Mija¨ªl Baryshnikov afirma que un bailar¨ªn lo es hasta que se muere
El artista, de 54 a?os, baila cuatro piezas en el Grec de Barcelona
Es bajito, pero est¨¢ a la altura de su enorme leyenda: la del ¨²ltimo de los grandes bailarines de la escuela rusa. Inteligente, atractivo, dotado de una sonrisa encantadora y de una mirada azul eslavo que es todo un patrimonio, Mija¨ªl Baryshnikov (Riga, Letonia, 1948) se encuentra en Barcelona, donde ma?ana, el viernes y el s¨¢bado bailar¨¢ en el Teatre Grec las cuatro piezas -una de ellas un solo- del programa que presenta su grupo, White Oak Dance Project. Baryshnikov, al que no le molesta hablar de su declive f¨ªsico, que considera un proceso natural, afirma que un bailar¨ªn 'lo es hasta que se muere'.
Hecha esta afirmaci¨®n, Bariyshnikov matiz¨® con un s¨ªmil golf¨ªstico: 'Pero hay un momento en que ya es m¨¢s importante el handicap que mejorar la t¨¦cnica'.
?Qu¨¦ relaci¨®n tiene un bailar¨ªn al final de su carrera con su cuerpo? 'Tardas m¨¢s en ir al ba?o por la ma?ana', respondi¨® con una sonrisa, 'y eliges zapatos m¨¢s c¨®modos que bonitos'. Y prosigui¨®: 'El cuerpo empieza a morir lentamente, desde los veinte a?os. Yo, por suerte, no he tenido que forzarlo hasta l¨ªmites da?inos, como hacen algunos int¨¦rpretes de canto con su voz. Tampoco he sentido la necesidad de compararme con el yo mismo de los a?os anteriores'.
Sobre su futuro, dijo: 'Seguir bailando siempre ante grandes auditorios es imposible. Me veo trabajando con los core¨®grafos de una manera tranquila, discreta, para hacer progresar el arte'.
Forjado en la danza cl¨¢sica, int¨¦rprete del gran repertorio, Baryshnikov es tambi¨¦n un amante del musical y del flamenco, y un estimable actor de cine (Paso decisivo, con Shirley McClaine y Anne Bancroft; Noches de sol, con Gregory Hines) y teatro (la adaptaci¨®n de Steven Berkoff de La metamorfosis, de Kafka). Esa amplitud de miras art¨ªsticas se refleja en su danza, en la que ha tratado de huir de los convencionalismos trabajando con innovadores core¨®grafos. Y en la trayectoria de White Oak Dance Project. 'Es f¨¢cil tener ¨¦xito, ser comercial, porque hoy todo est¨¢ en venta. Basta con un buen teatro, un programa con obras de Balanchine y Forshyte, y excelentes bailarines, que los hay, en el reparto. Pero yo creo que el ¨¦xito de p¨²blico no es el objetivo de la danza. La danza ha de tener permiso de fracasar. Como dec¨ªa Cocteau, cuando a todo el mundo le gusta lo que has hecho, algo est¨¢ mal'.
Baryshnikov subray¨® que la formaci¨®n que encabeza no recibe subvenciones p¨²blicas: 'No es que me disguste tener dinero del Gobierno, pero la vida es demasiado corta para perderla discutiendo con funcionarios'. Preguntado por su opini¨®n acerca de Nacho Duato, dijo: 'He visto pocas coreograf¨ªas suyas. Conozco m¨¢s su ropa que sus coreograf¨ªas. Ha atra¨ªdo a muy buenos bailarines'.
'Vuelvo a Barcelona hacia el final de mi carrera', dijo tras recordar que estuvo en la ciudad con el Kirov en 1970. Del programa que presenta en el Grec, indic¨® que incluye cosas 'frescas', del ¨²ltimo a?o y que no es un programa de verano en el sentido de ligero. El programa se abre con Chacony (2001), de Lucinda Childs, con m¨²sica de Britten, y se cierra con otra obra de la core¨®grafa, Largo, del mismo a?o, sobre el Concerto grosso opus 6 de Corelli, que baila en solo Baryshnikov. En medio, The experts (2002), de Sarah Michelson, con m¨²sica de Mike Iveson, y Early floating (1961), como homenaje a su autor, el fallecido Erick Hawkins (m¨²sica de Lucia Dlugoszewski). Excepto el solo, las otras piezas las baila toda la compa?¨ªa (siete bailarines), incluido Baryshnikov. 'Puede no gustar el programa, pero nadie va a decir que no bailo suficiente', brome¨®.
'Nunca pens¨¦ que ver¨ªa caer el muro'
Al observar el paso felino de Baryshnikov es imposible no recordar todos los acontecimientos que han rodeado su vida hasta impregnarla con un aura de aventura rom¨¢ntica (?y aquella m¨ªtica pirueta de 11 giros!). Iniciado en la danza a la tard¨ªa edad de 15 a?os pero incorporado muy poco despu¨¦s al selecto Ballet Kirov de Leningrado gracias al extraordinario poder de sus musculosas piernas, Misha, hijo de un estricto oficial sovi¨¦tico y hu¨¦rfano por el suicidio de su madre desde los 11 a?os, se convirti¨® en una celebridad de la antigua URSS a los veintipocos a?os. Su audaz defecci¨®n en 1974, en medio de una gira, en Toronto, dejando con un palmo de narices a sus vigilantes del KGB, le convirti¨® en un icono mundial. Su salto, por as¨ª decirlo, sobre el tel¨®n de acero -digno de un Nijinski de la guerra fr¨ªa- fue luego dramatizado en la pel¨ªcula Noches de sol, protagonizada por ¨¦l mismo. 'Cuando era joven y bailaba en esa parte del mundo nunca pens¨¦ que ver¨ªa caer el muro', dijo ayer. De momento, Baryshnikov, no tiene planes para volver al cine: 'Hay demasiadas malas pel¨ªculas y demasiados buenos actores. Prefiero dedicar m¨¢s tiempo a mis hijos' (cuatro, una hija de su anterior matrimonio con la actriz Jessica Lange y otros tres con su actual esposa, la tambi¨¦n bailarina Lisa Rinehart). Al bailar¨ªn, que fue director del American Ballet de Nueva York y vive en la ciudad, el 11 de septiembre le cogi¨® 'conduciendo por la autopista sobre el r¨ªo'. Fue 'una tragedia de dimensiones colosales; no vi directamente el impacto de los aviones, pero s¨ª la evacuaci¨®n y todo el desastre'. Para Baryshnikov, el 11-S 'muestra las amargas realidades de la vida moderna y obliga a hacerse muchas preguntas sobre la pol¨ªtica de EE UU en el mundo'.
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