La ciencia rusa agoniza al mismo ritmo que otros viejos s¨ªmbolos de grandeza
Las m¨ªseras condiciones de vida de los investigadores provoca una gran fuga de cerebros
La ciencia, uno de los orgullos de la desaparecida Uni¨®n Sovi¨¦tica, agoniza en Rusia. Atr¨¢s han quedado los tiempos en que la ciencia rusa era objeto de envidia y admiraci¨®n en el extranjero. La decadencia de las ciudades cient¨ªficas, las m¨ªseras condiciones de vida de los investigadores, la precaria financiaci¨®n de los institutos y la enorme fuga de cerebros son los signos que marcan la realidad de la comunidad cient¨ªfica en la Rusia moderna.
Y si no se toman medidas urgentes, ya nada ni nadie podr¨¢ volver a convertir a este pa¨ªs en una potencia cient¨ªfica, advierten acad¨¦micos e investigadores. Esta desesperada situaci¨®n oblig¨® a los Sindicatos de la Ciencia a organizar una marcha de protesta desde P¨²shchino, centro de investigaci¨®n biol¨®gica que cuenta con una decena de institutos, hasta la sede del Gobierno ruso en Mosc¨² para plantear sus demandas: condiciones de vida dignas para los cient¨ªficos, sueldos m¨¢s elevados, financiaci¨®n al menos de las investigaciones fundamentales. 'La castraci¨®n de la ciencia significa la impotencia del Estado'; 'El Kursk naufrag¨®; la Mir la hundieron; la ciencia la estrangularon; al pueblo, lo desnudaron. ?Hasta cu¨¢ndo?'. '?Me obligan a emigrar!', se pod¨ªa leer en las pancartas de los cient¨ªficos que recorrieron a pie los 120 kil¨®metros que separan P¨²shchino de la capital rusa.
Leonid Perel¨®mov es un joven doctor en Biolog¨ªa que trabaja en el Instituto de Problemas F¨ªsico-Qu¨ªmicos y Biol¨®gicos, dependiente de la Academia de Ciencias de Rusia y con sede en P¨²shchino. 'La esfera de mis investigaciones son los microelementos que componen los suelos. Realmente es vergonzoso para el Estado que cient¨ªficos vivan en condiciones como las que yo tengo', dice Leonid. 'Vivo en una residencia en la que comparto con tres personas una peque?a habitaci¨®n y un ba?o. Mi sueldo es de 1.405 rublos [45 euros], de los cuales el 20% se va en pagar esa habitaci¨®n. Por supuesto que no puedo ni pensar en formar una familia', se lamenta el joven bi¨®logo, que, sin embargo, sostiene que no desea abandonar Rusia.
'En nuestro instituto investigamos los problemas de la s¨ªntesis termonuclear inercial. En el mayor acelerador del pa¨ªs, el Angar¨¢ 5-1, comprimimos las capas de plasma; como resultado de esa compresi¨®n se obtiene la generaci¨®n de un potente impulso roentgen que puede utilizarse tanto con fines militares como pac¨ªficos', cuenta Iv¨¢n Poref¨¦yev. Vive en Troitsk, otra ciudad cient¨ªfica de los alrededores de Mosc¨², junto con su esposa y su hijo de cuatro meses. 'Nuestra familia vive en una habitaci¨®n de 17 metros cuadrados. Por mi pieza y nuestro ba?o compartido por m¨¢s de 10 personas pago 500 rublos, en circunstancias que mi sueldo oficial es de 470. Con los diferentes pluses y becas, a fin de mes saco entre 2.500 y 3.000 rublos', explica Iv¨¢n, que agrega que si quisiera irse podr¨ªa hacerlo. 'Siempre nos llegan propuestas tentadoras; la mitad de nuestro departamento ya trabaja en EE UU, Jap¨®n y otros pa¨ªses. Pero yo quiero resistir aqu¨ª mientras pueda; aqu¨ª crec¨ª y mi pa¨ªs me gusta mucho', sostiene el joven cient¨ªfico, al que, m¨¢s que sus condiciones de vida, le preocupa el futuro de la ciencia rusa. 'En la ciencia rusa observamos hoy un gran vac¨ªo entre los investigadores de edad y los j¨®venes. La edad media del cient¨ªfico ruso es de m¨¢s de 50 a?os. Pero son contados los cient¨ªficos entre 30 y 50 a?os. Los j¨®venes no pasan de los 30 a?os; despu¨¦s emigran o buscan trabajo en otros campos, donde ganen lo suficiente para vivir. Estamos perdiendo la continuidad, no se est¨¢ manteniendo el acervo cient¨ªfico, es decir, estamos perdiendo lo que se llama la escuela, lo que era el orgullo de Rusia. Y esto me duele, lo siento por mi pa¨ªs. Pero ?qu¨¦ hacer?'.
Las cifras confirman que, si las cosas siguen as¨ª, dentro de 10 o 20 a?os no habr¨¢n escuelas cient¨ªficas en Rusia. La edad media de las personas ocupadas en la esfera t¨¦cnico-cient¨ªfica es de 56 a?os; la de los miembros de la Academia de Ciencias, superior a los 60. Se calcula que en los 10 a?os de reforma, unos 800.000 cient¨ªficos han abandonado Rusia, m¨¢s del 15% de los investigadores del pa¨ªs.
'Ciencist¨¢n', un peque?o pa¨ªs
La Academia de Ciencias (AC), con todos sus institutos y gente repartidos a lo largo y lo ancho de Rusia, podr¨ªa convertirse en un pa¨ªs independiente de unos 115.000 personas habitantes y 4.000 kil¨®metros cuadrados, incluyendo los institutos, bosques, parques automovil¨ªsticos, almacenes, establecimientos infantiles y hospitales que dependen de ella. Ciencist¨¢n es mayor que Luxemburgo (2.600 kil¨®metros cuadrados) y est¨¢ dividido en cuatro provincias: una central y tres regionales: Siberia, los Urales y el Extremo Oriente. La AC tiene una treintena de centros cient¨ªficos, cerca de la mitad de los cuales se encuentra en la parte europea de Rusia, y en ellos funcionan casi 400 institutos de investigaci¨®n. La AC es como una rep¨²blica gobernada por un presidente y su Gobierno est¨¢ compuesto por 18 ministerios (departamentos) y un parlamento bicameral que se caracteriza por el hecho de que sus miembros son vitalicios y elegidos por los mismos legisladores. La c¨¢mara baja la componen los miembros correspondientes (697) y la alta los acad¨¦micos de n¨²mero (473). Ciencist¨¢n, como Costa Rica, no tiene Ej¨¦rcito, pero s¨ª su propia guardia. Posee salida al mar y Marina, compuesta por 26 barcos de investigaci¨®n con un desplazamiento total de 60.000 toneladas. El presupuesto de Ciencist¨¢n es de 429 millones de d¨®lares, y el ingreso medio per c¨¢pita, de 111 d¨®lares, es decir, 67? puesto en el mundo por este ¨ªndice.
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