El turno del genio asim¨¦trico
La idea de Camacho para suplir a Ra¨²l es adelantar a Valer¨®n a la media punta, su puesto natural
Las mujeres, los coches, la vida padre, la fortuna y los trofeos con m¨¢s glamour son el sue?o de la mayor¨ªa de los futbolistas j¨®venes. Juan Carlos Valer¨®n (Arguinegu¨ªn, Gran Canaria, 1975) es un caso aparte. Religioso hasta el extremo de leer la Biblia cada vez que puede, reacio a conocer novias nacidas fuera de Gran Canaria para no alejarse de su querida tierra, austero y sin otra ambici¨®n que divertirse un rato con la pelota, el media punta del Deportivo est¨¢ hecho de una madera especial. Es el futbolista m¨¢s h¨¢bil que tiene Espa?a, el que domina el bal¨®n con m¨¢s naturalidad y el que hace las cosas m¨¢s impensables en los momentos delicados. Jos¨¦ Antonio Camacho le ha retrasado al medio campo y all¨ª su creatividad se ha difuminado. Hasta hoy. Contra Corea, la lesi¨®n de Ra¨²l lleva a Valer¨®n a ocupar la segunda punta, la zona donde alcanza su plenitud y el lugar donde puede dejar su sello en la Copa del Mundo.
El d¨ªa que los jugadores del Atl¨¦tico se encontraron a Valer¨®n en la ducha, reci¨¦n llegado del Mallorca en el verano de 1999, se quedaron at¨®nitos. '?Qu¨¦ es esto!', dijo un guas¨®n; '?esto no puede ser un futbolista!'. Hasta el propio Arrigo Sacchi, el t¨¦cnico, no pudo resistirse al pesimismo que le inspir¨® la visi¨®n del esmirriado media punta canario. No ten¨ªa hombros, los pezones se le juntaban en medio del pecho, las piernas se le doblaban hacia dentro, como las patas de un catre, y los pies se le hund¨ªan de forma tal que gastaba el interior de las botas hasta deformarlas. Pero ah¨ª estaba ¨¦l, sonriente y agradecido de compartir vestuario con 'unos monstruos' como Kiko, Jugovic, Juninho, Vieri, Serena, Molina, Mena... Valer¨®n se sent¨ªa el menos indicado para el estrellato. A pesar de ser t¨¦cnicamente superior. A pesar de ser genial. O no se daba cuenta o le horrorizaba el protagonismo.
Sacchi le puso en el equipo de los suplentes y all¨ª comenz¨® la pretemporada. Cada vez que el italiano organiz¨® un partidillo Valer¨®n fue con el banquillo y Jugovic con los titulares. Hasta que Sacchi se volvi¨® a sorprender. No comprend¨ªa c¨®mo un futbolista de cuerpo asim¨¦trico y con tan poca masa muscular pod¨ªa tener ese dominio del espacio y el tiempo del juego. Ese pase preciso. Esa manera extra?a y precisa de cubrir el bal¨®n y llev¨¢rselo jugado en cualquier circunstancia. Valer¨®n siempre creaba peligro, siempre dominaba la situaci¨®n. Sacchi le miraba y, meneando la cabeza, dec¨ªa: 'Tiene que jugar... ?Tiene que jugar!'.
Valer¨®n es un genio tapado. Pero basta con conocerle un poco para comprender su valor. 'Valer¨®n lo tiene todo', dice su amigo y compa?ero deportivista Diego Trist¨¢n; 'tiene desborde, pase, pegada. Es el futbolista m¨¢s en forma del f¨²tbol espa?ol y muy pocos en el mundo est¨¢n a su nivel. Lo m¨¢s importante es dejarle a su aire, dejarle hacer lo que sabe, y nos vamos a beneficiar todos. No digo m¨¢s nada porque a ¨¦l no le gusta salir en los medios, no le gusta que lo se?alen ni que le carguen de responsabilidad, y me va a echar la bronca'.
'Campechano', seg¨²n Molina, el portero del Deportivo; 'un tipo normal'. Con las mimas habilidades que Zidane, pero sin condiciones para ser objeto de mercadotecnia. A un siglo de la cresta dorada de Beckham y a dos de la ambici¨®n de Ra¨²l. Valer¨®n se divierte m¨¢s jugando al f¨²tbol en su pueblo que oficiando de celebridad en Corea. Vive a contramano en un mundo que reclama presencia y simetr¨ªa en sus estrellas, es poco recomendable para vender camisetas, moralmente es un monolito y futbol¨ªsticamente un superdotado.
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