Atardecer en Marraquech
Es cierto que una pel¨ªcula que rod¨® en Marruecos tiene la culpa de su enganche al pa¨ªs?
S¨ª, sobre todo porque el rodaje dur¨® tres meses. Recuerdo el impacto visual de un lugar tan diferente que parece anclado en la Edad Media. Esos comercios, esas calles... y sobre todo el disfrute que tienen por el encuentro espont¨¢neo. La gente se para a hablar por la calle, sin temor al extra?o.
?Tambi¨¦n en Marraquech? Creo que le impact¨® la ciudad.
S¨ª, por la belleza de una arquitectura que despierta los sentidos. Estuve en una casa con un patio maravilloso y una fuente llena de p¨¦talos de rosas.
Tanta exquisitez, ?le impidi¨® perderse en el zoco?
No, lo hac¨ªa a menudo, a ser posible solo. All¨ª me embriagaba de los olores, porque tienes el m¨¢s delicioso y el m¨¢s repugnante a unos metros. Y todas esas tiendas de objetos ins¨®litos, y los ba?os turcos...
Descr¨ªbame el plan perfecto.Hay que tomarse un t¨¦ a la menta en el Caf¨¦ de Par¨ªs, al atardecer, justo cuando empiezan a encenderse las luces de los puestos de la plaza de Yemaa el-Fna, y de fondo se escuchan las llamadas a la oraci¨®n.
La Unesco declar¨® a lo que ocurre en esta plaza patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.
Es que all¨ª se dan cita contadores de cuentos, acr¨®batas, encantadores de serpientes, curanderos que dicen curar el cuerpo o el esp¨ªritu y venden medicinas naturales. Una especie de psicoanalistas extra?os.
?Le recomendaron ellos que fuera a Essaouira como terapia?
No, pero desde luego hay que ir. Est¨¢ a s¨®lo una hora de Marraquech y es un pueblo de pescadores, tambi¨¦n incre¨ªble, donde pasar unos d¨ªas en la playa. Despu¨¦s, estuve en Uarzazate.
Es una de las mecas del cine.All¨ª rod¨® Bertolucci 'El cielo protector'.
Y es una de las puertas de acceso al desierto. De ah¨ª parten expediciones a oasis alucinantes. Yo estuve en uno y fui testigo de una boda. ?Sabes que all¨¢ duran tres d¨ªas?
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