Aznar proh¨ªbe las olas

Reci¨¦n llegado de Canad¨¢, el presidente Aznar mand¨® parar: que cesaran las grescas que estaban agitando las aguas del PP a cuenta de los criterios para designar candidatos para las municipales y auton¨®micas del a?o pr¨®ximo. Pero se pas¨® de frenada y, al decir que en su partido ni hay ni habr¨¢ nunca familias o corrientes, y a?adir que no hay que leer las candidaturas 'en clave sucesoria', nombr¨® las palabras que revelan la causa de la marea.

La provoc¨® ?lvarez Cascos, ex secretario general, al reprochar a su sucesor, Javier Arenas, la utilizaci¨®n de encuestas como criterio para orientar la designaci¨®n de candidatos. Se empieza eligiendo candidatos por sondeo y se acaba encargando programas y campa?as a gabinetes de imagen, ironiz¨® Cascos. Un sarcasmo no tan alejado de la realidad y cuyo mensaje impl¨ªcito es que a ese paso los partidos pronto se quedar¨¢n sin funci¨®n. La profesionalizaci¨®n de la pol¨ªtica est¨¢ detr¨¢s de esa tendencia que lleva a?os preocupando a los te¨®ricos del sistema representativo.

Pero tras la inquietud filos¨®fica de Cascos exist¨ªa seguramente otra m¨¢s relacionada con la futura sucesi¨®n de Aznar, para la que ya pidi¨® en el reciente congreso del PP una participaci¨®n m¨¢s activa de los ¨®rganos partidarios. La existencia de una encuesta sobre posibles candidatos a la alcald¨ªa de Madrid en la que tambi¨¦n se ped¨ªan opiniones sobre otros l¨ªderes nacionales habr¨ªa sido la se?al de alarma de esta creciente dependencia de los sondeos a la hora de buscar nombres para encabezar las listas electorales.

El hecho de que tanto Arenas como uno de los posibles sucesores de Aznar (Mayor Oreja) provengan del sector democristiano de la extinta UCD no puede ser un detalle insignificante para un pol¨ªtico como ?lvarez Cascos, prototipo de militante pata negra que hizo toda la traves¨ªa del desierto en las filas de Alianza Popular. El ministro de Fomento dijo ayer no sentirse interpelado por la referencia a familias y corrientes, porque ¨¦l nunca ha pertenecido a ninguna. Pero los otros, s¨ª, y eso diferencia a la vieja guardia.

Ser¨ªa por ello ingenuo suponer que, ante una decisi¨®n como la que tendr¨¢ que tomar el PP el pr¨®ximo a?o, baste la palabra de Javier Arenas dando la cuesti¨®n por 'definitivamente zanjada' para evitar el oleaje. A estas alturas del curso sucesorio ya ni siquiera el propio Aznar, descendiendo del pedestal europeo, consigue acallar el ruido.