El agente que mat¨® en C¨®rdoba de 6 tiros a su ex esposa dice que fue un arrebato

El guardia civil Juan Julio G. J., de 37 a?os, reconoci¨® ayer, en la primera jornada del juicio que se celebr¨® en la Secci¨®n II de la Audiencia de C¨®rdoba, haber matado a su ex mujer, Antonia S. M., de 33 a?os, d¨¢ndole seis tiros, tres en el pecho y tres en el pubis, en presencia de sus dos hijos, que entonces ten¨ªan seis y 11 a?os. 'No s¨¦ qu¨¦ me dio en la cabeza', declar¨® el acusado, 'en ese momento no sab¨ªa lo que hac¨ªa'. La pareja se hab¨ªa separado legalmente apenas un mes antes; ¨¦l no aceptaba la nueva situaci¨®n e insist¨ªa en reconciliarse.

Seg¨²n su narraci¨®n, Juan Julio G. J., tras llevar a sus hijos a la feria en la tarde del 23 de mayo de 2001, los dej¨® en casa de los padres de su ex mujer, sobre las 20.30. Entonces se fue a ver el f¨²tbol, a?adi¨®, y no sali¨® a la calle hasta dos horas despu¨¦s, cuando fue en busca de un cajero autom¨¢tico. Llevaba encima su arma reglamentaria, 'como siempre', dijo. De acuerdo con su testimonio, en ese momento se encontr¨® con Antonia S. M., que regresaba a su casa con los ni?os, y le pregunt¨® 'qu¨¦ horas eran ¨¦sas de volver'. Ella le dijo que la dejase en paz, que no quer¨ªa discusiones y que ¨¦l no ten¨ªa derecho a preguntarle nada.

El guardia civil se encar¨® con su ex mujer y le dispar¨® tres tiros a la altura del coraz¨®n; luego se detuvo y vaci¨® el resto del cargador sobre su pubis. Antonia S. M. muri¨® de inmediato. El acusado envi¨® a los ni?os corriendo a casa de sus abuelos, tir¨® la pistola y pidi¨® a un transe¨²nte que llamara a la polic¨ªa. 'He matado a mi mujer, he hecho una barbaridad', dijo.

Aunque el relato de Juan Julio G. J. niega la premeditaci¨®n y atribuye la agresi¨®n a un arrebato, tanto la acusaci¨®n particular, que representa a la familia, como la popular, que ejerce el Ayuntamiento de C¨®rdoba, y la Fiscal¨ªa, coincidieron en recalcar que el acusado se dedic¨® a buscar a su ex mujer, primero en el recinto ferial y despu¨¦s en las inmediaciones de su domicilio, con objeto de matarla. Todos sostienen que la esper¨® en un lugar semioscuro y la atac¨® por sorpresa, sin que ella pudiera defenderse ni huir.

Un aspecto de peso puede ser el econ¨®mico. Seg¨²n la defensa, el salario de Juan Julio G. J. ascend¨ªa a 180.000 pesetas, y deb¨ªa dar a Antonia S. M. y a sus hijos, seg¨²n el convenio de separaci¨®n, 105.000 pesetas cada mes (de hecho s¨®lo pag¨® una mensualidad). Cuando el abogado defensor pregunt¨® al acusado qu¨¦ efecto ten¨ªa sobre ¨¦l la negativa de su ex esposa a reanudar la relaci¨®n, contest¨®: 'Para m¨ª que no quisiera volver conmigo significaba seguir sin dinero, sin mis hijos, sin mi casa, sin tener nada en la vida'.

Para la defensa, Juan Julio G. J., deprimido, sufri¨® un acceso de c¨®lera que le hizo perder el control de sus actos. Por eso considera la muerte de Antonia S. M. un homicidio y pide para el acusado 10 a?os de c¨¢rcel. La Fiscal¨ªa solicita 17 a?os de prisi¨®n y no ve ensa?amiento. La acusaci¨®n popular reclama 20 a?os y estima que no existi¨® trastorno psiqui¨¢trico ni merma en las facultades mentales de Juan Julio G. J. La acusaci¨®n particular pide 22 a?os por asesinato con alevos¨ªa y ensa?amiento, con el agravante de parentesco, m¨¢s dos a?os por malos tratos continuados.