El precio de la ilusi¨®n
El fichaje de Riquelme por el Barcelona parece responder m¨¢s a una necesidad del club que a una prioridad del equipo
De no mediar ning¨²n contratiempo de ¨²ltima hora, cosa que ya ocurri¨® el verano pasado cuando la operaci¨®n tambi¨¦n se daba por cerrada a expensas de la aprobaci¨®n de un consejo directivo que entonces no se dio por enterado, Juan Rom¨¢n Riquelme, de 24 a?os, ser¨¢ nuevo jugador del Barcelona para las pr¨®ximas cinco temporadas a raz¨®n de unos 2,5 millones de euros por a?o. Representantes del club azulgrana y del Boca Juniors, as¨ª como del futbolista, acordaron ayer en Roma los t¨¦rminos del contrato. A falta del anuncio oficial, se asegura que el traspaso se ha cerrado pr¨¢cticamente por unos 13 millones de euros que el Bar?a abonar¨ªa en dos plazos: el primero, de seis millones de euros, vencer¨ªa este mismo mes 0mientras que el segundo, de siete millones, lo pagar¨ªa en julio de 2003, salvo que entonces decidiera prescindir del jugador y traspasarlo de acuerdo con el Boca Juniors. Tanto Jos¨¦ Cirillo como Eduardo Cafaro, tesorero y gerente de la entidad argentina respectivamente, presentes en la reuni¨®n de la capital italiana, han informado que las negociaciones est¨¢n tan ultimadas que dif¨ªcilmente se producir¨¢ una marcha atr¨¢s. Daniel Bolotnicoff, representante del jugador, es partidario tambi¨¦n de cerrar el trato lo antes posible. Y Javier P¨¦rez Farguell, director general del Bar?a y el abogado Leopoldo Hinj¨®s se muestran igualmente esperanzados, no dicen que no a la existencia de un principio de acuerdo, pero siguen prudentes. Falta el s¨ª del jugador.
Riquelme, en cualquier caso, le ha venido como anillo al dedo al Barcelona, tanto que a d¨ªa de hoy se plantea si no ser¨¢ que le necesita m¨¢s el club que el equipo. A la entidad le conviene porque en ¨¦poca de penuria, en un tiempo en que el Barcelona ha perdido poder de seducci¨®n econ¨®mico y deportivo, le ha permitido aparentar; le ha dado la oportunidad de resarcirse, de pasar de reuniones clandestinas al grito de 'el precio lo pongo yo' a negociar en Roma con gente seria y que cobra como profesional que es; y le ha permitido hacer ver que le queda dinero en la caja para satisfacer a una hinchada que, contrariada con la junta porque no sabe mandar y con los t¨¦cnicos que no aciertan a fichar, se siente legitimada para pedir un jugador por curso con la complicidad de la prensa, o al menos eso hace ver. Ya ocurri¨® el a?o pasado algo parecido con Saviola, incorporado a pesar de que el entrenador no le consideraba una prioridad y elegido al final como jugador bandera junto a Puyol, otro futbolista que tuvo que pasar por encima de todo el mundo para quedarse.
Van Gaal tampoco ha pedido a Riquelme y, sin embargo, parece que se lo presentar¨¢n antes de atender a cualquiera de sus peticiones: dos jugadores de banda y un goleador. Si la ubicaci¨®n de Saviola ya parec¨ªa preocuparle y hab¨ªa ser¨ªas dudas sobre el papel que deb¨ªa jugar Rivaldo, la llegada de Riquelme puede complicarle a¨²n m¨¢s el dibujo y le obligar¨¢ adem¨¢s a prescindir de un extracomunitario (Geovanni, Rochemback, Rivaldo o Saviola). Riquelme puede darle liderazgo al equipo y aumentar las soluciones ofensivas, sobre todo porque estaba falto de un trescuartista, pero a cambio resaltar¨¢ vicios que el a?o pasado resultaron gravosos: el tridente (Kluivert, Saviola, Rivaldo) dar¨¢ paso a un cuarteto, y los excedentes ofensivos y el f¨²tbol de conducci¨®n continuar¨¢ primando sobre los jugadores especialistas y de primer toque, un aspecto que se supon¨ªa iba a recuperar. Al entrenador le costar¨¢ cuadrar la alineaci¨®n si antes no se desprende de alg¨²n futbolista o lo recicla, como es el caso de Rivaldo, al que s¨®lo se le ubica como extremo izquierdo o moneda de cambio. De momento, el equipo que queda nada tiene que ver con lo que se supon¨ªa quer¨ªa Van Gaal, a no ser que ahora se haya reconvertido en Scolari.
Una vez que Gaspart ha quedado como un se?or, fichando al deseado Riquelme por la mitad de precio de lo que costaba el a?o pasado, el problema ahora es para Van Gaal. Es el precio de la ilusi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.