Colectiva, pero no tanto

Todo estaba en la cabeza prodigiosa de Manolo Saiz, cr¨¢neo privilegiado. El director c¨¢ntabro se adjudica un papel secundario, una suerte de Luis Moya guiando a Carlos Sainz, pero, claro, exagera. Nada se mueve en el ONCE-Eroski si no es dirigido por Saiz, si no hay por medio una orden del minucioso director, que maneja todos los detalles. 'Me gusta la contrarreloj por equipos porque es una prueba que ganan los nueve, todo el equipo, y adem¨¢s, representamos a una colectividad, la ONCE, y a una cooperativa, Eroski, pues nos viene al pelo', gusta de repetir Saiz.

Ayer por la ma?ana, mientras Manolo Saiz se iba en coche a ver el recorrido con una c¨¢mara de v¨ªdeo y Marino Lejarreta en el asiento de al lado, sus corredores se apelotonaban en el vest¨ªbulo del hotel y, protegidos de la lluvia alterna, se dedicaban a crear un ambiente de sauna manejando el rodillo los nueve a la vez. Siempre juntos. Siempre contentos. Chistes y alegr¨ªa. ?El recorrido? Lo que diga Manolo, no necesitamos verlo. Manolo volvi¨® al mediod¨ªa. Les reuni¨® en una sala, agarr¨® el v¨ªdeo, lo conect¨® a una televisi¨®n y acompa?¨® con su charla las im¨¢genes que hab¨ªa grabado del recorrido. Todos vieron que era un recorrido 'bonito, limpio, muy de contrarreloj, con s¨®lo dos curvas peligrosas y duros repechos para marcar diferencias. Y si el viento sopla de cara, m¨¢s'. ?El orden de salida? El que diga Manolo. Manolo dijo que quer¨ªa un orden conservador y relevos largos, de 20 segundos, porque no quer¨ªa arriesgar, que el Tour es muy largo, pero que s¨ª que quer¨ªa ganar, que esto es muy bonito. Y puso el primero a Olano porque el guipuzcoano sabe de qu¨¦ va la cosa, sabe ser capit¨¢n de ruta, y, encima, est¨¢ en su ¨²ltimo Tour y pone un cuidado especial en que todo salga bien, y sabe lanzar al equipo, y controlar la velocidad y el ritmo. Y cuando se habla de material tambi¨¦n habla Manolo. Y ni siquiera les dice el desarrollo que le pone. 'Yo, ya, ni miro lo que pone', dice Marcos Serrano. 'No s¨¦ si me ha puesto un plato de 55 o de 54. Esto es as¨ª con Manolo'.

Y como una familia despu¨¦s de cenar, otra vez todos juntos ante el televisor para ver el final de la carrera, las pobres prestaciones de los ¨²ltimos kil¨®metros del US Postal y del CSC. 'Y la tele se ve¨ªa a medias, y sufr¨ªamos, y nos mord¨ªamos el cuello. As¨ª funcionamos todos', dijo Olano.

?Y ahora, qu¨¦? 'Ahora lo que diga Manolo', contestan uno tras otro. Y dice Igor, que es el l¨ªder: 'El maillot amarillo lo llevo yo, pero no es as¨ª; en realidad est¨¢ reflejado en m¨ª, pero lo llevan ellos, todo el equipo'. A?ade Igor: 'El objetivo es Par¨ªs, as¨ª que no hay que defenderlo a toda costa'. Pero en la visi¨®n global de Manolo, la visi¨®n del equipo, Par¨ªs es el podio y Armstrong es superArmstrong y es imposible. As¨ª que es posible que vuelva a ser un amarillo fugaz, como lo han sido todos los amarillos de la ONCE, el de Z¨¹lle en el 92 (un d¨ªa), el de Jalabert en el 95 (dos d¨ªas), el de Z¨¹lle en el 96 (tres d¨ªas) o el de Jalabert en 2000 (dos d¨ªas). O como el amarillo de los otros tres espa?oles que lo llevaron y no ganaron el Tour (Poblet, dos d¨ªas en el 55; Errandonea, dos d¨ªas en el 67, y San Miguel, un d¨ªa en el 68). Pero Igor, que se acord¨® con tristeza de su t¨ªo Jacinto, el que le hizo ciclista, fallecido hace unos a?os, no sabe. 'Moral s¨ª que da el maillot, pero no me obsesiona mantenerlo. Hay que tener los pies en el suelo y saber que aunque lo intente a tope en ciertos momentos Armstrong es inalcanzable. Pero hay que luchar contra ¨¦l'. Y esto, aunque no lo diga Manolo, que si que lo dice.