Star Wars, episodio II: clones frente a drones (III)
M?S ALL? DEL BORDE EXTERIOR se encuentra el solitario planeta Kamino. Una mano interesada ha borrado su situaci¨®n exacta de los Archivos Jedi. Pero Obi-Wan acabar¨¢ por dar con ¨¦l y descubrir su misterioso secreto. En la sombra (nunca mejor dicho en un mundo donde nunca se ve un sol), los kaminoanos, seres de ojos almendrados y largo cuello (inspirados claramente en los cl¨¢sicos alien¨ªgenas), trabajan con paciencia y tes¨®n. Expertos cient¨ªficos gen¨¦ticos, est¨¢n construyendo un ej¨¦rcito de clones.
Puestos a emprender la locura de una guerra, no est¨¢ mal pensado dejar que androides, por un lado, y clones humanos, por otro, sean los contendientes. Sorprende, en cambio, que los androides utilicen armas semejantes a las que los soldados humanos emplear¨ªan. Si se desea concebir un ej¨¦rcito invencible, mejor dotarlo de armamento apropiado y dise?ar a sus soldados con una estructura menos vulnerable (y con mejor punter¨ªa). Un ej¨¦rcito de robots id¨¦nticos tiene tambi¨¦n pocas posibilidades de subsistir. Basta, como sucede en el episodio I, con destruir las naves desde donde son controlados.
La palabra clon procede de klon, que en griego significa 'brote, esqueje'. Cuando a partir de la porci¨®n de una planta, un geranio por ejemplo, nace una planta nueva, estamos, de hecho, fabricando un clon. Los clones son, por tanto, organismos con la misma constituci¨®n gen¨¦tica procedentes de un ¨²nico individuo mediante multiplicaci¨®n asexual y son iguales a ¨¦l. En el proceso de producci¨®n de clones o clonaci¨®n se obtienen seres id¨¦nticos gen¨¦ticamente sin que se produzca la uni¨®n de dos c¨¦lulas sexuales (¨®vulo y espermatozoide en los humanos).
Una de las t¨¦cnicas m¨¢s prometedoras (transferencia nuclear) consiste en la sustituci¨®n del n¨²cleo de un ¨®vulo por el n¨²cleo de una c¨¦lula con una dotaci¨®n cromos¨®mica completa. La c¨¦lula donante puede ser una c¨¦lula ya diferenciada (madura), de ciertos tejidos (intestinal, piel) o procedente de un embri¨®n. Fue con esta t¨¦cnica como se consigui¨® la clonaci¨®n, en 1997, del primer mam¨ªfero superior: la oveja Dolly.
Los eficientes genetistas kaminoanos emplean una t¨¦cnica diferente. Les basta con el material gen¨¦tico del reputado cazarrecompensas, Jango Fett. As¨ª se ahorran los ¨®vulos anucleados y todo el proceso de gestaci¨®n, una vez el embri¨®n empieza a desarrollarse, con su implantaci¨®n en el ¨²tero de una madre receptiva. Todo ello es sustituido por el cultivo y el crecimiento en recipientes de incubaci¨®n. Adem¨¢s, gracias al empleo de t¨¦cnicas de crecimiento acelerado, que reducen a la mitad el tiempo necesario para el desarrollo completo del clon, en menos de una d¨¦cada consiguen clones adultos preparados para el combate. De paso, han resuelto la dificultad de obtener clones completamente id¨¦nticos.
El hecho de que dos clones posean el mismo material gen¨¦tico (genoma) no significa que vayan a ser iguales: el entorno natural y cultural resultan determinantes a la hora de introducir diferencias entre ellos (recu¨¦rdese, por ejemplo, el filme Los ni?os del Brasil ). Como en toda t¨¦cnica, el ¨¦xito no es total aunque el porcentaje de intentos fallidos en todo el proceso de generaci¨®n de clones es muy bajo (www.starwars.com): 7 clones anormales por cada 200 producidos (96,5%). Muy alejado de la t¨¦cnica real descrita, donde muchos factores que no se controlan bien dificultan la obtenci¨®n de clones viables. Dolly, por ejemplo, es el ¨²nico ¨¦xito de 277 intentos (0,4%), mientras que en otros animales clonados (vacas, ratones, cerdos) a duras penas se llega al 2%. Cabr¨ªa preguntarse por qu¨¦ existiendo tantas especies en la Galaxia, se ha escogido como plantilla a un humano y no se ha dise?ado, mediante ingenier¨ªa gen¨¦tica, un individuo que re¨²na lo mejor de todas las especies.
Tal vez los kaminoanos sean tan precavidos como para tener en cuenta que ello dar¨ªa lugar a la uniformidad gen¨¦tica (tendencia ya presente en la ganader¨ªa y agricultura humanas actuales) con la consecuente amenaza para la biodiversidad. A diferencia de la armada droide, estos clones humanos pueden pensar y actuar de manera creativa e independiente, pero ?cu¨¢l es su estatus? ?No ser¨¢n considerados ciudadanos de segunda? ?No se habr¨¢n convertido en un objeto de consumo m¨¢s? En fin, otras ideas para el debate sobre la ¨¦tica de la clonaci¨®n humana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.