El alem¨¢n m¨¢s brasile?o

'Despu¨¦s de la final, ya veremos qui¨¦n ha sido m¨¢s brasile?o, si yo o ellos'. Con esta broma en su p¨¢gina web, el centrocampista alem¨¢n Bernd Schneider retaba a los brasile?os a demostrar qui¨¦n era el futbolista m¨¢s t¨¦cnico de la final. Y se admiten discusiones, pero la actuaci¨®n de Schneider fue excelente en este apartado: regates de cintura, pases en profundidad y una constante participaci¨®n en la creaci¨®n. En efecto, su ex compa?ero brasile?o en el Bayer Leverkusen, Emerson, le hab¨ªa apodado el brasile?o, puesto que era incapaz de pronunciar el mote que lo acompa?¨® desde ni?o: Schix, algo as¨ª como pelotero en el argot de su grupo de amigos, all¨¢ en Jena, en la localidad de la ex Alemania del Este donde naci¨®.

La explosi¨®n de Schneider, que en noviembre cumple 29 a?os, ha sido tard¨ªa. La UEFA lo describe como un jugador de 'perfil bajo'. Su cartel en Alemania ha sido escaso hasta hace poco. Su titularidad se discut¨ªa. Y s¨®lo la atrap¨® tras un gran partido ante Ucrania en la repesca para la Copa del Mundo. En realidad, su crecimiento ha coincidido con la llegada de Klaus Toppm?ller como t¨¦cnico al Bayer Leverkusen. 'No hay un jugador m¨¢s t¨¦cnico que Schneider. Y a¨²n no ha tocado su techo', ha dicho de ¨¦l Toppm?ller, un halago considerable si se piensa que en ese mismo equipo figuraban Ballack, Z¨¦ Roberto y el turco Bast¨¹rk.

El Mundial ha cotizado a Schneider. El Bar?a ya ha hablado con su agente. Y el jugador dice que le encantar¨ªa, pero Reiner Calmund, el jefe del Bayer, se niega a sufrir otra baja de peso (ya ha traspasado a Ballack y a Z¨¦ Roberto).

'He jugado m¨¢s de 70 partidos esta temporada y me pregunto si me queda gasolina', escrib¨ªa Schneider, antes de la final. ?Y vaya si le quedaba! Su exhibici¨®n de energ¨ªa fue fabulosa. En ausencia de Ballack, barri¨® todo el frente del media punta, por el centro y por ambos lados. Por el izquierdo se top¨® con su defensa preferido: Roberto Carlos. 'Me gustar¨ªa enfrentarme a ¨¦l', dijo antes de las dos finales en las que se han visto las caras, la de la pasada Copa de Europa y la del Mundial. En ambas gan¨® el brasile?o.

'Ten¨ªa 16 a?os cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn. Como deportista, me esperaba un buen futuro; del resto no me enteraba de nada', explica el centrocampista, que jug¨® en el Carl Zeiss, el Eintracht de Francfort, y, desde 1999, el Leverkusen. 'Tengo fama de flem¨¢tico, pero no lo soy', a?ade Schneider, que comparte habitaci¨®n con Neuville en el Bayer y en la selecci¨®n. Y lo cuenta con humor: 'Al menos no roncamos ninguno de los dos'.

'Como a todos los futbolistas de mi edad, me hubiese gustado ser Maradona', indica Schneider, que de peque?o estudi¨® para mec¨¢nico. 'Estoy deseando que lleguen las vacaciones. El tiempo es un lujo', dice. Y ahora tendr¨¢ tiempo. Para su novia Carina, para su hija Emely ('cuando termino un entrenamiento, me voy corriendo a verla'), y para sus aficiones: Internet, la Play-Station y el rock duro.