Los secundarios, al medio campo

Brasil es diferente. Sus defensas quieren ser delanteros. Los delanteros son m¨¢s delanteros que nadie. ?Y los centrocampistas? Casi no son nadie. O, dicho de otra forma, los brasile?os se saltan el tr¨¢nsito por la zona media, donde se ubican Gilberto Silva y Kleberson, los menos rutilantes, los m¨¢s novatos, aqu¨¦llos a los que les corresponde pasar la fregona. Dos jugadores en la l¨ªnea de Mauro Silva, Mazinho y C¨¦sar Sampaio, sobre todo Gilberto, el otro Silva. Son los dos con la posici¨®n m¨¢s fija. Apenas se toman libertades. Su misi¨®n es escoltar el oro que les rodea. Pero no hay compa?ero que no les valore. 'Nos dan mucho equilibrio', sostiene Roberto Carlos.

Uno y otro llegaron al Mundial en el furg¨®n de cola, descolgados en la lista de Luiz Felipe Scolari. Gilberto vio la luz cuando se lesion¨® Emerson, el capit¨¢n, en un entrenamiento al inicio del campeonato en el que se disfraz¨® de portero y se da?¨® un codo. Kleberson tuvo que ser m¨¢s paciente. Juni-nho iba por delante. Con todo el atrevimiento, Scolari se lio la manta a la cabeza al principio y junt¨® al atl¨¦tico con Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo. La caballer¨ªa, en pleno. Y cuando el marcador era favorable y hab¨ªa que cerrar las cortinas, Vampeta, como frente a Turqu¨ªa en el primer choque.

Sin embargo, en el primer partido en el alambre, en los octavos de final, frente a la resistente B¨¦lgica, Scolari se inclin¨® por Kleberson en los ¨²ltimos minutos. Llegada la hora de la verdad, quiso soldar mejor el equipo y arrincon¨® a Juni-nho. Hasta entonces, Kleberson s¨®lo hab¨ªa jugado 57 minutos ante Costa Rica. Pero con sus nueve ante los belgas convenci¨® de tal forma al seleccionador que fue titular ante Inglaterra y disput¨® 85 frente a Turqu¨ªa en las semifinales. El caso de Gilberto es distinto: ha sido fijo en cada partidos, no se ha perdido ni un segundo.

Con tanto jugador ofensivo, Scolari reconoci¨® en los d¨ªas previos que el centro del campo era su tormento. Las piezas no le encajaban y, de alg¨²n modo, ten¨ªa que aparcar a alguien. Gilberto y Kleberson no ten¨ªan un largo historial. En absoluto. Tan novatillos llegaron que Gilberto, del Mineiro, hab¨ªa jugado siete partidos internacionales antes de volar a Asia. Debut¨® con Brasil el 7 de noviembre, un mes despu¨¦s de cumplir los 25 a?os, una edad a la que la mayor¨ªa de los brasile?os hace tiempo que han emigrado a Europa. Su bautizo fue singular. Scolari, que no contaba con Mauro, el Silva del Deportivo, desde que le aterrara viajar a la Copa Am¨¦rica de 2001, le convoc¨® para jugar en Bolivia un partido de la fase clasificatoria. Agobiado por sus patinazos, Brasil necesitaba ox¨ªgeno. Y a 3.600 metros de altura, mucho m¨¢s. Ese fue el motivo por el que Gilberto se hizo internacional, aunque sin ¨¦xito: derrota por 3-1.

Kleberson, m¨¢s joven -acaba de cumplir los 23 a?os-, ni siquiera jug¨® la fase de clasificaci¨®n. Scolari le reclut¨® el 31 de enero para un amistoso precisamente frente a los bolivianos, pero en campo propio. Era el primero de los siete ensayos. Brasil gan¨® por 6-0 y Kleberson marc¨® un gol. Desde entonces el jugador del Paranaense se qued¨® para siempre junto a Scolari, aunque fuera en la ¨²ltima fila.

Hoy, cuando ninguno de los dos ha celebrado su primer cumplea?os como internacional, est¨¢n a punto de jugar el partido de su vida como titulares. Una f¨¢bula hace s¨®lo unos meses. Adem¨¢s de por su inexperiencia, porque, junto al portero Marcos, son los ¨²nicos con el puesto reservado que juegan todav¨ªa en Brasil. Kleberson se lo ha ganado por su sencillez en el manejo de la pelota, la que guarda siempre con mimo, y su condici¨®n de equilibrista. A gilberto le respalda un dato bien concluyente: de las 87 faltas que ha hecho Brasil, ha cometido la mitad m¨¢s una: 44.

En un f¨²tbol en el que se amontonan los centrocampistas -los laterales se hacen interiores y los puntas ya s¨®lo son medias puntas- resulta que Brasil, a punto de alcanzar su quinto t¨ªtulo, va por la vida s¨®lo con dos con aspecto de teloneros. Tan secundarios que Gilberto es el ¨²nico jugador del Mundial al que la FIFA no le ha colgado un perfilillo en su p¨¢gina internauta.