Condenado el hospital Carlos III por la muerte de un pediatra que se contagi¨® de tuberculosis
La Audiencia Nacional considera que el centro infringi¨® la normativa de salud laboral
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La Audiencia Nacional ha condenado al Ministerio de Sanidad a indemnizar con 36.070 euros a la viuda de Gabino B. C., un pediatra que muri¨® en 1997 afectado por una 'tuberculosis multirresistente' adquirida mientras atend¨ªa a ni?os enfermos de sida en el hospital Carlos III. El contagio se produjo a finales de 1995, cuando apareci¨® un brote de esta enfermedad en la unidad de ni?os enfermos de sida, en la que trabajaba el m¨¦dico. El tribunal considera que el contagio fue posible porque el hospital 'infringi¨® la normativa de seguridad y salud laboral'.
Gabino B. C. trabajaba en la unidad del hospital Carlos III para la atenci¨®n de los ni?os enfermos de sida. En 1995, un menor fue ingresado porque, adem¨¢s de sufrir sida, estaba enfermo de 'tuberculosis multirresistente', seg¨²n recoge la sentencia dictada por la Audiencia Nacional.
Los bacilos de la tuberculosis que afectaron a los ni?os del hospital en 1995 son muy resistentes a los antibi¨®ticos. Las cepas m¨¢s virulentas provocan una mortalidad muy alta, en algunos casos superior al 90% de los pacientes afectados.
A finales de 1995, el hospital admiti¨® que el brote de tuberculosis ya afectaba a varios menores y, temiendo que la enfermedad se extendiera entre los trabajadores, oblig¨® a toda la plantilla a someterse a estrictos controles m¨¦dicos. Los controles fueron tan severos que el hospital advirti¨® de que los empleados que no se sometieran a ellos podr¨ªan ser incluso despedidos.
Para Gabino, sin embargo, estas precauciones llegaron demasiado tarde. El hombre empez¨® a sentirse mal, y el 11 de marzo de 1996 le fue diagnosticada la enfermedad. La tuberculosis que le afect¨® resisti¨® a toda la medicaci¨®n. Muri¨® el 14 de septiembre de 1997.
Durante todo ese tiempo, el pediatra sufri¨® un calvario: no pudo trabajar, le fue extirpado el pulm¨®n izquierdo, le diagnosticaron diabetes, se qued¨® inv¨¢lido y tuvo que ser operado de los ojos.
Tres motivos
La familia consider¨® que todas estas dolencias hab¨ªan sido causadas por la tuberculosis y, por ello, demand¨® al Ministerio de Sanidad. La familia reclam¨® ser indemnizada por tres motivos: por los fallos en el cumplimiento de las normas de salud laboral que hab¨ªan hecho posible el contagio; por el sufrimiento que tuvo que soportar Gabino a causa de todas las enfermedades que sufri¨®, y, finalmente, por su muerte. En total, la familia exigi¨® dos millones de euros (346 millones de pesetas), pero ahora la Audiencia Nacional le ha concedido una indemnizaci¨®n de 36.070 euros (seis millones de pesetas).
La Secci¨®n Cuarta de la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional ha considerado que la familia s¨ª tiene derecho a ser indemnizada por la muerte de Gabino, ya que el hospital 'infringi¨® la normativa de salud laboral' y no tom¨® las medidas adecuadas para proteger a sus trabajadores.
Pero los magistrados descartan que las otras dolencias que sufri¨® Gabino (diabetes, invalidez y problemas de visi¨®n) tuvieran algo que ver con la tuberculosis. Todas ellas, afirma la sentencia, se debieron a otros problemas f¨ªsicos no relacionados con la tuberculosis multiresistente. El ponente de la sentencia ha sido el magistrado Ernesto Mangas Gonzalo.
A Mar¨ªa del Carmen, la viuda de Gabino, la sentencia la ha dejado un poco desilusionada, ya que considera que su marido era muy joven cuando muri¨® (ten¨ªa 56 a?os) y que 'la muerte de un marido no se paga con nada, pero mucho menos con seis millones [de pesetas]'.
Cuatro a?os y medio despu¨¦s de lo ocurrido, Mar¨ªa del Carmen a¨²n se enorgullece de la relaci¨®n que Gabino ten¨ªa con la medicina infantil. 'Mi marido adoraba su trabajo. Curar a los ni?os enfermos era el sentido de su vida', afirma la mujer.
Otro motivo de orgullo para la esposa del fallecido es la medalla de reconocimiento que, a t¨ªtulo p¨®stumo, le entreg¨® el entonces ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa.
Cuando contrajo la enfermedad, Gabino B. C. ten¨ªa 54 a?os. Veinticinco de ellos los hab¨ªa dedicado a la pediatr¨ªa en el hospital Carlos III, un centro sanitario p¨²blico dependiente del Ministerio de Sanidad.
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