El control del peso ayuda a prevenir la diabetes
Es posible evitar la resistencia a la insulina con la que empieza la enfermedad en adultos
La mayor¨ªa de las enfermedades importantes de la infancia se pueden prevenir ahora con vacunas, y la mayor parte de las infecciones bacterianas graves se pueden curar con antibi¨®ticos. Pero hay una enfermedad que se est¨¢ propagando ahora y que no tiene tratamiento curativo. Es la diabetes de tipo 2, y su prevenci¨®n y control exigen una intervenci¨®n que s¨®lo las v¨ªctimas potenciales o reales pueden hacer: elegir mejor las comidas, hacer m¨¢s ejercicio y -lo m¨¢s importante de todo- evitar el exceso de peso o perderlo si se ha adquirido.
La diabetes de tipo 2 se caracteriza por que las c¨¦lulas del cuerpo se han hecho resistentes a la hormona insulina. Su incidencia ha aumentado en un tercio desde 1990. La tercera parte de las personas que padecen esta enfermedad no saben que la tienen. Sin embargo, al igual que en la diabetes de tipo 1, en la que el p¨¢ncreas es incapaz de producir insulina, la diabetes de tipo 2 puede conducir a complicaciones graves, que incluso pueden suponer una amenaza para la vida, como la ceguera, enfermedades renales, da?os al sistema nervioso y enfermedades del coraz¨®n.
La grasa abdominal es especialmente peligrosa porque contrarresta la acci¨®n de la insulina
Para ser candidato a diab¨¦tico basta con comer 100 calor¨ªas m¨¢s de las gastadas al d¨ªa
?Qui¨¦n puede verse afectado?Hay tres grupos principales que afrontan un mayor riesgo de convertirse en diab¨¦ticos: los que tienen familiares cercanos con diabetes, las mujeres que desarrollaron diabetes durante el embarazo o cuyos ni?os pesaron m¨¢s de cuatro kilos y medio al nacer, y las personas de todas las edades que tienen un sobrepeso significativo, especialmente los que tienen michelines en la cintura.
Reza Yavari, un endocrin¨®logo de la Facultad de Medicina de Yale, afirma que la grasa abdominal es especialmente peligrosa 'porque segrega hormonas y otros factores que contrarrestan la acci¨®n de la insulina'.
Para determinar si su barriga le coloca en la categor¨ªa de alto riesgo tome una cinta m¨¦trica y divida el contorno de su cintura por el de sus caderas. Si el resultado excede 0,85 para las mujeres o 1 para los hombres, es el momento de pensar en rebajar esa barriga. No hace falta mucho para ser candidato a diab¨¦tico. Basta con que coma al d¨ªa 100 calor¨ªas m¨¢s de las que gasta -lo que viene a ser media barra de una chocolatina- y en 10 a?os habr¨¢ ganado 50 kilos de m¨¢s. Yavari es dolorosamente consciente de lo f¨¢cil que es ahora para la gente comer demasiado y hacer menos ejercicio del necesario, empezando por la juventud. Aproximadamente el 85% de los ni?os con diabetes del tipo 2 tienen exceso de peso.
Seg¨²n Yavari, los ni?os de hoy est¨¢n rodeados de comida basura y de alimentos r¨¢pidos cargados de calor¨ªas, incluso en los comedores escolares; pasan demasiado tiempo ante el televisor y jugando con videoconsolas y, tanto en casa como en la escuela, dedican demasiado poco tiempo a las actividades f¨ªsicas.
Entre 1977 y 1995, por ejemplo, el h¨¢bito de caminar o de ir en bicicleta descendi¨® un 40% entre los ni?os de edades comprendidas entre los 5 y los 15 a?os. El ejercicio es esencial no s¨®lo para ayudar a las personas de todas las edades a mantener un peso saludable, sino que tambi¨¦n reduce el riesgo de diabetes al incrementar la sensibilidad del cuerpo a la insulina y reducir la tendencia a comer por razones distintas del hambre.
El porcentaje de ni?os con exceso de peso se ha incrementado en un 50% en Estados Unidos desde 1970 -hasta llegar a uno de cada cinco ni?os- y, desde 1991, la obesidad de los adultos ha ascendido en un 60% aproximadamente.
El dedicar un tiempo excesivo a ver la televisi¨®n es un riesgo tanto para los adultos como para los ni?os. En un estudio de 37.918 profesionales sanitarios publicado en junio de 2001, Frank B. Hu y sus compa?eros de la Facultad de Salud P¨²blica de Harvard descubrieron que, si se les comparaba con hombres que ve¨ªan la televisi¨®n con poca frecuencia, aquellos que pasaban entre 21 y 40 horas a la semana viendo televisi¨®n ten¨ªan el doble de riesgo de contraer diabetes, y aquellos que ve¨ªan televisi¨®n m¨¢s de 40 horas a la semana ten¨ªan casi el triple de posibilidades de desarrollar la enfermedad. Los que ven mucha televisi¨®n tend¨ªan a comer m¨¢s aperitivos y dulces y menos frutas y verduras, a?adiendo un riesgo m¨¢s de tener sobrepeso y desarrollar diabetes.
Un estudio realizado en 27 centros m¨¦dicos de EE UU con 3.234 participantes de alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 ha demostrado que incluso cambios peque?os en los h¨¢bitos de vida -consumir menos grasas, hacer ejercicio dos horas y media a la semana y perder simplemente un promedio de un 7% de peso corporal- reduc¨ªa la incidencia de la diabetes a m¨¢s de la mitad durante un periodo de tres a?os.
El equipo de investigaci¨®n, dirigido por David M. Nathan, del Hospital General de Massachusetts en Boston, se?al¨® que aunque la mayor¨ªa de los factores de riesgo de la diabetes -edad, raza, historial familiar de la enfermedad- no se pod¨ªan cambiar, la gente puede controlar los otros dos factores: obesidad y la falta de actividad f¨ªsica.
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