Prietas las filas

No es una orden pero lo parece. Ni Aznar ni Arenas quieren guerras en el sur. Bastante hay con Ceuta, Melilla, Marruecos, Gibraltar, las pateras y hasta el mar de Albor¨¢n. Tranquilidad por el sur, que se nos enciende el norte, y no hay tantos bomberos. Pero ser¨¢ inevitable que se abran algunas viejas heridas cerradas a golpe de ordeno y mando y aunque desde G¨¦nova y La Moncloa se ha lanzado la consigna, con sabor hist¨®rico, de prietas las filas.

De momento, Celia Villalobos vuelve a sus lares. Una pena. No se recuerda ministra con tanta gracia a la hora de explicar las cosas de su gabinete. Por eso nadie entiende que se despidiera con cara de estre?¨ªa, con gestos crispados y m¨¢s tensa que el arco ol¨ªmpico. Ten¨ªa que haber aprendido de otro insigne andaluz, cachondo ¨¦l, amante de la guasa, de la iron¨ªa y que vuelve al poder bendecido por el todopoderoso. Javier Arenas se sabe fuerte, est¨¢ fuerte y est¨¢ llamado a cotas m¨¢s importantes. Pero Arenas, como Pedro el pescador, negar¨¢ hasta tres veces a Andaluc¨ªa y entonces cantar¨¢ el gallo de la discordia. Bueno, ¨¦se es uno de los chistes que se cuentan en los ambientes pr¨®ximos a Paco Cascos. Y es que la historia vuelve a repetirse. Ya se sabe aquello de 'no me jodas Paco' y el Paco, andaluz por consorte pero asturiano por ra¨ªces, le contestara: 'Javier no vengues con gaites'. Arenas acumula tantas responsabilidades como estaciones tiene el v¨ªa crucis; esperemos que no sean su ¨ªdem.

El caso es que todo est¨¢ hecho un cisco. O al menos eso parece. Que Te¨®fila, con gran sorpresa de G¨¦nova, ya quiere largar con viento fresco a Villalobos a un nuevo cargo important¨ªsimo; que el cachondo de Arenas ya tiene en su agenda llamar a Chaves y gitanear el dinero que se nos debe a los andaluces y que Chaves dir¨¢ que bien, pero que se sume a la batalla el guardo zeppelin Zaplana para que, de una vez por todas, nos lleguen las pol¨ªticas de empleo. Arenas tiene abierto el flanco del norte con los vascos; el noreste, con los catalanes; el oeste, con Rodr¨ªguez Ibarra; el centro con Zapatero y Trinidad, y el sur, con los andaluces. Lo dicho, como el caballo de Espartero.