Habitantes del infierno
A medida que los a?os pasan, el mundo sobre el que Bernard Marie Kolt¨¨s fue construyendo su denso imaginario po¨¦tico va quedando atr¨¢s. Un proceso de alejamiento en el que su obra va despoj¨¢ndose de todo lo accesorio para abrirse a nuevas realidades. Kolt¨¦s es hijo de la posguerra, y las fechas de su nacimiento y su muerte (1948-1989) se?alan casi el par¨¦ntesis de ese tiempo que ha quedado congelado en la historia bajo el nombre de guerra fr¨ªa. Kolt¨¨s es hijo de su tiempo, de su generaci¨®n, bebe de las corrientes intelectuales de unas d¨¦cadas ricas en movimientos ideol¨®gicos y culturales de todo signo. Un tiempo en el que ser joven pareci¨® una revoluci¨®n. Aunque luego el espejismo se esfumara ante el muro terrible del no future.
Moll Oest
De Bernard Marie Kolt¨¨s. Versi¨®n y direcci¨®n: Sergi Belbel. Int¨¦rpretes: Jordi Boixaderas, Laura Conejero, Babou Cham, Pau Dur¨¤, Mireia Izquierdo, Roberto Quintana, Julieta Serrano, Llu¨ªs Soler. Escenograf¨ªa: Max Glaenzel y Estel Cristi¨¤. Vestuario: Merc¨¨ Paloma. Iluminaci¨®n: Kiko Planas. Espacio sonor: Jordi Ballb¨¦. Teatre Romea. Barcelona, 26 de junio.
Kolt¨¨s escribe desde ese territorio donde el futuro ha quedado empantanado en un laberinto de cloacas sin salida. Parte, en todas sus obras, de su propia experiencia vital, los rincones m¨¢s s¨®rdidos de su propia existencia que ¨¦l consigue convertir en poes¨ªa. En Moll Oest traduce la memoria de un tiempo vivido en Nueva York, en el rinc¨®n m¨¢s marginal de la ciudad, un hangar abandonado de Manhattan, donde, como en su obra, florece un mundo absurdo, en el que las reglas de la sociedad han dejado de funcionar con la l¨®gica de la maquinaria social. Es un territorio de desguace, donde el hombre, como la chatarra, ha sido expulsado del tiempo que s¨®lo puede medirse por el tr¨¢nsito de la luz a la m¨¢s negra oscuridad.
Moll Oest empieza con la llegada de un coche a ese lugar de tinieblas. De ¨¦l descienden un hombre y una mujer que vienen de otro mundo que s¨®lo puede ser el de la luz. Todos sus signos -el coche, sus ropas, las tarjetas de cr¨¦dito, el reloj y el encendedor de oro- los identifican como seres extra?os al mundo pestilente de los muelles. El hombre ha venido con la voluntad de morir. Pero ¨¦ste es s¨®lo el punto de partida sobre el que Kolt¨¨s expresa la idea de que no hay salida de la cloaca. Lo que realmente le importa es mostrar los habitantes de ese submundo infernal desde el que la sociedad normal se ve como una lejana anomal¨ªa. El ¨²nico deseo posible es la huida: hacia ninguna parte.
En la puesta en escena, Sergi Belbel ha evitado acudir de una forma directa a un retrato de este submundo underground que forma parte de un modo tan claro de la est¨¦tica de la d¨¦cada de 1980. Alude a ¨¦l, en cierto modo lo caricaturiza, lo simplifica haciendo que los personajes de Moll Oest parezcan emerger de las entra?as de un c¨®mic. Inicia as¨ª un proceso de distanciamiento que contin¨²a en todos los aspectos de la puesta en escena: desde ese humor terrible con el que describe los sucesivos encuentros de los personajes, hasta la elegancia y artificiosidad en el uso del espacio o el vestuario. No es, desde luego, una puesta en escena construida sobre las pulsiones vitales. Al contrario, Belbel ha preferido la m¨¢s fr¨ªa distancia para analizar las pulsiones de la obra de Kolt¨¨s. Una opci¨®n que sustrae, tal vez, a este Kolt¨¨s uno de sus aspectos m¨¢s caracter¨ªsticos.
Para la puesta en escena, Belbel ha contado con un equipo de actores de enorme solvencia, como Julieta Serrano, Laura Conejero, Jordi Boixaderas o Llu¨ªs Soler, que encarnan a los personajes protagonistas. El contrapunto lo ponen s¨®lidos secundarios como Pau Dur¨¤, Mireia Izquierdo o Roberto Quintana, a los que se suma el silencioso e inquietante Babou Cham. No dialogan, se expresan en mon¨®logos de cadencia mon¨®tona. No siguen en realidad ninguna l¨ªnea argumental, se limitan a dar vueltas en ese espacio sin salida, a reencontrarse una y otra vez para perderse o morir. Es, en cualquier caso, una revisi¨®n necesaria de uno de los grandes dramaturgos del siglo XX.
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