervenci¨®n y menciona un curioso concepto: la inviolabilidad del recinto universitario. Aunque en la universidad espa?ola se cometen injusticias y abusos que no siempre pueden ser corregidos por los tribunales ordinarios, ignoraba que se pudiese hablar abiertamente de inviolabilidad del campus universitario. Existe la autonom¨ªa universitaria, pero no se me hab¨ªa ocurrido que uno pudiese recurrir a ella como se acog¨ªan a sagrado los fugitivos de la justicia en el siglo XVII, que entraban en las iglesias para no ser apresados. Sab¨ªa que las primeras universidades europeas gozaban de un fuero especial que imped¨ªa a los alguaciles actuar sin permiso del rector contra los miembros de la comunidad universitaria cuando ¨¦stos se ve¨ªan envueltos en alg¨²n delito, pero me ha sorprendido la invocaci¨®n a estas alturas de aquella vieja preeminencia.
Si la polic¨ªa detiene a un inmigrante encerrado en la secci¨®n de arroz, pastas y conservas vegetales de Carrefour no sucede gran cosa; todos los d¨ªas cae alguno de una manera o de otra, pero resulta intolerable que el prendimiento se produzca vulnerando la inviolabilidad del recinto universitario. Para m¨ª, y sobre todo para el desdichado inmigrante capturado, no hay diferencia alguna entre ser detenido en la universidad y serlo en una tienda de ultramarinos; pero entiendo que una rectora tenga que poner el grito en el cielo cuando la polic¨ªa ultraja el sagrado recinto del saber.
Me cuesta m¨¢s trabajo entender la actitud del Gobierno. ?En qu¨¦ quedamos? Esas 400 personas encerradas en la universidad, ?no son todas ellas inmigrantes ilegales que con la Ley de Extranjer¨ªa en la mano deber¨ªan ser expulsadas inmediatamente de nuestro pa¨ªs? Que las expulse. ?No ha dicho el ministro del interior que hay una relaci¨®n muy estrecha entre inmigraci¨®n y delincuencia? Que miedo, que miedo; que lo evite. ?A qu¨¦ espera Rajoy? ?A que pase el 20-J, para que muchos de los que hoy apoyan a los encerrados los abandonen el 21 a su suerte? ?Entonces robar¨¢n nuestros comercios y violar¨¢n a nuestras mujeres y tendremos que encerrarlos en alguna de nuestras c¨¢rceles superpobladas! ?O tiene el ministro por el contrario la intenci¨®n regularizar la situaci¨®n de todos ellos, para que se corra la voz de que lo primero que ha de hacer un inmigrante cuando llega en patera es acogerse a sagrado encerr¨¢ndose en el gimnasio de alguna universidad espa?ola?
Este Gobierno adem¨¢s de redactar normas fascistas es incompetente: venga, adelante, que nos muestre el camino hacia esa Europa posible que no es fortaleza ni coladero, que se atreva a cumplir sus propias leyes, que se deje de zarandajas universitarias, que viole el recinto de la Olavide, que mande a la caballer¨ªa, que expulse a los inmigrantes encerrados y detenga a la rectora por acoger ilegales y no denunciarlos a la Guardia Civil.
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