Ma?ana, en Barajas

Con una incontenible carga de indignaci¨®n, que ni siquiera se atemper¨® con el paso de las horas, se subi¨® ayer la expedici¨®n espa?ola al avi¨®n que la llev¨® a Ulsan procedente de Gwangju, el lugar donde se dej¨® sus ilusiones de hacer historia y no s¨®lo llegar a las semifinales de un Mundial, sino tambi¨¦n a la final para... ganarla.

Tal y como estaba previsto en el caso de que se produjera la derrota, el equipo se traslad¨® r¨¢pidamente al aeropuerto de Gwangju y, tras un corto vuelo, lleg¨® a su lugar de concentraci¨®n, Ulsan, en el que pensaba permanecer hasta el momento de cruzar a Jap¨®n, a Yokohama, para disputar la final el d¨ªa 30.

Mientras los espa?oles hac¨ªan su pen¨²ltimo viaje de este Mundial -el ¨²ltimo ser¨¢ el del regreso- un vuelo ch¨¢rter despegaba de Madrid, el mismo aparato que servir¨¢ para traerles de regreso. Trece horas despu¨¦s, ese avi¨®n aterrizaba en la pen¨ªnsula coreana.

All¨ª esperar¨¢ hasta que llegue la hora de volver a casa. El despegue se producir¨¢ aproximadamente a las diez de la ma?ana (hora local) desde el aeropuerto de Gimhae, en la cercana ciudad de Busan. Se estima que el vuelo tomar¨¢ tierra en el de Barajas hacia las cinco de la tarde de ma?ana lunes.