?Aqu¨ª est¨¢ todo el pescado vendido, v¨¢monos!
Los piquetes paralizan el abastecimiento de Mercavalencia y logran el cierre parcial de un comercio sin clientes
Eran las 4.30 horas de la ma?ana y uno de los miembros del piquete sindical situado frente a la entrada de Mercavalencia dijo lo que la mayor¨ªa pensaba desde hac¨ªa media hora. '?Aqu¨ª est¨¢ todo el pescado vendido, v¨¢monos!'.
La frase, de haberse podido o¨ªr dentro del impresionante mercado de pescados de Mercavalencia, habr¨ªa sonado a carcajada. All¨ª dentro, s¨®lo unos pocos empleados mov¨ªan unas cajas de pescado congelado para matar el aburrimiento. De aquella nave vac¨ªa, de peces y de hielo, sal¨ªa a esas horas de la madrugada un estremecimiento que alcanzaba a la pr¨¢ctica totalidad del recinto de Mercavalencia y que s¨®lo se amortiguaba un poco frente a las pocas hortalizas y melones de la Tira de Contar, que es como se llama el mercado de Abastos de productos de la huerta.
Uni¨®n Gremial cifra la incidencia de la huelga entre el 50% y el 75% en importantes ciudades
La batalla del desabastecimiento que hab¨ªan planteado los piquetes en Mercavalencia se gan¨® pronto, porque la mayor¨ªa de los proveedores se tom¨® el d¨ªa de fiesta y opt¨® por adelantar a sus clientes lo imprescindible el d¨ªa anterior y dejar lo prescindible para hoy.
A¨²n as¨ª, polic¨ªas y sindicalistas se vieron obligados a justificar su presencia all¨ª y se pasaron casi hora y media (desde las 0 horas a la 1.30) forcejeando para facilitar o retrasar la entrada de los pocos camiones que quisieron entrar. Tras los primeros empujones, pero sin pasarse, ambos grupos decidieron ejercitar los m¨²sculos y se entretuvieron poniendo y quitando piedras en la rotonda de acceso a Mercavalencia. Y as¨ª, hasta que los polic¨ªas, que por la tarde se iban -?casi sin dormir!- a la cumbre de Sevilla, se cansaron. Una decisi¨®n que provoc¨® un giro en la situaci¨®n y llev¨® a los compradores que quisieron entrar en Mercavalencia a ir en contradirecci¨®n al grito de '?esquirol!' y acompa?ados por los agentes.
Ayer nadie se empe?¨® en discutir mucho sobre el seguimiento de la huelga en Mercavalencia -que CC OO cifr¨® en un 100%- porque en el Mercado Central de la capital la pescader¨ªa y las carnicer¨ªas estaban pr¨¢cticamente desabastecidas y las fruter¨ªas y verduler¨ªas -que cuentan en su mayor¨ªa con producci¨®n propia- estaban abiertas en un 60%, aunque eso s¨ª con muy pocos clientes. Tan pocos -y esto s¨ª se demostr¨® objeto de malestar- que al ¨²ltimo piquete informativo que entr¨® cerca del mediod¨ªa en este templo de la verdura le cay¨® alg¨²n pepino o alg¨²n kiwi a la cabeza.
Las grandes superficies comerciales abrieron, pero para cazar moscas; porque ni siquiera tuvieron a quien venderle o tirarle un pepino. S¨®lo en Alicante, un par de centros Carrefour tuvieron que cerrar sus puertas durante la ma?ana. Y mientras, en el peque?o comercio la convocatoria de huelga general fue desigual, pero los centros urbanos amanecieron empapelados de llamadas a la huelga y mayoritariamente cerrados. Bares, farmacias y hornos fueron los m¨¢s dispuestos y consentidos a la hora de no secundar la convocatoria.
Los l¨ªderes sindicales cifraron el seguimiento de la huelga en el peque?o comercio entre un 55% y un 60%. El Consell y los ayuntamientos del PP lo redujeron pr¨¢cticamente a cero. Uni¨®n Gremial, por contra, cifr¨® la incidencia de la huelga 'entre el 50% y el 75%' en importantes ciudades como Valencia, Sagunto, Torrent, Gandia, Paterna, y del 25% o menos en otras como Alzira, Cocentaina o Burjassot. La Confederaci¨®n Valenciana de Comercio (Covaco) destac¨® un cierre del 70% en los comercios de Sagunto y la poca clientela en una jornada de 'pocos incidentes rese?ables', normalidad general, especialmente en Alicante y Castell¨®n, y muchas cerraduras bloqueadas. En Alicante, los comercios regentados por subsaharianos y magreb¨ªes cerraron todo el d¨ªa en solidaridad con los sindicatos.
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