Por un modelo laboral y social
En los ¨²ltimos a?os los trabajadores hemos visto tambalearse de forma progresiva, la red legal que garantiza nuestros derechos laborales, las condiciones de trabajo, y los sistemas de protecci¨®n social.
La llamada flexibilizaci¨®n de las relaciones laborales, la desregulaci¨®n de los derechos de los trabajadores y la disminuci¨®n de la cobertura social, son los becerros de oro de un modelo econ¨®mico y productivo que sacrifica en el altar de los grandes intereses de una minor¨ªa privilegiada, los derechos laborales y el bienestar de una, cada vez mayor, masa de trabajadores.
As¨ª, el neoliberalismo pol¨ªtico, fiel espada del neocapitalismo econ¨®mico, disfraza bajo objetivos como el pleno empleo, disminuir la carga impositiva, racionalizar la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos, o mejorar la eficacia de los servicios p¨²blicos, una continua desregulaci¨®n de las relaciones laborales, una constante disminuci¨®n de los impuestos directos a costa de incrementar los indirectos, una permanente reducci¨®n del gasto p¨²blico, o una pol¨ªtica de privatizaciones generalizada.
Hoy es ya una evidencia contrastada que este tipo de pr¨¢cticas configuran un modelo social que avanza hacia desigualdades y exclusiones cada vez m¨¢s profundas entre los ciudadanos.
En realidad, el modelo socioecon¨®mico hacia el que nos arrastran, obvia el compromiso con el progreso social equilibrado del que debiera estar impregnada la actividad econ¨®mica y, por ello, entre otras graves secuelas sociales, el papel reservado al trabajador, es el de mero instrumento ocasional en la producci¨®n y al ciudadano, el de consumidor necesariamente compulsivo.
Las profundas reformas laborales y de los sistemas que configuran el estado de bienestar, impuestas por el gobierno del se?or Aznar al amparo de la mayor¨ªa absoluta, con un evidente desprecio del di¨¢logo social responden, sin duda, al dise?o estrat¨¦gico de un nuevo modelo sociolaboral para nuestro pa¨ªs. Modelo sociolaboral al que, impulsado radicalmente tras el ¨²ltimo decretazo durante la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea, se le imprime adem¨¢s desde la estrategia pol¨ªtica del PP, una n¨ªtida vocaci¨®n ejemplarizante y doctrinal cara al resto de los pa¨ªses de la Uni¨®n.
Hace d¨¦cadas que los hombres y mujeres de la UGT aspiramos y defendemos al modelo social europeo, como modelo sociolaboral de referencia y, por ende, de bienestar para nuestro pa¨ªs.
La realidad sociolaboral hacia la que el se?or Aznar y su gobierno arrastran hoy a nuestro pa¨ªs, y la que, sin duda, pretende para Europa es bien distinta. Las sucesivas reformas laborales, y de los sistemas de protecci¨®n social impuestas por el Gobierno, pese al falaz discurso demag¨®gico y populista que las envuelve y justifica, no tienen otra consecuencia que la p¨¦rdida sistem¨¢tica de derechos para los trabajadores y el debilitamiento de los sistemas de protecci¨®n. En definitiva, la configuraci¨®n de un modelo laboral y social acorde con el neoliberalismo pol¨ªtico del PP y los intereses del neocapitalismo para el que, en realidad, gobiernan.
El decretazo es el ¨²ltimo radical y crudo exponente de una cadena sucesiva de reformas que no s¨®lo pone de manifiesto la indefensi¨®n a la que se nos pretende abocar a los trabajadores, sino el aut¨¦ntico talante antisocial y dudosamente democr¨¢tico del Gobierno.
Una reforma que abarata el despido y, por tanto, lo facilita, que convierte el derecho a la protecci¨®n por desempleo en una entelequia, cuya finalidad no es otra que forzar a los trabajadores al subempleo y que act¨²a eliminando derechos laborales, trabajosamente alcanzados, en beneficio de las empresas y otros intereses, no puede ser materia de negociaci¨®n para UGT.
La UGT no puede sentarse a la mesa del despiece de derechos laborales y sociales preparada por el gobierno del se?or Aznar y a la que ¨¦ste invita a los sindicatos como meros oficiantes de una ceremonia socialmente macabra.
Ante esta pol¨ªtica, los sindicatos y trabajadores s¨®lo podemos tener una respuesta: la huelga general del pr¨®ximo d¨ªa 20.
Porque las trabajadoras y los trabajadores no s¨®lo vamos a defender el d¨ªa 20 una justa cobertura de la protecci¨®n social. No s¨®lo vamos a confrontar con esta pol¨ªtica sistem¨¢tica de desregulaci¨®n del mercado de trabajo. No vamos s¨®lo a exigir derechos que garanticen la dignidad en el trabajo, vamos a defender un modelo de relaciones laborales, un modelo social, que desde la justicia y la equidad garantice la dignidad de nuestras vidas.
En definitiva, vamos a defender c¨®mo trabajaremos y viviremos nosotros y las generaciones futuras. Por ello, ma?ana, huelga general.
Manuel Pastrana Casado es secretario general de la Uni¨®n General de Trabajadores de Andaluc¨ªa.
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