Un men¨² ligero sin mayores ambiciones

Los calores veraniegos exigen, ya se sabe, men¨²s ligeritos y sin demasiadas exigencias gastron¨®micas. Este denominado Raimundo con Tomate me parece pensado ad hoc para cumplir el tr¨¢mite y adem¨¢s producir excelentes dividendos, pues los precios no eran baratos -30 y 25 euros- y el recinto estaba lleno a reventar. Creo que con ¨¦l har¨¢n una gira por grandes festivales, y sin duda van a triunfar sin esfuerzo all¨ª donde se presenten.

Y es que Tomatito y Raimundo Amador, por separado, tienen los dos un formidable tir¨®n entre la gente joven y con ganas de marcha, as¨ª que juntos es obvio que el ¨¦xito est¨¢ cantado. El espect¨¢culo que han preparado se compone de tres partes bien diferenciadas: primero, Tomatito con su gente; despu¨¦s, Raimundo Amador con la suya, y al final todos juntos y, en ocasiones, revueltos.

La parte m¨¢s atractiva, por in¨¦dita, fue esta ¨²ltima, desde luego, que adem¨¢s nos ofreci¨® la oportunidad de volver a ver y o¨ªr a Raimundo con una guitarra espa?ola en la mano, que ya ni nos acord¨¢bamos cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez. Es cierto que altern¨® la pulsaci¨®n de los dedos con una p¨²a en las partes m¨¢s agresivas de su toque, pero a¨²n as¨ª Tomatito y ¨¦l juntos, y mano a mano con guitarras sin ning¨²n artilugio el¨¦ctrico fue de lo m¨¢s estimulante del concierto.

Sin exquisiteces

Tampoco es que descubrieran un mundo para dejarnos con la boca abierta, pues todo lo que hicieron fueron temas a base de mucha velocidad y sonido impactante, en que pretender distinguir exquisiteces era utop¨ªa.

Cerraron con Potito cantando Camar¨®n, tema oportuno pues, como es sabido, los dos guitarristas estuvieron muy vinculados al cantaor desaparecido -de lo que acaban de cumplirse 10 a?os-, Tomatito acompa?ando su cante durante largo tiempo y Amador en La leyenda del tiempo y otros t¨ªtulos.

Las partes que estos dos hicieron solos fueron convencionales. Tomatito corri¨® con lo m¨¢s flamenco de la noche, estir¨¢ndose con solvencia en un tema en solitario, pero despu¨¦s ya recab¨® la presencia de su grupo, unos cantes de Potito, un baile de Joselito Fern¨¢ndez y poco m¨¢s.

Y Raimundo con los suyos, en esa m¨²sica incisiva y con frecuencia estridente que tanto gusta a sus fans, recuper¨® algunos de sus temas m¨¢s conocidos -Gerundina, Boller¨¦...-, pero s¨®lo en los blues a los que ¨¦l sabe dar tanta jondura logr¨® emocionarnos.