Aznar garantiz¨® a Ruiz-Gallard¨®n manos libres para hacer su equipo en la alcald¨ªa de Madrid

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, llam¨® el pasado fin de semana por tel¨¦fono al presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y le cit¨® el domingo en La Moncloa. Mantuvieron una conversaci¨®n franca, sincera y abierta. No se llevan bien pero se respetan. El presidente le habl¨® de que le necesitaba y no para repetir un tercer mandato consecutivo para la Comunidad, que era el ofrecimiento que el secretario general del PP, Javier Arenas, le hab¨ªa hecho unos meses antes y que Gallard¨®n ya hab¨ªa aceptado. Aznar le pidi¨® a Ruiz-Gallard¨®n un compromiso mayor. Le coment¨®, tras haber estudiado pormenorizadamente todos los datos de la macroencuesta realizada por el PP en Madrid a finales de mayo, que era el mejor candidato posible no para mantener sino para ampliar la hegemon¨ªa en el gobierno de la emblem¨¢tica capital de Espa?a.

Aznar no quiere conservar el poder actual en Madrid. Quiere dar una se?al de poder¨ªo. Y es muy consciente de que el l¨ªder del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se hab¨ªa impuesto un buen resultado en Madrid con la candidata Trinidad Jim¨¦nez como algo m¨¢s que un reto.

Aznar sabe que un fracaso de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, que pensaba presentarse a un cuarto mandato, no se le achacar¨ªa al actual regidor. Todos los dedos acusadores se dirigir¨ªan contra ¨¦l y, adem¨¢s, en la fase final de su presidencia y cuando est¨¢ previsto comenzar a discutir sobre su proceso de sucesi¨®n.

Triunfo claro

Aznar demand¨® a Ruiz-Gallard¨®n un 'triunfo claro, una victoria n¨ªtida' para atajar cualquier atisbo de euforia de Zapatero y el PSOE ante las generales de 2004. A Ruiz-Gallard¨®n le cost¨® un mundo encajar esa prueba de confianza. El presidente madrile?o ya hab¨ªa tenido problemas para asumir que deb¨ªa olvidar su promesa de no estar m¨¢s de ocho a?os en la Comunidad y nunca ha sido un enamorado de la gesti¨®n municipal. Las relaciones de Ruiz-Gallard¨®n y sus colaboradores con ?lvarez del Manzano y su equipo no han sido ¨®ptimas. Ayer, ambos subrayaron su vieja amistad. El alcalde lleg¨® a destacar que tanto Ruiz-Gallard¨®n como Esperanza Aguirre se iniciaron en la pol¨ªtica municipal como sus concejales.

Ruiz-Gallard¨®n le coment¨® a Aznar en persona el domingo que no le hac¨ªa mucha ilusi¨®n competir por el Ayuntamiento y que ya ten¨ªa casi digerido ser el aspirante para la Comunidad. Aznar le explic¨® que le necesitaba en el Ayuntamiento, por la trascendencia del envite local en este caso. Ruiz-Gallard¨®n acept¨®. No protest¨®. No tendr¨ªa mucho sentido. Pero s¨ª le hizo saber al presidente que muchos de los graves problemas que ha padecido en estos a?os el alcalde ?lvarez del Manzano llegaron derivados de su falta de capacidad para coordinar una lista de concejales impuesta por el partido y con la que debe formar, por fuerza legal, su gobierno. Aznar le asegur¨® a Ruiz-Gallard¨®n que ¨¦se no iba a ser su problema.

En el PP interpretan que Aznar, as¨ª, asegur¨® al nuevo aspirante del sill¨®n municipal que tendr¨ªa manos libres para elaborar su lista. Cuesti¨®n que ya ha empezado a levantar ampollas en muchos concejales que trabajan ahora en el Ayuntamiento y que saben, a ciencia cierta, que no continuar¨¢n su andadura pol¨ªtica con Ruiz-Gallard¨®n como alcalde.

Ruiz-Gallard¨®n coment¨® la propuesta de Aznar con su esposa, Mar¨ªa del Mar Utrera, y compartieron una dura y larga noche de desconcierto. El lunes, el presidente madrile?o, durante una comida con los diputados del PP en la Asamblea de Madrid, destap¨® p¨²blicamente todos los rumores al anunciar inminentes cambios. A su equipo, antes, les hab¨ªa anticipado que esas novedades ser¨ªan buenas para todos. El aviso les preocup¨®. Por la noche, durante una cena con senadores en ?vila, ratific¨® a los m¨¢s cercanos la oferta de Aznar. Ruiz-Gallard¨®n y Aguirre se comportaron toda la noche como si fueran c¨®mplices de una aventura pol¨ªtica. Ayer cit¨® a su Consejo de Gobierno y le dio explicaciones.