'Beckhaman¨ªa' japonesa
'Ver ni?os, algunos de un a?o, con el pelo igual al m¨ªo... bueno, es extraordinario', dice David
A la salida del centro deportivo donde est¨¢ concentrada la selecci¨®n inglesa, en la isla de Awaji, esperan toda la ma?ana y toda la tarde cientos de japoneses de todas las edades, la mayor parte de ellos vestidos con la camiseta de David Beckham. Si uno se fija bien ver¨¢ que adem¨¢s un buen n¨²mero de jovenes, y algunos ni?os, se han te?ido y cortado el pelo en imitaci¨®n del astro ingl¨¦s.
'Ver ni?os peque?os, algunos de s¨®lo un a?o, con el pelo igual que el m¨ªo...', dec¨ªa Beckham ayer, sonriente pero tambi¨¦n incr¨¦dulo, 'bueno, es bastante extraordinario'.
El fen¨®meno no se limita a Awaji. Todo Jap¨®n ha sido pose¨ªdo por la Beckhaman¨ªa. Despu¨¦s de la camiseta azul de la selecci¨®n japonesa la que m¨¢s se vende es la blanca con el n¨²mero siete de Beckham. Igual con los noticieros de televisi¨®n En lo que a noticias del Mundial se refiere, primero Jap¨®n y despu¨¦s Beckham. No importa si Beckham ha jugado bien o mal, despu¨¦s de cualquier partido de la selecci¨®n inglesa las ¨²nicas im¨¢genes que pasan son las de un personaje cuyo inter¨¦s reside m¨¢s en su condici¨®n de celebrity, de estrella del mundo pop que en el hecho de que posee un pie derecho privilegiado.
Pases normales de Beckham, centros que la defensa contraria aleja sin dificultad, disparos sin potencia alguna: todo vale para las cadenas de televisi¨®n japonesas. Con tal de que sea Beckham, los presentadores se quedan maravillados. Pero lo mejor de todo son las im¨¢genes de Beckham celebrando goles ingleses: ¨¦sas las transmiten una y otra vez todo el d¨ªa en todos los canales.
Y despu¨¦s est¨¢n los programas nocturnos en los que venden fotos firmadas de Beckham, acompa?adas por un peque?o documento que constata que le firma es aut¨¦ntica. Cada una vende por 300 euros, pero seg¨²n las llamadas que continuamente entraban al estudio los televidentes no se inhib¨ªan.
Dec¨ªa Kimiyuki Kumamoto, due?o de una tienda de ropa deportiva en Tokyo, que ten¨ªa 'una magia especial' Beckham y por eso vend¨ªa tantas camisetas. La gente quer¨ªa llevar esa magia cerca de la piel. 'Y claro, tambi¨¦n es muy bien parecido. Pero lo importante es que cuando est¨¢ ¨¦l en el campo todo el ambiente cambia'.
Tambi¨¦n cuando sus padres entran en escena. Hace un par de noches el se?or y la se?ora Beckham estaban en un bar en el barrio de Ripongi, en Tokio, cuando de repente un ingl¨¦s se enter¨® de qui¨¦nes eran. Al poco rato chicas japonesas se acercaron, nervios¨ªsimas a los padres de su ¨ªdolo, rog¨¢ndoles que les permitieran hacer una foto con ellos. Los padres dijeron que s¨ª y despu¨¦s a una de las chicas se la vio llorar de felicidad.
Beckham se lo toma todo con mucha tranquilidad. Ya est¨¢ acostumbrado, tal es la adoraci¨®n que recibe en su pa¨ªs. Hasta la prensa deportiva ha perdido la capacidad de distinguir entre Beckham, el futbolista, y Beckham, la celebridad. Ayer en una conferencia de prensa en Awaji, la primera pregunta que se le hizo fue si cre¨ªa que Inglaterra podr¨ªa ganar el Mundia. ?l contest¨® que prefer¨ªa a estas alturas no hacerse demasiadas ilusiones.
La segunda pregunta fue, c¨®mo hab¨ªa reaccionado Brooklyn la victoria en octavos contra Dinamarca. Brooklyn como todo ingl¨¦s sin excepci¨®n sabe, es el hijo de David y Victoria Beckham.
'Brooklyn', contest¨® Beckham, 'est¨¢ muy contento. Vio casi todo el partido, pero no todo porque se tuvo que irse a una exposici¨®n de perros. ?l tampoco se est¨¢ haciendo demasiadas ilusiones'.
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