El proceso de ampliaci¨®n de la UE entra en crisis
La cumbre de Sevilla reflejar¨¢ los problemas financieros que atraviesa la incorporaci¨®n a las instituciones comunitarias de los pa¨ªses del este y sur de Europa
La de Sevilla hab¨ªa sido concebida hace medio a?o como una cumbre clave para dar el pen¨²ltimo impulso a la ampliaci¨®n de la UE al Este, pero, en cambio, reflejar¨¢ la crisis en la que ha entrado este hist¨®rico proceso al debatir su coste financiero. En la capital andaluza, los l¨ªderes europeos dar¨¢n luz verde a un informe sobre la situaci¨®n de cada uno de los candidatos, a la mayor¨ªa de los cuales piden un mayor esfuerzo en la lucha contra la corrupci¨®n o el fraude y un mayor control de sus fronteras. A la vez, reconocer¨¢n que quedan postergados al oto?o o invierno pr¨®ximo cap¨ªtulos financieros clave que debieron cerrarse este semestre. 'La ampliaci¨®n no es parte del problema; es parte de la soluci¨®n', ha dicho la semana pasada el comisario alem¨¢n G¨¹nter Verheugen, encargado de supervisar el proceso. Se refer¨ªa as¨ª a los temores que despierta entre los pol¨ªticos y ciudadanos un fen¨®meno que supondr¨¢ la inclusi¨®n en la UE de 12 pa¨ªses con un PIB per c¨¢pita que no llega al 45% de la media en la Uni¨®n.
Holanda y Alemania han bloqueado los cap¨ªtulos financieros para la adhesi¨®n
'La ampliaci¨®n no es parte del problema; es parte de la soluci¨®n'
En el reciente Eurobar¨®metro de primavera, el 67% de los encuestados en toda la UE reconoce que la ampliaci¨®n asegura la paz en el Continente, pero s¨®lo uno de cada dos est¨¢n a favor del proceso. Seg¨²n el Eurobar¨®metro del a?o pasado, s¨®lo cuatro de cada diez franceses la apoyaban, y el porcentaje no llegaba al 50% en el Reino Unido, Austria o Alemania. S¨®lo en Espa?a, Grecia, Suecia y Dinamarca se superaba el 60%. Eso s¨ª, ocho de cada diez europeos se siente poco informado de qu¨¦ supone la ampliaci¨®n. Por eso, los l¨ªderes aprobar¨¢n en Sevilla un segundo documento a favor de campa?as de informaci¨®n en todos los pa¨ªses.
El miedo a la invasi¨®n de mano de obra barata, a la p¨¦rdida de empleos, a la entrada de productos agr¨ªcolas m¨¢s baratos y a la factura que habr¨¢ que pagar en fondos y ayudas ha hecho estragos. Los m¨¢ximos dirigentes de los Estados contribuyentes netos, como Holanda y Alemania, han bloqueado los cap¨ªtulos financieros en los que los Quince debieran haberse puesto de acuerdo este semestre seg¨²n el calendario de negociaciones que pactaron en Niza en diciembre de 2000. Para salvar la cara y evitar un mensaje tan negativo hacia los candidatos, los Quince dar¨¢n su bendici¨®n a un documento de m¨ªnimos en el que se comprometen, sin fecha, a llegar a un acuerdo sobre los pagos directos a los agricultores, el tema que m¨¢s ampollas ha levantado en las ¨²ltimas semanas.. El a?o pasado, los Quince tambi¨¦n se comprometieron a finalizar antes del pr¨®ximo diciembre las negociaciones para poder acoger a un m¨¢ximo de diez pa¨ªses (todos menos Bulgaria y Rumania) en 2004. En Sevilla reafirmar¨¢n su palabra, pese a ser conscientes de que los cap¨ªtulos dejados en el camino har¨¢n realmente muy dif¨ªcil llegar a una soluci¨®n que s¨®lo podr¨¢ encararse una vez pasadas las elecciones alemanas de septiembre.
De los 31 cap¨ªtulos que se negocian (desde libre circulaci¨®n de personas a industria o pesca pasando por impuestos y pol¨ªtica regional o medio ambiente), se han cerrado una media de 26 por pa¨ªs, pero quedan los m¨¢s espinosos, los que cuestan dinero, como el de la agricultura. En s¨ªntesis, la valoraci¨®n que hace Bruselas sobre la actual situaci¨®n en cada uno de los pa¨ªses candidatos es la siguiente:
- Estonia. S¨®lo el 33% de los 1,4 millones de estonios apoyan su ingreso en la UE, pese a ser uno de los candidatos con menos problemas. La profunda modernizaci¨®n de la administraci¨®n de Estado, como de los sectores energ¨¦tico y agr¨ªcola, explica el escaso nivel de corrupci¨®n. Las ¨²nicas lagunas son la escasa protecci¨®n legal de la minor¨ªa rusa y el paro (11,7% total) de larga duraci¨®n. Casi el 70% de sus exportaciones se dirigen a la UE, sobre todo a los pa¨ªses n¨®rdicos.
- Letonia. Bruselas ha constatado progresos en la administraci¨®n de la justicia y en la lucha contra la corrupci¨®n, pero exige m¨¢s. Ha modernizado su agricultura, pero a¨²n debe reformar m¨¢s el sector energ¨¦tico y el de telecomunicaciones, adem¨¢s de controlar su elevada tasa de paro (13,7%). Como en Estonia, s¨®lo el 33% de los 2,4 millones de letones apoyan estar en la UE, el porcentaje m¨¢s bajo de todos los candidatos.
- Lituania. La Comisi¨®n Europea exige a los lituanos una mejor adaptaci¨®n democr¨¢tica de su sistema judicial y de la lucha contra la corrupci¨®n, junto a unas profundas reformas del sector agr¨ªcola para adaptarlo a una econom¨ªa de mercado. El 10,2% de paro en una poblaci¨®n de 3,6 millones es otro dato preocupante.
- Polonia. Con 38,6 millones de habitantes, Polonia es el principal pa¨ªs de la ampliaci¨®n y, por tanto, el que m¨¢s la condiciona. Pese a los problemas de retraso que arrastra en las negociaciones, los Quince han optado por mirar hacia otro lado porque nadie quiere poner en duda que los polacos, la mitad de los cuales apuesta por la adhesi¨®n, deben estar en la primera oleada. La restricci¨®n de siete a?os a la libertad de movimientos de trabajadores de pa¨ªses candidatos se ha hecho pensando en Polonia, que ahora exige una moratoria superior para impedir a los actuales ciudadanos de la UE la compra de tierras en Polonia. Uno de cada cinco polacos trabaja en la agricultura, que sin embargo s¨®lo supone en 5% de los 172.000 millones de euros de su PIB. Por eso, los pa¨ªses ricos de la UE quieren limitar al m¨¢ximo las ayudas agr¨ªcolas que corresponder¨ªan a los polacos. Bruselas exige a Varsovia una estrategia agr¨ªcola y profundas reformas de su mercado laboral y de sus infraestructuras, as¨ª como mayor atenci¨®n al paro (12,3%).
- Rep¨²blica Checa. Es uno de los candidatos mejor preparados para ingresar sin sobresaltos en la UE, pero a¨²n debe reforzar la lucha contra el crimen organizado y el tr¨¢fico de inmigrantes, as¨ª como mejorar las condiciones de la minor¨ªa gitana. La UE ha presionado a Praga, hasta ahora sin ¨¦xito, para que derogue los decretos Benes, aporbados tras la II Guerra Mundial para expulsar del pa¨ªs a centenares de miles de alemanes. Sus 10,2 millones de habitantes reaccionaron con dureza cuando Austria amenaz¨® en 2001 con bloquear su acceso a la Uni¨®n Europea si no se cerraba antes la central nuclear de Temelin, a 30 kil¨®metros de la frontera. Bruselas le exige una mayor transparencia del sistema financiero y mayor respeto al medio ambiente.
- Eslovaquia. Bruselas cree que los 5,3 millones de eslovacos deben contar con una polic¨ªa m¨¢s democr¨¢tica y unos jueces m¨¢s independientes. Y adem¨¢s tienen que contar con la minor¨ªa gitana para que est¨¦ m¨¢s integrada y luchar m¨¢s intensamente contra la corrupci¨®n. El ex primer ministro Vladimir Meciar, en alza, es muy cr¨ªtico con la adhesi¨®n a la UE.
- Hungr¨ªa. Uno de los candidatos mejor preparados. Alabada por su lucha contra el blanqueo de dinero y el fraude o la inserci¨®n de la minor¨ªa gitana, Budapest necesita una gran reforma del sector agr¨ªcola, el energ¨¦tico y el ferroviario. En junio de 2001 aprob¨® una ley sobre beneficios y ventajas para ciudadanos h¨²ngaros residentes en otros pa¨ªses de la UE, lo que origin¨® cr¨ªticas de sus vecinos. Bruselas reprueba la elevada inflaci¨®n (6,9%) y el excesivo gasto p¨²blico.
- Eslovenia. Superados los efectos de la guerra, Eslovenia se ha convertido en uno de los candidatos m¨¢s pr¨®speros (9.400 euros de renta per c¨¢pita), aunque Bruselas le exige rebajar el peso del Estado en sectores como la banca, privatizada en buena parte, o los seguros, y controlar mejor la inflaci¨®n (7,3%) y las finanzas p¨²blicas. Entre las lagunas, tambi¨¦n destaca el bajo control fronterizo frente a la inmigraci¨®n ilegal.
- Rumania. Junto con Bulgaria, ha sido eliminado de la primera oleada de adhesi¨®n, apoyada por ocho de cada diez rumanos (22,4 millones de habitantes). Una d¨¦bil administraci¨®n p¨²blica que favorece la corrupci¨®n y la falta de independencia judicial, junto a la dram¨¢tica situaci¨®n de miles de ni?os en centros de acogida, la discriminaci¨®n a los gitanos o el elevado tr¨¢fico de inmigrantes reflejan una Rumania no equiparable hoy a la UE. Su bajo nivel de renta per c¨¢pita (1.500 euros al a?o) y un sector agr¨ªcola estancado hace d¨¦cadas son tambi¨¦n s¨ªntomas de la incapacidad rumana para equipararse a un mercado ¨²nico europeo.
- Bulgaria. Eliminada el a?o pasado de la primera ola de incorporaciones, Bulgaria sufre una corrupci¨®n end¨¦mica al lado de una judicatura distante del comportamiento democr¨¢tico. Pese a sus encomiables esfuerzos legales y econ¨®micos para no perder el tren, Sofia no ha sido capaz ni siquiera de invertir los fondos que dedica la UE al proceso de preadhesi¨®n. Su renta per c¨¢pita anual (1.400 euros) es la m¨¢s baja de todos los candidatos y el paro (17%), el m¨¢s elevado. Como a Rumania, la UE animar¨¢ a Bulgaria a proseguir los esfuerzos y, a fin de a?o, aprobar¨¢ un plan de etapas para su futura adhesi¨®n.
- Malta. Con s¨®lo 300.000 habitantes, Malta es un pa¨ªs perfectamente equiparable a la media actual de la UE. Con una renta per c¨¢pita de 8.800 euros, Malta forma parte desde hace 30 a?os de la zona de libre comercio con la UE. S¨®lo 38 de cada 100 malteses apoyan la entrada en la UE, contra la que predica el Partido Laborista, el principal de la oposici¨®n.
- Chipre. Constituye el caso pol¨ªticamente m¨¢s complicado por la divisi¨®n en dos partes (el norte bajo control turco) de la isla, cuando la adhesi¨®n est¨¢ abierta a un solo Estado. Las negociaciones abiertas este a?o por los l¨ªderes de ambos lados han sufrido un par¨®n ante el disgusto de Bruselas, aunque ya parecen m¨¢s que superadas la amenaza turca de apropiarse de la Rep¨²blica Chipriota del Norte si el resto de la isla entra en la UE, o la griega de bloquear toda adhesi¨®n si Chipre no se inclu¨ªa en la primera oleada.
- Turqu¨ªa. Precandidato hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, este pa¨ªs (65 millones de habitantes) a¨²n no ha iniciado las negociaciones de adhesi¨®n porque la UE considera que su nivel democr¨¢tico no es suficiente incluso tras los progresos de la nueva Constituci¨®n aprobada el a?o pasado que ya contempla, por ejemplo, el derecho a la libertad de expresi¨®n. El excesivo peso del Ej¨¦rcito, el respeto a los derechos humanos, el respeto a la minor¨ªa kurda o los graves conflictos en las c¨¢rceles son s¨®lo algunos cap¨ªtulos destacados por Bruselas, que reconoce pese a todo los progresos registrados. La crisis econ¨®mica del a?o pasado, que hundi¨® la bolsa y dispar¨® la inflaci¨®n, o su posici¨®n en el contencioso chipriota han sido nuevos lastres para abrir las negociaciones.
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