Un tribunal bajo sospecha

?Justicia o farsa? La inminente sentencia contra un coronel del ej¨¦rcito ruso confeso del asesinato de una joven chechena de 18 a?os indicar¨¢ si los tribunales rusos se convierten en encubridores de los criminales de guerra o si los defensores del Estado de Derecho en Rusia, y sobre todo los ciudadanos de origen checheno, pueden tener a¨²n confianza en los jueces. Tal es -y no menos- la envergadura de las apuestas en juego en el juicio contra el coronel Yuri Bud¨¢nov que se celebra en la ciudad de Rost¨®v del Don y que esta semana ha entrado en su fase final tras un controvertido proceso que ha dividido a la opini¨®n p¨²blica rusa y ha puesto de manifiesto el esp¨ªritu corporativista a ultranza de la instituci¨®n militar.

La justicia militar rusa ha hecho todo lo posible para justificar los actos del acusado

En la noche del 26 al 27 de marzo del 2000, el coronel Bud¨¢nov, un veterano de las dos guerras de Chechenia, secuestr¨® a Elsa Kung¨¢ieva en su domicilio del pueblo de Tangu¨ª en presencia de sus cuatro hermanos menores. Enroll¨¢ndola en una manta, el coronel traslad¨® a Elsa a sus aposentos en un regimiento de tanques. Despu¨¦s de interrogarla y maltratarla, el coronel la estrangul¨®. Luego, en calzoncillos, abri¨® la puerta de su dormitorio y orden¨® a sus subordinados que enterraran el cad¨¢ver desnudo de la joven, que yac¨ªa sobre su catre. Gracias a la intervenci¨®n de un superior, el cad¨¢ver fue descubierto y el asunto acab¨® en los tribunales.

Pero a partir de ah¨ª la justicia militar ha hecho todo lo que ha estado en su mano para justificar el comportamiento del coronel, que posee condecoraciones militares y una familia formada por esposa y dos hijos.

La fiscal¨ªa militar, que muestra claras simpat¨ªas por el reo, ha pedido esta semana la benigna sentencia de tres a?os de c¨¢rcel por abuso de autoridad. Por si fuera poco, el fiscal Sergu¨¦i Naz¨¢rov, ha solicitado tambi¨¦n que, junto con la imposici¨®n de esa pena, el acusado sea amnistiado con motivo del 55 aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Los abogados de Elsa Kung¨¢ieva, dirigidos por Abdul¨¢ Jamz¨¢iev, est¨¢n estupefactos despu¨¦s de ver como, de forma sistem¨¢tica a lo largo del proceso, los tribunales se las han arreglado para no aceptar los testigos de la familia Kung¨¢ieva y para asumir como buenas las palabras del coronel independientemente de su capacidad para probarlas.

Para empezar, el tribunal rechaz¨® el cargo de violaci¨®n. Elsa Kung¨¢ieva hab¨ªa sido violada, porque as¨ª lo atestiguaban dos informes m¨¦dicos, incluido el de la autopsia, pero el tribunal decidi¨® que no pod¨ªa probarse que la joven hubiera sido violada en vida y el coronel negaba su participaci¨®n, aunque hubiera aparecido en calzoncillos ante los soldados y aunque hubiera desgarrado la ropa de la joven durante el supuesto interrogatorio en el catre. Dos ex¨¢menes m¨¦dicos, uno de ellos practicado por una instituci¨®n del ministerio de Justicia, indicaron que Bud¨¢nov estaba en sus facultades mentales cuando estrangul¨® a Elsa. Sin embargo, el examen realizado por la misma cl¨ªnica que en la ¨¦poca sovi¨¦tica daba dict¨¢menes para encerrar en instituciones psiqui¨¢tricas a los disidentes indic¨® que el coronel ten¨ªa temporalmente ofuscadas sus facultades mentales. Seg¨²n la versi¨®n del coronel, ¨¦ste habr¨ªa actuado movido por el deseo de vengar a unos compa?eros de armas que sucumbieron a una emboscada en la que habr¨ªan participado mujeres francotiradoras. Un informante le habr¨ªa dicho a Bud¨¢nov que los Kung¨¢iev albergaban a las supuestas francotiradoras. De este modo, el coronel lleg¨® a medianoche a la casa de los Kung¨¢iev y se llev¨® a Elsa para 'interrogarla'. En el transcurso del interrogatorio, seg¨²n la versi¨®n de Bud¨¢nov, la j¨®ven habr¨ªa opuesto una furiosa resistencia y habr¨ªa amenazado al coronel, que en un momento de ofuscaci¨®n, la estrangul¨®. Bud¨¢nov no ha presentado al informante que supuestamente le dirigi¨® a la casa de los Kung¨¢iev y el tribunal ha hecho uso de sus facultades para negar a la defensa la comparecencia de la persona que supuestamente hab¨ªa informado a Bud¨¢nov.

El tribunal ha ignorado tambi¨¦n el hecho de que el coronel hab¨ªa consumido alcohol antes de dirigirse a la casa de los Kung¨¢iev. Ahora, el fiscal asegura que el acusado se limit¨® a asumir competencias de 'arresto' que pertenec¨ªan al ministerio del Interior y no al ministerio de Defensa. Y el acusado tiene el apoyo del ministro de Defensa, Sergu¨¦i Ivanov.