Indignado y avergonzado

Soy un espa?ol residente en Portugal y me siento indignado y avergonzado por los acontecimientos del pasado s¨¢bado en Rosal de la Frontera, cuando varios autobuses que se dirig¨ªan a la euromanifestaci¨®n de Sevilla fueron impedidos de en

trar en Espa?a, y dos dirigentes del Bloque de Izquierda (BE), uno de los cuales es diputado en el Parlamento, fueron agredidos violentamente por la Guardia Civil.

Creo que estos hechos son un reflejo de la situaci¨®n pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs, donde un hombre uniformado puede hacer lo que le venga en gana y donde un Gobierno se siente con autoridad para mentir y pasar por encima del derecho.

Adem¨¢s, es una falta de respeto a Portugal y todos los portugueses. Cuando un guardia civil levanta la mano contra un representante del pueblo portugu¨¦s son siglos de enfrentamiento los que necesariamente vienen a la memoria. Tristes estadistas los de nuestro Gobierno cuando se permiten acciones de este tipo.

Pero es tambi¨¦n una falta de respeto a todos los espa?oles que vivimos y trabajamos en Portugal. Somos miles los que aqu¨ª estamos, estudiando o trabajando como m¨¦dicos, enfermeros y otros, que hemos encontrado aqu¨ª una tierra que nos acoge generosamente, a lo que nuestro Gobierno parece responder con malos modos, con golpes y empujones.

Esperemos que algunos s¨ªntomas de desagrado del pueblo portugu¨¦s por este incidente no se transformen en un rechazo a lo espa?ol.

Indignante es tambi¨¦n la desinformaci¨®n en relaci¨®n a este asunto en todos los medios de comunicaci¨®n de nuestro pa¨ªs, aunque, sabiendo cu¨¢l ha sido la cobertura dada a la huelga general del 20-J, nada nos sorprende. Al final, Berlusconi no pasa de un aprendiz de Aznar.