La mirada de Lloren? Soler
Lloren? Soler es un hombre de cine. Lleva muchos a?os metido en este mundo y, sin embargo, hasta que cumpli¨® los 60 no dirigi¨® su primer largometraje. Fue Sa?d, una pel¨ªcula en la que trataba el tema del racismo a trav¨¦s de una historia ambientada en Barcelona. No hace mucho a¨²n pod¨ªa verse en las pantallas de Barcelona su segundo largometraje, Lola vende c¨¢, en el que hac¨ªa una inmersi¨®n a fondo en la cultura gitana. Por si alguien lo dudaba, queda claro con estos dos t¨ªtulos que Soler es un buen cineasta y que siempre que puede procura incluir elementos documentales y sociales en sus pel¨ªculas. Actualmente est¨¢ dirigiendo otro largo, pero esta vez ya estrictamente documental, sobre la vida y la obra del escritor Max Aub. Cuenta con Juan Echanove en el papel de protagonista y ya lleva varios meses rodando en M¨¦xico y en Espa?a. El a?o que viene podr¨¢ verse en televisi¨®n.
A pesar de que lleva toda la vida haciendo cine, Lloren? Soler se considera un 'amateur'
'A m¨ª, me gusta mezclar ficci¨®n y realidad', afirma Soler. 'Lo hice en Lola vende c¨¢ y lo hice, aunque menos, en Sa?d. Ahora ya no podr¨ªa hacer una pel¨ªcula como Sa?d. Estaba demasiado estructurada en el sentido cl¨¢sico y a m¨ª me gusta sentirme libre para introducir todo tipo de elementos en mis pel¨ªculas. Lo que m¨¢s me interesa es ser eficaz, buscar el lenguaje adecuado para cada momento, y si esto significa mezclar ficci¨®n y realidad, historias y documental, pues lo hago'.
A pesar de que lleva toda la vida haciendo cine, Soler se considera un amateur. 'Lo soy en el sentido de que hago las cosas porque me gusta hacerlas', precisa. 'No siento que forme parte de la fauna cinematogr¨¢fica habitual. No me interesa el mundo de los actores ni la parafernalia de los estrenos. A m¨ª me gusta el cine como medio para expresarme. Tambi¨¦n me expreso a trav¨¦s de la pintura y de la escritura, pero con el cine me gano la vida. Sin embargo, soy amateur en todo'.
Lloren? Soler empez¨® en los a?os sesenta en el mundo del cine. En un primer momento hizo cine publicitario e industrial, pero enseguida se acab¨® inclinando hacia los documentos de tema social y hacia el experimentalismo. Ha tratado en su obra el mundo de la inmigraci¨®n, el de los toros, el de los gitanos, el de los movimientos antifranquistas. Durante unos a?os trabaj¨® en TV-3, donde fue realizador del programa Trossos, pero al final opt¨® por volver a ejercer de free lance. Y es que a Lloren? Soler le gusta ir por libre, sin ataduras burocr¨¢ticas, para poder hacer en cada momento lo que de verdad le gusta. Trabajo no le falta, ni buenas cr¨ªticas. Su documental sobre el fot¨®grafo Francisco Boix, por ejemplo, fue un¨¢nimemente elogiado cuando se pas¨® por Canal +.
Desde hace unos a?os, Lloren? Soler tiene casa en Catala?azor, en el llamado Valle de la Sangre, en la provincia de Soria. 'Barcelona ya no me interesa', dice con distancia. 'Ahora, a mis 66 a?os, es el momento de sacar cosas fuera, de reflexionar, y Soria es un buen lugar para hacerlo. Barcelona ya me aporta muy poco. La cultura dirigida no me interesa y aqu¨ª hay mucho de esto. Estos pueblos, en cambio, tienen un paisaje tranquilo, muy propicio para la reflexi¨®n. All¨ª puedo pensar para ver hacia d¨®nde voy'. 'En Barcelona un tema que me cabrea es el de las bicicletas', contin¨²a. 'Nos quieren hacer creer que es la ciudad de las bicis. ?A qui¨¦n quieren enga?ar? Si est¨¢ todo lleno de coches? La ciudad es un gran mercado ideal para el consumismo, pero es muy insolidaria. En el Valle de la Sangre, en Calata?azor somos 30 vecinos, pero nos hablamos, sabemos c¨®mo somos, qu¨¦ queremos. Hay buenos y malos, pero nadie enga?a a nadie. En la ciudad, en cambio, no sabes nada de nadie'.
Volviendo al mundo del cine, apunta Soler: 'Yo nunca he tenido ambici¨®n. Si la hubiera tenido no habr¨ªa esperado a tener 60 a?os para dirigir mi primera pel¨ªcula. El documental sale de m¨ª. Yo no he buscado un estilo. Hago que el estilo se adapte al tema y creo que cada tema requiere un estilo. En Max Aub utilizo una estructura s¨®lida, a veces cl¨¢sica, pero tambi¨¦n a veces de ruptura'.
'El l¨ªmite entre ficci¨®n y documental ya se ha borrado. La frontera es tan d¨¦bil', se?ala, convencido. 'Todo lo que haga a partir de ahora tendr¨¢ una mezcla de ambos. En cada caso concreto utilizar¨¦ lo que me parezca m¨¢s eficaz, sin tener miedo de mezclar cosas distintas. Puede ser peligroso porque rompe el hilo, pero creo que funciona. Lo estoy haciendo en Max Aub, con fragmentos en los que utilizo la ficci¨®n y personajes que act¨²an y con fragmentos en los que el tono es documental'.
Lloren? Soler, que ha formado parte de equipos de rodaje durante muchos a?os, tiene muy claro que dirigir cine no es nada f¨¢cil. 'Hay 40 personas pendientes de ti', dice, 'y tienes que tener muy claro lo que haces. No puedes dudar. Por otra parte, va bien saber lo que puede hacer cada t¨¦cnico, para no pedirles imposibles. Tienes que implicar, adem¨¢s, a los actores, conseguir que den lo mejor de s¨ª. En el caso de Lola vende c¨¢, yo no quer¨ªa actores profesionales. S¨®lo utilic¨¦ uno, Cristina Brondo, la protagonista, porque era un papel complicado y no me la quer¨ªa jugar. El resto son gitanos que podr¨ªan estar en el mercadillo o haciendo trabajos por las casas. Creo que as¨ª se consigue m¨¢s fuerza, m¨¢s eficacia para la historia que quieres contar'.
Y Lloren? Soler contin¨²a hablando. De cine, de pintura, de poes¨ªa, de proyectos... Todo en ¨¦l es entusiasmo. Tiene claro que en la vida no hay que andarse con rodeos. Si uno tiene claro lo que le gusta, tiene que ir a por ello. Y que no le hablen de dirigismos ni de ciudades para las bicicletas.
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